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jueves 16 enero 2025
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Declaracion final del 5to Congreso Vertiente Artiguista

La esperanza tiene nombre y se llama Frente Amplio


Uruguay se enfrenta a un dilema fundamental: o elige respaldar a un gobierno
conservador y elitista o impulsa una nueva etapa de cambios progresistas, que
mediante una segunda generación de reformas haga posible un desarrollo sostenible
e incluyente con justicia social.
Ante la crisis económica y social, que concentra la riqueza en unos pocos y el
fenómeno de violencia expansiva, se necesitan respuestas urgentes del gobierno, y a
la vez, construir la alternativa mediante una mayoría política y social que
asegure, en el mediano y largo plazo, un nuevo ciclo de cambios.
Por ese motivo, el V Congreso Nacional de la Vertiente Artiguista, “compañero Martín
Ponce de León” declara:
1.- La gran promesa fallida del gobierno y una confirmación
La seguridad representó la gran promesa de la campaña en 2019 de Lacalle Pou
y la “coalición multicolor” y hoy es una promesa fallida.
Pasados más de dos años y medio de gobierno, se continúa registrando un alto
número de homicidios y muertes violentas en el país, y las cifras no han disminuído
como anunció el Ministro Heber cuando fue convocado al parlamento.
El supuesto “plan” para la seguridad continúa siendo desconocido y se confirma que
no existe una estrategia integral, eficaz para prevenir y actuar contra la violencia. Ha
faltado claridad en el manejo de los datos de los homicidios, con
contradicciones entre las cifras oficiales del Ministerio y la cobertura de los
medios de comunicación.
El “caso Marset” representa un punto de inflexión para el gobierno, ya que
demuestra improvisación y falta de liderazgo en las acciones en el combate al
narcotráfico. Confiamos en que la investigación en la justicia dará claridad a la
ciudadanía sobre las lagunas y explicaciones insatisfactorias del gobierno.
Es hora de que el sistema político esté a la altura; en esa dirección respaldamos
las iniciativas de legislar sobre lavado de activos y enriquecimiento ilícito,
financiación de los partidos políticos y fortalecimiento de la JUTEP. Se necesita
esta tríada de la transparencia para fortalecer nuestra democracia.
Las empresas públicas, área estratégica del desarrollo nacional, están en riesgo,
como consecuencia una política de debilitamiento y privatización sofisticada de
sectores de su actividad y el deterioro de sus capacidades de actuación para
resolver los problemas de la gente. Ya no se trata de planes privatizadores como en
los años noventa, sino formas nuevas de erosión a la acción estatal en beneficio de
intereses privados.
Ejemplo de ello, es el impulso del proyecto “Neptuno” en el caso de OSE, la
escandalosa entrega del Puerto de Montevideo a través de una concesión leonina de
más de 50 años, y los decretos presidenciales para la utilización de la infraestructura
de ANTEL por privados y su ingreso en la prestación de servicios de internet, la
apertura de ofertas a privados por las plantas de Portland ANCAP. En UTE, la
inversión insuficiente ha comprometido la calidad y continuidad de prestación de los
servicios a la población.
Las y los trabajadores y jubilados y pensionistas son quienes pagan el ajuste y la
supuesta “mejora” de las cuentas fiscales. La actual Rendición de Cuentas confirma
una perspectiva de 5 años de ajustes de salarios y pasividades a la baja donde
la mayoría población carga el peso de la crisis, a la vez que las élites se
benefician del auge de las exportaciones de ciertos bienes, con ganancias que
no “derraman” en el mercado interno.
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Se incrementan los precios al consumo, hay carestía e inseguridad alimentaria,
incremento de las tarifas públicas y de los combustibles, pérdida de poder adquisitivo
de salarios y pasividades, falta de medicamentos, y ausencia de respuestas efectivas
en vivienda, infraestructura, programas sociales y empleo, el gobierno ha tenido
timoratas y magras acciones, con resultados inexistentes, que maquilla en acciones de
comunicación, mientras consolida la desigualdad.
