Entrevistamos a Fernando Sorondo, cuya familia tiene un problema de desalojo de un campo del Instituto de Colonización que ocupan hace años, luego de haberle realizado una fuerte inversión y expresan la situación de injusticia a la que son sometidos. Ese campo sobre la costa, se encentra en la Colonia Ofir, departamento de Río Negro.

¿Cómo se dieron cronológicamente los hechos Fernando?

Para ubicarnos en el tiempo, entramos en el año 1988, en una selva, porque era literalmente una selva, un monte espeso, impenetrable, como de 26 metros de altura. Lo agarramos al bosque porque nadie lo quería y ahí es que comenzó la labor titánica de esta familia para tratar desmontar de las 162 hectáreas que tiene el predio y dejar 75 para producción.
La limpieza tenía un brutal costo y nos dijeron que ese campo iba a estar 4 o 5 años sin cobro de rentas para poder limpiarlo. Nos llevó mucho tiempo. Recién en el 2002, conseguimos tener 75 hectáreas limpias. Es que empezamos a limpiar, a razón de 5 hectáreas, a veces limpiábamos más otras veces menos, según la espesura del monte. Nosotros le limpiamos el campo al instituto, el que viene ahora, antes era diferente, ahora tienen luz, antes no había luz, era una selva, no se podía entrar, había que entrar con tractor. Ese monte andaba en 3.000 dólares por hectárea la limpieza. Eso lo debía hacer Colonización porque los campos los tiene que entregar por ley, limpios y alambrados.
Nosotros tenemos una inversión aproximada de 225.000 dólares solo en destronque, 250.000 dólares en viviendas, pasado por la inspección y después hicimos una entrega en efectivo de 25.000 dólares y empezamos a producir de apoco, pagábamos los impuestos con las rentas de terceros, hacíamos 100 hectáreas de trilla e íbamos a Colonización y pagábamos, porque acá no se podía producir y bueno ahí íbamos atrasados porque no pudimos cumplir, fuimos a Montevideo a hablar si nos podían refinanciar. Nosotros habíamos vendido una chacra de 18 hectáreas y con ese dinero construimos la casa y parte de la limpieza del monte. Hubo una sequía y nos atrasamos en una renta y mandamos una carta, con una repetición de financiación y nos dijeron que no, porque en Colonización en aquella época se estilaba pagar renta y cuarto: si debía un año, de debía pagar más cuarto año más. En 4 años se saltaba la deuda, era un plan sencillo. Nosotros como estaba difícil, ofrecimos renta y media, cosa de liquidar esa deuda en 2 años; pero vino negativo y seguimos mandando cartas y seguirá viniendo negativo. Después descubrimos que era el regional que nos estaba siendo un informe falso, que eso es muy común en Colonización , “cuando tizan a una oveja para consumo”, que es con la tiza cuando la señalan para carnear”… Eso es un dicho que quizás la gente de la ciudad no conozca, pero cuando hacen eso es muy difícil revertir la situación. En ese entonces estaba el Ingeniero Mario De Gregorio, lo voy a decir porque tengo pruebas de que era mentira todo lo que dijo, nos hacía los informes todos en contra para que no nos refinancien.
Lo raro de todo esto ver es que habiendo tantas irregularidades, nadie toma cartas en el asunto. A ese regional habría que hacerle un sumario y echarlo. En otros países la justicia funciona distinto, porque nosotros después en las reuniones con los directores decíamos que había informes falsos y nos contestan: nuestros regionales son como nuestros hijos. Entonces yo les dije, sí son como sus hijos, edúquelos bien, porque están haciendo cualquier cosa. Estamos hablando generalmente, no todos los regionales son así.

¿Y qué ponía De Gregorio en so informes?

