“El Abuso”… del gobierno
El título tiene relaciones con el pasado y el presente. «El Abuso» se le llamó a la fuga de más de cien presos tupamaros del penal de Punta Carretas, hace más de 50 años. No conozco la razón de la denominación, pero a estos efectos no importa; seguramente fue «un abuso» lo que le practicaron los detenidos políticos al gobierno de la época. En el marco de El Abuso, se historia que grupos de la organización guerrillera, generaron confusión en barrios apartados de Punta Carretas, como para distraer al máximo la atención de las fuerzas de seguridad. La fuga puede considerarse (cincuenta años más tarde) un abuso a las custodias de ese momento.
De todo eso hay algo en El Abuso del gobierno nacional. Permanentemente mete ruidos, quema pastos verdes, produce humo denso, y trata de distraer la atención de la población, para que no se vean las macanas (y mucho más) que realizan sus referentes. Sin ir más lejos, a diario esta semana el inefable ministro Lema salió a pegarle al colectivo de Ollas Populares. Todo el barullo posible, ‘para denunciar supuestas irregularidades en la administración de alimentos, casualmente cuando el Frente Amplio denunciaba increíbles retaceos en la compra de medicamentes en ASSE. Ruido de ollas, para distraer de la falta o escasez de 32 medicamentos básicos en las farmacias de ASSE.
El Frente Amplio pidió datos sobre el asunto al Poder Ejecutivo. Éste, abusando de su poder, no entregó en tiempo y forma la documentación por la Ley de Acceso a la Información Pública, y los legisladores recurrieron a la Justicia, que ordenó brindarla. Allí los frenteamplistas comprobaron la disminución de compras en específicos para control de presión arterial, del colesterol, de la diabetes, de prevención de crisis cardiovasculares, esto sólo a manera de ejemplo y para no agobiar.
Sería muy bueno que todos pudiéramos conocer ese informe, que castiga flancos frágiles de la salud popular: presión, corazón, colesterol y otras afecciones crónicas.
Es un abuso del gobierno. El país (usted, el vecino, yo) estamos obligados a pagar casa, comida y veterinario al presidente Lacalle y su familia, pero no tenemos derecho a mantener al día el grupo de medicamentos que Salud Pública debe brindar.
El Abuso del gobierno mete fuerte ruido para tapar sus errores o malas decisiones: ataca fantasmas, y si no los hay, los crea. Tal el caso de la novela, tipo Alberto Migré o Nené Cascallar (perdón por la antigüedad), que ha generado en torno al senador Charles Carrera, mientras que el blanco Juan Sartori se esconde de la Junta Anticorrupción.
Es evidente que hay momentos que se les escapa el mono con la navaja y no les da el tiempo para tapar una…macana, cuando ya salta otra. Desde las últimas 24 horas, parece que podría naufragar otro de los abusos lacallistas: denunciar traición a la Patria por filtración de documentos de la Secretaría de Inteligencia del Estado que comanda el blanco Alvaro Garcé.
El funcionario, al comprobar que TV Ciudad publicó un documento supuestamente sobre Plan Nacional de Inteligencia, denunció la «filtración» a la Fiscalía, dirigiendo su inquisición a los legisladores que analizaron un documento con él. Según se ha sabido en medios periodísticos, el documento que llegó a TV Ciudad, podría no ser el mismo que Garcé presentó a los legisladores. Podría tener diferencias con el que el Secretario llevó a la Cámara.
Si esto es así: es clara la fuga del mono con navaja.
La Fiscalía, por ahora, investiga a los legisladores, pero ese documento, antes habría pasado por varios ministerios del gobierno herrerista. Lógicamente el fiscal analiza la denuncia realizada sobre los parlamentarios, porque Garcé no personalizó la misma sobre ningún otro ámbito, todos vinculados al gobierno de Lacalle.
Mientras, se incluye como texto de consulta para los chiquilines que estudian historia en los liceos, un libro de Julio Sanguinetti (La agonía de una democracia) que tiene un enfoque de las causas de la dictadura, muy personales… Sanguinetti fue ministro de Educación de Bordaberry antes del golpe cívico militar que trajo la dictadura.
Los abusos del gobierno son sobre la población. Fundamentalmente Lacalle, el herrerismo y sus actuales servidores, tratan de torcer el curso de la historia. Procuran sacar al Pueblo uruguayo de su cauce que tiene como destino el «estado de bienestar», que se logra (como diría Batlle y Ordóñez) haciendo «un país donde los ricos sean menos ricos y los pobres sean menos pobres». No se trata de tirar cañonazos y balas (como se hizo en este país desde el siglo XIX); ha quedado probado que esa violencia no da frutos, sino sangre y tristeza. Pero no sólo los tiros, degüellos y torturas son violencia avasalladora: también las medidas asumidas en la República pueden no ser democráticas. Abusar de la posición de poder gobernante para «oprimir legalmente», rebajando sueldos, modificando jubilaciones para que cuesten menos, manteniendo privilegios para los poderosos, ocultando verdades (como la del recorte de medicamentos o la inclusión de libros de dudosa objetividad histórica en la enseñanza) son formas de violencia sutil. El objetivo es dominar el espíritu de las poblaciones, hacerlas dóciles al mando, torcer el destino de sus vidas y transformarlo en sumisión.
Hace dos mil años crucificaron a un hombre que iluminaba a las masas más oprimidas y desposeídas de su tierra…
Ramón Fonticiella es Maestro, periodista, circunstancialmente y por decisión popular: edil, diputado, senador e intendente de Salto. Siempre militante.
UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias