El exembajador de Uruguay en Venezuela, Eber Da Rosa, asumió la representación diplomática en 2023, luego de que Uruguay permaneciera ocho años sin embajador en Caracas.
Da Rosa describió su labor diplomática como un ejercicio de equilibrio entre dos formas de encarar la política. “No era fácil porque era estar entre dos formas de encarar las cosas muy distintas”, señaló, refiriéndose a las diferencias ideológicas entre los gobiernos de Luis Lacalle Pou y Nicolás Maduro. Aunque las tensiones no fueron significativas durante su gestión, se intensificaron tras su salida, en febrero de 2024, en el marco de las elecciones venezolanas.
Sobre la posibilidad de presiones por parte de los servicios de inteligencia venezolanos hacia las embajadas extranjeras, Da Rosa aseguró en una entrevista con La Mañana que no percibió acciones directas durante su gestión. “Tuve una correcta relación con las autoridades venezolanas y no advertí presiones”, afirmó, aunque mencionó que algunos opositores se mostraron precavidos y consideraron eventualmente solicitar protección a la embajada uruguaya, algo que no se concretó.
El exembajador explicó que su designación fue “una decisión política” del Ejecutivo uruguayo, que buscó restablecer la relación diplomática con Venezuela luego de ocho años. Da Rosa dijo que aceptó el cargo motivado por el interés en los temas internacionales y con el objetivo de atender asuntos comerciales clave, como las deudas pendientes con Conaprole y los arroceros, indicó.
En cuanto al comercio entre Uruguay y Venezuela, Da Rosa subrayó que, a pesar de las dificultades, el intercambio comercial no se ha interrumpido. Durante su mandato, se avanzó en conversaciones para que la deuda de Conaprole fuera saldada, en parte, mediante fertilizantes producidos por Venezuela, que tiene excedentes debido a su industria petrolera. “Esa posibilidad se planteó como un elemento importante de intercambio, que podría beneficiar a ambos países”, afirmó.
Asimismo, destacó que Venezuela sigue siendo un mercado relevante para los productos lácteos y el arroz uruguayo, a pesar de las tensiones políticas y económicas. “No hay que creer que el comercio está interrumpido, Venezuela sigue siendo un mercado para productos lácteos y arroz de Uruguay”, dijo.
En sus encuentros con figuras políticas venezolanas, tanto del oficialismo como de la oposición, Da Rosa percibió un reconocimiento por parte de esta última de que la abstención en elecciones previas había sido un error. Según el exembajador, los dirigentes opositores consideraban fundamental presentarse unidos en los futuros comicios para restablecer la democracia en el país.
Sobre la forma de gobierno del país venezolano, dijo que “es evidente que es un régimen autoritario, que es una dictadura en el sentido de que allí las libertades están restringidas” y que advirtió “disconformidad, fundamentalmente, en el tema económico.”