La extensión por 60 años de la concesión a la empresa Katoen Natie de la explotación de la terminal de contenedores del puerto capitalino se decidió “a puertas cerradas, sin un fundamento, no había ningún motivo para hacer esta entrega a una sola empresa”, cuestionó la directora de la Administración Nacional de Puerto en representación del Frente Amplio, Alejandra Koch, en INFO 24.
Koch desarrolló una “evaluación de gestión” y entre numerosos elementos críticos resaltó “el negocio de contenedores” porque “este acuerdo ha marcado el periodo de este gobierno y de este directorio desde el inicio, en una situación muy compleja”.
Evaluó que “ha sido un muy mal acuerdo, independientemente a esta altura de si alguien pensaba o no, si estaba de acuerdo o no en que tenía que ocurrir una prórroga; en realidad ese no es el problema, no es considerar una prórroga de una concesión el problema sino la forma en que se hizo este acuerdo; y el plazo”.
En el manejo gubernamental de ese acuerdo “todo fue extraño, a puertas cerradas, sin un fundamento, no había ningún motivo para hacer esta entrega a una sola empresa”, puntualizó y luego indicó que “en el plan director estaba ya planificado el crecimiento, se había estudiado la demanda, que esos negocios iban a crecer”.
Recalcó que “contenedores era un negocio” sobre el que ya desde el gobierno anterior “se sabía que iba a crecer, y que se espera que siga creciendo; y ese negocio en pleno crecimiento es el que le entregamos a una sola empresa en carácter de monopolio”.
Al respecto la jerarca frentista ilustró: “eso es lo que hay que entender cuando se habla de resultados, los resultados no son fruto de un acuerdo o de esta administración, los resultados de crecimiento son fruto de ese estudio, de esa demanda; y que en definitiva se esperaba porque se trabajó para el crecimiento de los negocios, que realmente sirvieran y se ejecutaran de esa manera”.
Vaticinó: “esta administración será recordada precisamente por eliminar la libre competencia, por incumplir la Ley de Puertos, (…) esta administración fue quien incumplió y dejó sin efecto la libre competencia consagrada en la Ley de Puertos; no solo eso: la Ley de Puertos establece que se debe evitar el monopolio, o sea que en realidad por los dos lados hubo un incumplimiento”.
“A nuestro entender sí” fue violada esa Ley “porque en definitiva se instaló un monopolio, no hay libre competencia, y eso en definitiva va en contra de la Ley de Puertos”; y también “va en contra de la propia Ley de creación de la sociedad TCP (Terminal Cuenca del Plata), que estableció a título expreso que debería existir la competencia interna y que no podía afectarse la misma”.