El gobierno carece de una estrategia o agenda de desarrollo, desatendiendo de
inversión en ciencia, tecnología e innovación.
Similar panorama se vive en el sector educativo en todas sus ramas, con un recorte
presupuestal draconiano, como en muchas áreas del Estado, fundamentalmente las
vinculadas a programas sociales. En ese contexto, paradójicamente, se propicia una
supuesta “reforma educativa”. La transformación educativa propuesta por el
gobierno fue inconsulta y muestra de ello es que aún se desconoce la nueva
propuesta curricular. No se resuelven reformas a puertas cerradas, erosionando
el derecho a la protesta y la libertad de expresión de docentes y estudiantes.
El gobierno no solamente tiene una actitud negacionista de los graves problemas que
aquejan a las y los uruguayos: sus promesas incumplidas erosionan de forma
acelerada su credibilidad. A la mitad del período confirmamos lo dicho en la última
campaña electoral: que el gobierno iba a cumplir sus compromisos asumidos
con los sectores privilegiados y no cumpliría las promesas con la población en
general, entre otras: no aumentar la edad jubilatoria, no poner más impuestos,
no aumentar los combustibles, mejorar la seguridad. Los “cinco mejores años”
son la confirmación de esa gran promesa fallida, que distancia al gobierno de la
sociedad.
Comportamiento análogo al de una política internacional errática y aislacionista, que
apostó a afinidades ideológicas y alternativamente a supuestos pragmatismos, sin
lograr mejorar nuestra inserción regional e internacional en lo político y en lo
comercial.
El retroceso alcanzó a las medidas antitabaco que nos distinguieron en el mundo. El
gobierno privilegia la atención de demandas corporativas de sus apoyos empresariales
frente a la salud de las y los uruguayos.
Frente a estas circunstancias, este Congreso de la Vertiente Artiguista levanta tres
grandes banderas:

  • iniciar un nuevo ciclo de reformas que no sean más de lo mismo
  • consolidar una mayoría social y política impulsada por el liderazgo de
    Fernando Pereira en la Presidencia del Frente Amplio y
  • proyectar un espacio artiguista para impulsar una nueva mayoría para las
    transformaciones.
    2.- El Uruguay futuro: el imprescindible nuevo ciclo de reformas
    El país debe superar definitivamente el modelo de proveedor principalmente de
    materias primas y alimentos. La transformación y diversificación de la matriz
    productiva mediante una transición ecológica justa, es la vía para posicionarnos
    estratégicamente en el nuevo concierto mundial y deberá ser directriz
    organizadora de la nueva agenda de reformas.
    Vamos a impulsar la diversificación, apostando a una economía intensiva en
    conocimiento fundada en:
  • una revolución educativa que posibilite un país de aprendizajes sobre la
    innovación y la calidad de los vínculos pedagógicos
  • la investigación científica y la innovación tecnológica;
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  • la sustentabilidad ambiental, con el uso de las vías navegables y otros
    desarrollos compatibles con el cuidado de los recursos naturales; y
  • una inserción internacional superadora del modelo de proveedores
    principalmente de materias primas y alimentos, teniendo en cuenta la creciente
    disputa mundial entre las políticas que alimentan la bipolaridad contra la
    multipolaridad.
    Es necesario, desarrollar enérgicamente la infraestructura de comunicaciones,
    energética, portuaria, carretera, ferroviaria y fluvial mediante inversiones públicas y
    privadas. Así como el abastecimiento de agua potable, el saneamiento, la vivienda y la
    infraestructura social. Apostamos a una matriz de transporte multimodal eficiente y
    amigable con el ambiente.
    Un amplio acuerdo para la seguridad y la construcción de una nueva forma de
    convivencia, sin violencias ni odios.
    Las uruguayas y uruguayos merecemos reconstruir la convivencia social, para lo
    que es imprescindible promover, desde las políticas públicas, la integración social, la
    inclusión y la no discriminación, y la equidad de género como superación del
    patriarcado.