Por ejemplo, cuando uno pide una refinanciación tiene que decir cómo lo va a pagar, establecer un plan de trabajo, ni padre les dijo que los pensaba pagar con tantas hectáreas de cebada y luego girasol… Al año siguiente lo mismo y hasta tratamos de conseguir otra tierra a porcentaje para pagar la renta. Porque si tienes solamente 20 hectáreas limpias, no te pueden cobrar las 163. De entrada nos fajaron cobrándonos todas las hectáreas.
El informe decía que el Señor Sorondo pretende pagar la renta con cultivos de trigo y girasol, lo cual no es muy seguro porque depende del clima. ¡Vaya la novedad! ¿Quién no sabe que no es segura la producción del campo? Decía que trabajaba fiado con barracas de la zona. Era otro delito para él, cuando todo el mundo saca fiado y paga la cosecha. Agregaba que trabajaba fiado porque carecía de crédito. Lo que sucede es que cuando en la época de la tablita, mi padre se endeudó, pero pagó la deuda al BROU. Después decía que la maquinaria estaba en deplorable estado de conservación, cuando él nunca se arrimó a un tractor. Al final decía que por todo esto, el veía urgir las medida judiciales porque no le veía poder de recuperación ninguno. Todo así.
En el año 1994, hicimos una oferta al contado, pero otra vez vino negativo desde Montevideo. Fuimos a la capital a hablar con Fernando Cambiasso de León, que ya nos recibió mal, pero nos dijo que si pagábamos un año, refinancia amo los otros 4. Hicimos un esfuerzo sobrehumano y sacamos un adelanto de la cosecha del banco de San Javier y entregamos en Montevideo. Cuando llegamos el hombre estaba malísimo y le dijo: “Sorondo, no me cumplió”. “¿Cómo que no le cumplí?” “Porque no me pagó como estábamos de acuerdo”. Y mi padre sacó del bolsillo de la camisa el recibo y el hombre quedó más colorado aún. Lo que pasa es que era muy común que los recibos se perdieran. ¿Cómo a un ente de esa importancia se le va a perder un recibo de pago?
En realidad ellos le querían buscar la vuelta para que nosotros nos fuéramos y nosotros hasta allí no sabíamos cuál era el problema. Al otro día cuando fuimos a hablar nuevamente con Cambiasso, le digo que al campo lo quieren para un puerto de aguas profundas y una pastera. Me contesta que sí, pero que eso era antes. Incluso esta persona nos plantea cambiar de campo y resulta que sí nos íbamos de allí, desaparecía la deuda tan famosa.
Porque antes de ir a Montevideo, nosotros en el campo recibimos unas visitas raras de hombres de traje y corbatas que decían que estaban perdidos. Mi padre lo dijo en un video que publicamos. A mí me llamó la atención que estas personas vinieron con un funcionario de Colonización de la zona de apellido Maneiro. Nosotros anotamos la matrícula del auto y a los pocos meses otra vez aparecen los mismos Señores diciendo que estaban nuevamente perdidos y que querían ver la costa. En esta oportunidad aparecieron con una ingeniera forestal vinculada al gobierno, muy conocida y creo que era diputada en ese momento.
Esa gente, que eran españoles por el acento, eran los interesados en el campo y por eso nos rechazaron todas las refinanciaciones. Si nosotros hubiéramos tenido la plata al contado, igualmente nos decían que no.
Ese fue el motivo por el que siempre nos trancaron la refinanciación y vimos el punto estratégico que tiene este lugar, con un puerto natural, 25 metros de profundidad y en un lugar estratégico equidistante de varios montes de la forestal, hasta que vamos en febrero de este año (2022) a hablar con el Presidente del directorio ya con el cambio de gobierno y hablamos con el señor Pedro Cardozo y estuvo totalmente de acuerdo y hasta me asombre porque siempre los teníamos en contra: “Acá a ustedes no se les dio un tratamiento adecuado sino no estarían con esta deuda”.
La cuestión es que se nos comunica que la deuda era de 100.000 dólares y la teníamos que pagar en 4 cuotas de 25.000. Nosotros mejoramos la propuesta y ofrecimos dos pagos de 50.000 dólares en un año, le mandamos al correo de él y nos la votaron en contra. Lo que no entendemos es como una familia, en este caso dos familias son, nos van a echar a la calle con el dinero en la mano, estamos con el dinero en la mano y nos dicen: “No paguen”. Porque esta gente tiene un plazo, un desalojo y considero de la situación a lo largo de nuestros 28 años del instituto una injusticia muy grande. A los gobernantes sean del partido que sean, no les importa la producción, mientras vengan multinacionales a invertir en lo que sea, no les importa la gente.
Los que tienen esa herramienta en sus manos son los integrantes del directorio, ellos son los únicos que pueden interrumpir esa injusticia para nuestro pueblo.

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