La Federación de Funcionarios de Ancap propuso rebajar el precio de los combustibles gravando los depósitos en el exterior que ascienden a 2.800 millones de dólares y modificando el esquema de los impuestos. La iniciaiva había sido adelantada por 25siete.

El sindicato definió que “cualquiera de las medidas planteadas superan ampliamente los requerimientos del financiamiento del precio de los combustibles sin que implique una caída en la recaudación”.

El presidente del sindicato, Gerardo Rodríguez, presentó en conferencia de prensa junto al vicepresidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, Natalia Belo, secretaria general de Fancap y el economista Pablo Da Rocha del Instituto Cuesta Duarte una propuesta que apunta a una sustitución impositiva.

En el marco de la celebración por los 90 años de la existencia del ente petrolero, Rodríguez se refirió a una pregunta que realizó el presidente Luis Lacalle Pou a periodistas en una rueda de prensa pasada. El mandatario exhortó a que le dijeran “un solo tema que esté contenido en la LUC que tenga consecuencias negativas para el pueblo”.

Rodríguez se respondió que “nunca deseé tanto tener tanto un micrófono y ser parte de los periodistas para responder: “los combustibles, presidente”. Rodríguez recordó que desde que se aprobó la LUC el precio de las naftas y gasoil aumentaron cerca del 30 y 25%, respectivamente”.

El presidente de Fancap dijo que “se trata de un tema impregnado de ideología” porque estamos los que defendemos el Estado como motor del desarrollo productivo y quienes quieren llevar el papel del Estado a su mínima expresión».

Rodríguez indicó que “el gobierno ha defendido el criterio técnico y la trasparencia”, sin embargo, “si se observa la evolución del precio del Brent desde el 1 de octubre 2020 a 1 de octubre 2021, el incremento osciló de 40 dólares a casi 80 dólares”.

«Hace poco el presidente Lacalle Pou invitó a debatir con la verdad y bueno -siguió Rodríguez- analicemos la verdad y la realidad. «Hubo un aumento en el mercado internacional de 2020 a 2021, pero si vemos los precios de 2018 y 2019 lo que podemos verificar es que en 2020 se dio una caída abrupta y que ahora estamos retomando los valores pre-pandemia», aseguró.

El dirigente sindical agregó que “además de la caída abrupta del precio de los combustibles en el mercado internacional en 2020, en marzo del año pasado hubo una gran devaluación, alentada por el exministro de Ganadería y el presidente Lacalle Pou” y esa devaluación tuvo un impacto para Ancap de 55 millones de dólares.

Cuando se empezó a aplicar el Precio de Paridad de Importación “vimos cómo se disparó el precio de los combustibles”, y “en términos reales se puede afirmar que el combustible es más caro que en 2019 cuando el presidente prometió en campaña su rebaja. En ese momento el crudo estaba en valores similares a los de hoy y el gasoil estaba planchado lo digo por las promesas de campaña porque se puede pensar que en 2019 el presidente prometió algo y después el crudo se disparó y no pudo cumplir. Pero no es así”.

Rodríguez se preguntó ¿por qué entonces no bajó el combustible en 2020 cuando su precio bajó abruptamente?, y agregó que “el gobierno podría haber empezado a aplicar esa herramienta en octubre de 2020 ahí podían haber bajado los combustibles, esto demuestra cómo el gobierno dice una cosa y actúa de otra, porque no se obedeció al criterio técnico sino que se tomó una definición política”.

“Esto pretende dejar claro -agregó- que el mecanismo PPI ni es un criterio técnico que se utilice a rajatabla ni tampoco es transparente, por tanto ha quedado demostrado que es un fracaso y la alternativa que maneja el presidente es la desmonopolización de los combustibles que agrava más el problema”.

El dirigente sindical añadió “que el incremento del precio de los combustibles sea una decisión política no está mal, sino lo que está mal es establecer una regla técnica y luego tomar decisiones políticas”. Además, “no aplicaron la LUC en octubre y tampoco en enero. El presidente Lacalle Pou asistió a la cosecha de arroz, maíz y soja y se comprometió a no subir los precios hasta que no terminaran esa cosecha, punto que costó a Ancap 117 millones de dólares en primeros seis meses de 2021”.

Acá vemos “que no se subsidió a los más pobres sino que se subsidió a los malla oro porque este gobierno tiene un componente clasista que quiere transformar a Ancap en un instrumento al servicio del capital y no como un escudo para los más débiles, como apuntaba el batllismo”.

Gravar el capital

Por su lado, el economista Pablo Da Rocha del Instituto Cuesta Duarte explicó que el informe apunta a una rebaja significativa tanto en la nafta super como el gasoil.

Describió que el precio de los combustibles se compone de 80% del precio del crudo, otro componente es el de los impuestos, y en el caso de gasoil se suma el fideicomiso al boleto”.

Da Rocha dijo que “creemos que hay margen para bajar el precio de los combustibles incidiendo en la modificación de la carga tributaria y que recaiga en quienes tienen mayor capacidad contributiva”. En caso del precio de la nafta super es una reducción a la mitad del Imesi, llevando de 70 a 56 pesos el litro.

Sostuvo que en el caso del gasoil, “se trata de eliminar el Iva como componente del precio que castiga a los pobres y modificar el esquema actual para que no sea por esta vía que se subsidie el boleto. La rebaja implicaría llevar el precio del gasoil de 50 a 35 pesos”.

La Federación de Funcionarios de Ancap y el Instituto Cuesta Duarte proponen crear un impuesto a los depósitos de los uruguayos en el exterior y gravar con una tasa a las grandes empresas con determinado nivel de renta anual. Entienden que la reforma tributaria de 2007 fue un importante paso, pero “puede ser perfectible”. Por eso también proponen “aumentar el impuesto al patrimonio porque actualmente se recauda lo que se exonera y entonces el potencial de recaudación es el doble y se ubicaría entre 600 y 700 millones de dólares”.

Publicación orginal: 16/10/2021

Fuente : 257.uy

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