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lunes 13 enero 2025
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Acción patriarcal de Lacalle Pou – Por Sabrina Speranza

“Es increíble: hace 60 años que las feministas decimos que lo personal es político, y en este caso, además, es político porque es el Estado, usando herramientas del Estado para ejercer el control que cualquier patriarca usa en relación a sus ex parejas, controlando su vida”, afirmó la feminista Lilian Celiberti, coordinadora de Cotidiano Mujer, ante consulta de La ONDA digital.

Las acciones de contralor del viaje de la ex mujer del presidente Lacalle Pou, revelados por la investigación judicial en curso en el llamado Caso Astesiano “me parecen un acto en verdad despreciable”. El de Luis Lacalle Pou “es un acto de control y dominio sobre la vida de otra persona. Es la madre de sus hijos, y bien le podría haber preguntado dónde va; adónde viajás. Realmente me parece insólito”.

“No sabemos si es delito lo que se hizo, pues el delito de acoso es limitar al otro; es un acto de dominio sobre la persona, haciéndole sentir “te tengo controlada”, y ese conjunto de acciones hace que la persona se sienta perseguida, pues el acto de persecución se hace evidente, en tanto tiende a limitar la capacidad de la persona de decidir sobre su vida. Más bien parece la procura de elementos para controlar sus movimientos. No sabemos si eso se utilizaba o no en contra de ella, o si esa información fue usada para otros fines. Sería apresurado decir que es un delito.

“Lo que queda claro es que, primero, no es una cuestión privada, porque ningún acto de control sobre otra persona es un acto privado. Considerarlo un acto privado no existe más. Es un acto patriarcal. Y en este caso hay un agravante, que es usar el poder del Estado para hacerlo. Pero no cabe duda de que el hecho es que el acto de control sobre una persona que fue su pareja, es un acto absolutamente deplorable, hecho con los fines que sea.

“No tenemos más elementos para definirlo como delito; está claro que hay una connivencia con la custodia de ella, que reporta al custodia de su ex marido, no a ella. Así, ella resulta estar vigilada en varios sentidos. Eso también es grave. No porque configure un delito sino una presión sobre otro ser humano que, ahí sí, podría configurar un delito de acoso. Es el abuso de mecanismos institucionales para un objetivo cuya investigación no tiene pertinencia fundada. Es su ex mujer, punto; no alguien que tenga que ver con el Estado. Se usan recursos del Estado para fines privados que además son de carácter absolutamente patriarcal. Eso tiene que ser ilegal

Sabrina Speranza

Fuente : laondadigital.uy

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