El dramaturgo, poeta y escritor Mauricio Rosencof, aseguró que el gobierno está exhibiendo “su nerviosismo” como consecuencia del debilitamiento de la postura del No y el crecimiento del Sí, algo que se constata en las últimas semanas.
Según su visión, no debe sorprender que el presidente de la República haya decidido “acaparar” la campaña del No, porque “no confía” en la capacidad de persuasión de sus colaboradores, “por más que ellos hacen acto de presencia y salen derechitos detrás suyo a mostrarse muy obedientes en los actos y en los actitos”, indicó.
“Dicen que lo que se hereda no se roba y ha trascendido que por estos días, que el Presidente aspira a ingresar en el libro Guinness de récords como ‘cortador de cintas’ inaugurando lo que sea, aunque se trate de obras ajenas de gobiernos anteriores, porque esa es la única forma que podría pasar a la historia”, ironizó.
Cabe recordar que en mayo de 2020, en entrevista con el Portal del PIT-CNT, el dramaturgo advirtió que el Uruguay estaba siendo gobernado “por una agencia de publicidad”. Esa imagen que sintetizaba “la obsesión por comunicar un relato oficial por sobre la realidad”, inmediatamente fue compartida por el expresidente José Mujica en su audición radial citando a su amigo poeta y en pocas horas, distintas agencias de noticias y medios de comunicación internacionales replicaron la aguda y elocuente definición de Rosencof sobre el gobierno de Lacalle Pou.
Ahora que la campaña por el referéndum sobre los 135 peores artículos de la LUC ingresa en zona de definiciones, volvimos a consultar a Rosencof sobre su visión del país y la marcha del gobierno. “El mandatario es un hombre político muy bicho, campechano, macanudo, es una especie de galán de telenovela mexicana que enamora y conquista a la gente que mira la TV”, reflexionó. Empero, cuestionó el rol de los informativos centrales que “le dan pantalla irrestricta” durante todo el tiempo “que se le da la gana”.
Sobre la prevalencia de un relato oficial que intenta ahogar toda voz discrepante con el gobierno, Rosencof destacó la existencia de las murgas y los conjuntos del carnaval. “Es aire fresco y varios conjuntos hablaron precisamente de la televisión, de los sindicatos, y lo mejor de todo, están en los barrios”.
Espejito, espejito
Consultado sobre la multiplicidad de encuestas que refieren a la imagen del Presidente y no a los descontentos posibles sobre el aumento de precios de la canasta básica familiar, ni sobre la inseguridad y los temas que verdaderamente afectan a la población, Rosencof dijo que es algo que “seguramente viene de familia” y lo lleva en la sangre, “porque cuando Lacalle Herrera se despedía de su presidencia, inauguró tres veces el mismo hospital en Las Piedras. Y esto lo traigo como un dato, porque no pretendo ser ofensivo. Pero parece claro que el hijo heredó eso y ahora sale a cortar cintas, habla, inaugura y se saca selfies. A su alrededor, están todos los medios replicando ese show pero me parece que con pocas ganas de preguntarle sobre los temas que afectan a la gente”.
El escritor fue particularmente crítico sobre el rol de los medios porque entiende que “deberían tener un papel crítico agudo hacia todos los gobiernos, pero acá parece que los medios perdieron esa capacidad y se esmeran por quedar bien con el Presidente”, apuntó.
En cuanto a la definición de la campaña, valoró muy positivamente que quienes impulsan el Sí se hayan volcado decididamente al territorio a dialogar con las y los vecinos. “Ahí está nuestra gente, ese es nuestro ámbito natural, nosotros somos de abajo y así hablamos entre los de abajo”. Como contracara, expresó que algunos voceros oficiales hablan desde cierta altura de la soberbia. Al respecto, fustigó “el tono” con el que habla el ministro del Interior. “No sé dónde vive ni desde dónde habla, pero cuando dice que ahora la gente puede ir a la feria con la cartera no tiene ni idea cómo va la gente a la feria ni lo que se vive allí. Supongo que hay cierta desesperación para hablar en esos términos. A los gritos diciendo que se puede salir a la calle con una cartera, no es algo muy normal que digamos”.
Consultado sobre la terminología empleada por algunos representantes del No, que han salido a expresar que se intenta “menoscabar la moral de la Policía», dijo que es una remake de los discursos de coronel Néstor Bolentini, durante la dictadura cívico militar. “Apelan al voto disciplinado, creen que ahí tendrán votos asegurados por el No pero lo que hacen en colocar a la policía contra la gente de su barrio, porque recordemos que no viven en barrios privados. Lo que espero es que este gobierno no reparta papeletas celestes en las comisarías, algo que conocemos bien porque ya lo hizo (Jorge) Pacheco en su época. Algún día tendrán que explicar ciertas cosas, como por ejemplo, el hecho que la dictadura fue un gobierno cívico militar, que tuvo un conspicuo integrante del Partido Nacional como presidente dictador, que se llamó Aparicio Méndez”.
Lazos
El poeta y escritor abogó por encontrar lazos que permitan unir voluntades, sin importar orígenes ni tradiciones. “Hay buena gente en todas partes” y en este sentido, mencionó la figura de Héctor ‘Toba’ Gutiérrez Ruiz, como una de tantas que construyeron la mejor tradición democrática del país. “Debemos bajar los decibeles en la confrontación aunque sí mantener nuestras posturas. Pero es fundamental, hablar en tono de respeto. Y eso se debe cuidar siempre porque es casi imposible sacar adelante un país si tenemos dos mitades confrontadas con dureza.
Hace unos días el hijo de Larrañaga dijo que el Partido Nacional necesita dos alas. Hoy por hoy, hasta (Julio María) Sanguinetti parece herrerista. Esta faltando el wilsonismo. Sería bueno para el país, apuntalando un puente entre las dos mitades, que así tendríamos con qué levantar vuelo, todos. Hay que tejer y escuchar. Ahí la cultura tiene un rol importante que cumplir, por no solo la cultura, sino además la política y la sociedad toda lo tienen”, finalizó.
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