Ante el aumento de las temperaturas, estas medidas son esenciales para prevenir golpes de calor y garantizar el bienestar de los más pequeños.
Con la llegada de altas temperaturas, es fundamental tomar precauciones para proteger la salud de los niños, especialmente los menores de cinco años, quienes son más vulnerables a los efectos del calor extremo.
El pediatra Eduardo Regueira destacó la importancia de evitar la exposición al sol entre las 10:00 y las 16:00, franja horaria en la que el calor y la radiación solar alcanzan su punto máximo.
Además, recomendó fomentar actividades tranquilas dentro del hogar y prestar atención a la hidratación y alimentación de los niños.
Recomendaciones clave para evitar golpes de calor:
Hidratación: Ofrecer agua y jugos naturales con frecuencia, incluso si los niños no lo solicitan. En el caso de lactantes, aumentar la frecuencia de las tomas de pecho.
Alimentación: Priorizar comidas livianas y evitar alimentos pesados, bebidas azucaradas y con cafeína.
Exposición solar: Mantener a los niños en ambientes frescos y evitar que estén al aire libre durante las horas de mayor calor.
Cómo identificar signos de deshidratación:
Regueira explicó que un niño deshidratado puede presentar síntomas como piel seca, palidez, ojeras, decaimiento, vómitos o diarrea. Si estos signos persisten o empeoran, se recomienda acudir al hospital de inmediato para una evaluación médica.