    Esto implica: superar la segregación y exclusión socio-territorial, promover el
    intercambio intergeneracional, fortalecer las instituciones y las relaciones entre
    productores de bienes y servicios públicos. Se requieren políticas de la vida y la
    convivencia para superar violencias, inseguridad y fragmentación, valorar la tolerancia
    y combatir discursos y políticas de odio, propiciar la más amplia vigencia de los DDHH,
    de la memoria, la verdad y la justicia. Tenemos pendiente un cambio cultural que
    consolide las transformaciones.
    Revitalizar el pacto de defensa de la democracia para construir igualdad y
    enfrentar el flagelo de la corrupción
    El Uruguay necesita reconfigurar sus pactos políticos, para lo que trabajaremos
    en amplios acuerdos suprapartidarios para fortalecer la democracia política,
    económica, social y cultural, enfrentar el autoritarismo político, institucionalizar la
    transparencia y combatir la corrupción. Con ese propósito incorporaremos en la
    Rendición de Cuentas a consideración del Senado un aditivo que establezca el
    ingreso por concurso -y también para el ascenso en la carrera funcional- o
    sorteo, según corresponda, en todo el Estado, incluidos los gobiernos
    departamentales. Descontamos el apoyo de la coalición de gobierno, tal como se
    establece en el Compromiso Por el País.
    Para ello apoyaremos a los movimientos sociales históricos como el movimiento
    obrero y los nuevos (feminismos, ambientalismos, demandas étnico-raciales,
    territoriales, sindicales y por bienes públicos).
    Paralelamente necesitamos transformar y fortalecer los partidos políticos y promover
    un nuevo vínculo de éstos con el Estado.
    La construcción de una comunicación como bien público al servicio de la
    sociedad y no como mecanismo de reproducción del poder hegemónico.
    Desde la acción pública vamos a promover el desarrollo de un modelo de
    comunicación e información con calidad de bien público que favorezca el
    acceso a los datos y el control de la ciudadanía de las políticas publicas, pero
    también con contenidos que combatan la posverdad. El sistema de comunicación
    pública tiene que ser un bien social en sí mismo y no estar sujeto en su
    estructura y funcionamiento a los cambios de períodos de gobierno.
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    Se deberá mejorar las plataformas de comunicación; desarrollar políticas hacia las
    redes que favorezcan la comunicación, neutralicen las fake news y el hostigamiento, y
    preserven el derecho a la privacidad.
    Se requiere trabajar sobre la acumulación de los datos y su uso no regulado y
    enfrentar el control individual y colectivo; facilitar la cultura de usuarios y usuarias de la
    red que intervengan como receptores y productores de contenidos, y valorar la
    comunicación en colectivos compartidos y cara a cara. La comunicación de abajo
    hacia arriba tiene una función democratizadora y equilibra las tendencias a la
    monopolización de las relaciona entre emisores y receptores.
    3.- El Frente que activa la esperanza y es agente de transformación
    El diálogo y la construcción colectiva, fraterna y unitaria es la tónica del Frente
    Amplio en esta nueva época de conducción por nuestro compañero Fernando
    Pereira. Nuestra Fuerza Política ha retomado la iniciativa y ha profundizado la
    escucha para con la sociedad en todas sus expresiones y en los más diversos
    territorios.
    Trabajaremos para que el Frente Amplio se consolide como garantía de una sociedad
    de derechos, transparente y de oportunidades.
    A partir de la iniciativa “El Frente te escucha”, del despliegue organizativo con el
    horizonte de alcanzar los 500 Comité de Base en todo el país y de la construcción de
    una propuesta política y programática hacia el próximo Congreso de fines de 2023,
    estaremos en condiciones de proponerle a la ciudadanía una alternativa creíble y
    responsable, radicalmente democrática y radicalmente transformadora, que sea capaz
    de reunir los más amplios apoyos políticos y sociales hacia 2024.
