Con la confirmación de un hombre joven –con otros problemas de salud– contagiado de leishmaniasis, ya son siete las personas afectadas en Salto por el parásito que se contagia cuando el vector, un flebótomo similar a un jején, pica a un perro enfermo y luego a un ser humano.
El primer caso se presentó el 5 de diciembre de 2018 en una niña de cuatro años, por lo que es alarmante que en dos años y medio haya ese número de casos –hubo una paciente fallecida por esta causa–, lo que indica una gran cantidad de perros infectados.
“Este es el séptimo caso que aparece en Salto y en todo el país, ya que no hay otros departamentos con contagios humanos”, dijo a EL TELEGRAFO la doctora Rosa Blanco, directora departamental de Salud de Salto. Aclaró que la enfermedad “se da con pacientes muy vulnerables por su sistema inmunitario” y que “en general el parásito se aloja en un niño o en adultos inmunocomprometidos, por lo que una persona sana tiene menos posibilidades de contagiarse”, aunque aclaró que “eso es de acuerdo a la circulación parasitaria, cuanto menos circule el virus, hay menos posibilidades de contagio”.
Consultada sobre la recuperación de las personas enfermas, dijo que “en general la persona se recupera, pero no hay cura absoluta, el parásito queda, por lo que se hace un seguimiento clínico después de un tratamiento específico y la persona puede hacer su vida normal. Pero el parásito no se va” del cuerpo humano.
fuente : eltelegrafo.com