En el marco de todo lo que ha sucedido con rusos comprando pasaportes uruguayos falsos, luego de que se descubriera las maniobras del ex custodio del Presidente Luis Lacalle Pou, aparece un dato relevante, que por cierto, es del año 2018, no de ahora, pero que puede marcar que los pasaportes uruguayos hace rato que se están utilizando para lograr impunidad.
En un extensísimo artículo internacional del año 2018, una monumental investigación del periodista ruso – estadounidense Yuri Felshtinsky, nos describe los pasos de algunos personajes rusos y su influencia en gobiernos occidentales. En un artículo para GORDON, se señala la relación del magnate ruso Dmitri Rybolovlev (suegro del senador uruguayo Juan Sartori) y el propio Donald Trump.
Ventas de obras de arte, lujosas propiedades inmobiliarias se detallan en la devolución de favores, pero agregamos la parte sustancial del tema que nos atañe a los uruguayos:
“El Príncipe Heredero hizo una visita de regreso a Washington. Las partes discutieron la compra de armas, así como inversiones de cientos de miles de millones de dólares en la economía estadounidense. En vista de la magnitud de estas cifras, el precio de compra de $ 450,3 millones del “Salvatore Mundi” (cuadro de Leonardo Da Vinci) fue una mera bagatela, que podría incorporarse fácilmente en la negociación general de precios para contratos gubernamentales por cientos de miles de millones de dólares entre el nuevo gobierno de Arabia Saudita y el Administración Trump. La venta de “Salvatore Mundi” no fue casual ni la última operación de lavado de dinero de Rybolovlev el (suegro de Sartori) a través de sus pinturas. Después de la subasta, Rybolovlev vendió a los «jeques árabes» pinturas adicionales por unos 300 millones de dólares. No se sabe quiénes fueron los compradores y qué pinturas específicas se vendieron. El mismo grupo de «ángeles inversores» que repentinamente se enamoró de Rybolovlev, le ofreció comprarle el club de fútbol Mónaco por 500 millones de dólares dado que atravesaba serias dificultades en Mónaco: debido al escándalo de corrupción, perdió el favor del Príncipe Alberto y este último se negó a otorgarle la ciudadanía, insinuando que Rybolovlev debería irse. Habiendo obtenido en cambio la ciudadanía de Uruguay (que no se suscribe a las leyes internacionales de extradición), Rybolovlev está ahora en proceso de comprar, a través de su yerno, el empresario uruguayo Juan Sartori, un club de fútbol británico Oxford United, que es el tercer club más grande de la British Soccer League. Rybolovlev debe sentirse todavía un poco competitivo con Abramovich. Sin embargo, debe saber que la solicitud de ciudadanía suiza de Abramovich fue rechazada recientemente; que encontró problemas en el Reino Unido; y que logró obtener solo la ciudadanía israelí sobre la base de la ley israelí de retorno que se aplica a las personas de ascendencia judía.
Luego se agrega… “El pasaporte uruguayo debe proteger de la extradición, por supuesto. Pero después de una disputa con Bouvier y después del fracaso del proyecto para crear un puerto libre en Vladivostok, Rybolovlev puede convertirse en un lastre para Putin y para Trutnev, quienes podrían negociar el proyecto de Vladivostok directamente con Bouvier, eludiendo a Rybolovlev”.

Fuente : cronicasdeleste.com.uy

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