    Desde nuestra Vertiente, afirmándonos en la matriz unitaria de nuestra organización,
    vamos a seguir aportando en cada lugar donde esté una vertientista o un
    vertientista al el fortalecimiento y desarrollo de esta línea de reafirmación
    frenteamplista y su proyección más amplia en la sociedad.
    4.- El artiguismo, herencia e identidad, para fortalecer a la Vertiente e impulsar la
    renovación del Frente y de la izquierda
    Nuestra Vertiente, desde su gestacion, hace ya más de 33 años, se conformó
    para nutrir al Frente de corrientes y personalidades provenientes de la izquierda
    independiente, el cristianismo social, el movimiento sindical, el batllismo
    histórico y el nacionalismo popular. Nacimos para fortalecer y ampliar el Frente
    Amplio, como una propuesta unificadora y aglutinadora de diversidades, en un
    momento de dificultades, desde la común apelación al artiguismo como componente
    de raíz nacional, popular y democrático fundante de nuestra identidad nacional.
    Hace más de 200 años, en su origen, el artiguismo se destacó por su excepcionalidad
    en el proceso revolucionario hispanoamericano. Artigas encabezó el ala más radical,
    popular, democrática, liberal, republicana y federal de la revolución rioplatense. El
    Reglamento de Tierras del 10 de setiembre de 1815 constituye la expresión más
    reveladora de ese programa liberador. Esa matriz propulsora de cambios progresistas
    conserva intacta su fecundidad. Por ello la Vertiente adoptó su nombre y su
    orientación. Mandato fundacional que sigue más vigente que siempre y requiere
    adecuarse al siglo XXI.
    Convocatoria del vertientismo artiguista potenciando el proyecto progresista
    innovador
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    En consonancia con nuestra identidad fundacional, hemos resuelto transitar la
    conformación de un Espacio Artiguista amplio, con vocación de inclusión de las
    más diversas expresiones y colectivos locales y de ciudadanos independientes,
    desde la Vertiente Artiguista ,que coincidan con estos principios y formas de
    acción articuladora, fraterna y unitaria.
    Iniciativa política que apuesta a integrar todos los aportes de aquellos sectores
    innovadores de la sociedad que encuentren en este espacio un lugar de encuentro
    para las transformaciones de nueva generación.
    Convocamos para el año 2023 a un Congreso Extraordinario de nuestra Vertiente
    con dos grandes componentes temáticos:
    1.- Actualizar y adecuar nuestro Estatuto y nuestra estructura orgánica, de
    manera de contemplar la integración de más personas y de las más diversas
    procedencias a esta lucha política, trabajando en todos los niveles de organización y
    de dirección la paridad de género, la representación de las diferentes realidades
    territoriales y la participación de las y los jóvenes.
    2.- Adoptar las decisiones políticas y electorales, en términos de apoyo a las
    candidaturas y acuerdos de políticas de alianzas nacionales y locales que nos
    coloquen de la mejor manera en el camino de una victoria electoral en 2024.
    5.- Con Seregni, pensando en la mañana siguiente
    Hoy más que siempre, en tiempos de oscurantismo y retrocesos sociales, políticos y
    económicos, el proyecto político y social del Frente Amplio es aquella luz puntal que
    nos espera al final del camino, como Seregni gustaba decir.
    En los momentos más difíciles, estamos convocados por ese legado a ver más allá de
    la coyuntura, a pensar en la mañana siguiente.
    El mejor legado frenteamplista, el de Seregni, el de Martín Ponce, el de las y los miles
    y miles de militantes de base que siempre han estado al firme aún en los momentos
    más difíci es nuestra reafirmación como fuerza constructora y con vocación de futuro.
    En el 2023 se cumplirán 50 años del Golpe de Estado y 40 años de las luchas
    populares por libertad y democracia. Es oportunidad para repensar sobre la
    base de la memoria del Nunca Más, un Uruguay con más democracia, más
    derechos, más justicia y más libertad.
    Las y los vertientistas reafirmamos entonces nuestra más absoluta convicción
    que la esperanza del pueblo uruguayo tiene nombre y se llama Frente Amplio.
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