Por Andrés Lima, precandidato a la presidencia por el Frente Amplio. Pasan los meses y este gobierno nos va dejando rastros de lo que será su legado: la no defensa de la soberanía nacional.
Si hay algo que es tarea central de un gobierno es precisamente la defensa de la soberanía nacional, que se ve tanto en las inversiones, en cuidar el patrimonio de todos los uruguayos y en como defendemos nuestra imagen país ante el mundo.
Voy a enumerar solo algunas de tantas acciones que este gobierno ha emprendido tratando de recortar el patrimonio nacional que a tantas generaciones de uruguayos nos ha costado alcanzar.
En uno de los aspectos que estamos haciendo agua es el acuerdo con Katoen Natie que lesionó gravemente los intereses del Estado Uruguayo regalando a un privado en una concesión por muchas décadas sin las contraprestaciones que nuestro país merece. ¿Cuál es la gracia de regalarle el Patrimonio de los uruguayos y los grandes avances que se han dado en los últimos quince años de servicios portuarios? Sin contraprestaciones de ningún tipo.
No olvidamos que por el acuerdo con Katoen Natie, el Estado deberá gastar unos 540 millones de dólares en dragado y mantenimiento
Con el Hidrógeno verde se da una situación similar. Hoy el gobierno pretende hacer negocios con privados extranjeros vendiendo a bajo precio sin apostar por el desarrollo tecnológico necesario para que ese tipo de energía pueda venderse mejor desde el propio Uruguay.
¿Cómo lo va a hacer si en vez de fortalecer las empresas públicas lo que hace es desgastarlas y desmerecerlas? Tanto ANCAP como UTE podrían intervenir inteligentemente en desarrollar nuevas generaciones de negocios y proyectos, pero el gobierno uruguayo prefiere no apostar al desarrollo tecnológico del país y vender a bajo precio estos elementos.
Y con el Proyecto Neptuno pasa algo similar. OSE se desentiende del Proyecto Neptuno de una obra que tiene un costo estimado de US$ 258,7 millones y fue presentada por cuatro empresas (Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast) en octubre de 2020 bajo un consorcio denominado “Aguas de Montevideo”.
Además de la privatización parcial del abastecimiento del agua potable, que se realiza por 20 años, hay otros aspectos que son criticados al proyecto. Uno de los aspectos es la previsión de los estudios ambientales y la consiguiente tramitación de la autorización ambiental. Por otra parte, los aspectos económicos, los cuales suponen un muy mal negocio para el estado y para la empresa, de mantenerse el financiamiento, la operación y el mantenimiento del privado que resulte adjudicatario de la obra. Cuando realizado desde OSE se haría con un costo de 300 millones de dólares menor.
De esta manera, así como con otros tantos ejemplos el gobierno uruguayo está regalando el patrimonio de nuestro país a manos extranjeras, sin las contraprestaciones necesarias y además sin tener los cuidados debidos respecto del medio ambiente.
Invitamos al Gobierno, que aún está a tiempo, a llamar a un amplio diálogo a todas las fuerzas políticas para coordinar la inversión pública y los proyectos que se quieran llevar adelante. Seguro entre todos podemos echar una mano y asegurar negocios que si sean rentables para los uruguayos. Por ahora, regalando Patrimonio sin contrapartidas a inversores extranjeros, para nosotros los orientales las cuentas no cierran.
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