El doctor Martín Salvatierra quiere que “a la gente no le mientan más” y denuncia que las autoridades del hospital de Salto manipularon la lista de espera para dar una imagen de eficiencia que no es tal. Hoy el médico tiene prohibido el ingreso al hospital y ha sido tentado con abandonar el departamento a causa de sus denuncias. Medios locales señalan un complot contra el profesional.

Foto: Ricardo Antúnez / adhocfotos

POR PABLO SILVA GALVÁN 

“Cuando digo que hay persecución es porque yo estuve con [el doctor] Marcos García durante el gobierno del Frente Amplio. Y segundo, porque yo tengo la evidencia de que en mayo de 2020 vi que en una semana bajaron 200 pacientes de la lista de espera”, explicó a Caras y Caretas el doctor Martín Salvatierra dando cuenta de la persecución política de la que es víctima.

En esa ocasión “le escribo a la administración [del hospital] preguntando si le habían avisado a la gente. Me dicen que no. Por orden de la doctora [Ivonne] Bruno (directora regional de ASSE) los estamos bajando sin avisarle. Eso está mal, le dije. Lo sé, me contestó la funcionaria, pero cumplo órdenes. Me fui a la dirección y allí me echaron como a un perro. Me dicen vos ya no sos más mando medio, sos cirujano, anda a hacer tu función. Ellos saben que yo tengo esa información y esa información, parcialmente, se la di a la prensa, y fue en la denuncia al Ministerio de Trabajo y posiblemente una denuncia penal”.

Caras y Caretas había informado el pasado 19 de marzo acerca de las irregularidades en el hospital salteño, incluida la manipulación de la lista de espera (“En ambos lados del mostrador”, número 1.008 de l19 de marzo). Sobre esta situación ahondó Salvatierra en esta entrevista.

Salvatierra, quién ocupó un cargo de adjunto a la dirección durante el anterior gobierno del Frente Amplio y dirigió la UDA (Unidad Docente Asistencial) -creada para la formación de cirujanos en el hospital de Salto-, fue relevado de su cargo al asumir el gobierno de la coalición multicolor. Su cargo fue ocupado por el doctor Alfredo Abelleira,

Precisó que hasta ese momento su grupo de trabajo en el hospital era la UDA, era formar cirujanos, en una actividad que ya llevaba más de 10 años. “En ese momento tenía a mi cargo a tres residentes, que son médicos que se están formando para ser cirujanos”.

Explica que una vez que se produjo el cambio de dirección “se desarmó todo lo que estaba organizado”.

“Todo empezó entre marzo y abril de 2020 cuando el nuevo gobierno designa como directora regional de ASSE a la doctora Ivonne Bruno. Y ella me releva del cargo de jefe de block quirúrgico, el que ejercía desde hacía unos cinco años. Y adelante de todo el personal, en el salón de actos y sin la presencia de la directora (del hospital), me humilla. Dice que el cargo era un invento del gobierno del Frente Amplio”, explicó a Caras y Caretas

Para ver los antecedentes de Salvatierra, y entender algunas de las razones de su situación, hay que remontarse al anterior gobierno. “Yo estuve con Marcos García en la dirección del hospital como director adjunto. Fue en la época en que se hicieron muchas cosas, como el CTI pediátrico, la emergencia pediátrica. Yo me encargué de la parte anestésico quirúrgica. Incluso se reformó el block y había una lista de espera bastante importante que en base a un proyecto conjunto con el doctor Millán bajamos de 700 a menos de 50. Fue un trabajo tremendo. Ordenar el block también fue tremendo y hubo, claro, roces con funcionarias muy conflictivas”.

No obstante, producido el cambio de gobierno llegaron los cambios al hospital de Salto. Tras la designación de Abelleira, un medio local publicó una nota en la que afirma que “lo acomodaron”, ya que se trata del esposo de Rosa Blanco, la directora departamental de Salud de ASSE, integrante de la lista 404 del excandidato a intendente por el Partido Nacional Carlos Albizu. Eso molestó al gerente general del organismo, Eduardo Henderson, explicó. Por esa razón se realizó una reunión por Zoom, en la que estuvieron presentes, además de Henderson, el decano de la Facultad de Medicina y Salvatierra. Allí anuncia la división del block quirúrgico entre la UDA y el servicio de ASSE, el que queda a cargo del citado Abelleira. “Y ahí mismo él (Henderson) me dice que espera que eso no vuelva a suceder”, indica Salvatierra. “A lo que le pregunto, ¿que vuelva a suceder qué? Y me dice: esto que se viralizó, la noticia que salió de adentro del hospital. Me amenaza a mí pensando que había sido yo quién informó”, agrega.

“Ahí ya sabía que esto venía mal. Los residentes entraron en contacto con Abelleira, anteriormente no trabajaban con él, y este hombre manipulador los convence de que hagan una nota a la Facultad de Medicina diciendo que no estaban de acuerdo con mi método de enseñanza. En consecuencia, hablo con el decano Miguel Martínez y acordamos que se haga una investigación. Allí relatan que había supuesto maltrato, que les exigía mucho, que les decía que no se iban a recibir nunca, que eran un desastre. Entonces Henderson se entera y totalmente en contra de los protocolos de acoso laboral de ASSE le pide la denuncia al decano y la manda él mismo a la Comisión de Acoso Laboral. Eso fue en agosto de 2020. Entra a la comisión y ésta estuvo seis meses para mandarme el sumario, cuando el protocolo dice que son 15 días hábiles. Primera irregularidad”.

Aclaró que la nota de los residentes no era sobre acoso laboral sino que era “porque estaban desconformes”. Es así que “llaman a declarar a Abelleira, al sobrino de la doctora Blanco, y llevan a dos funcionarias que con García las sancionamos porque la nurse jefa del Departamento de Enfermería nos había dicho que ya no daba para más la situación. Yo no, García. Yo no tenía mando, era un asesor. Ya arrancamos con una investigación sesgada”.

En consecuencia, la Comisión de Acoso Laboral decide la separación del cargo. No obstante, desde agosto, que entra la denuncia hasta que sale la separación del cargo, Salvatierra estuvo en el hospital con los denunciantes. “Sin compartir asistencia, pero en el mismo bloque, seis meses”, subrayó.

Pasados los seis meses y faltando 15 días para que “se vencieran los plazos de reintegrarme, no habían hecho ningún interrogatorio. Entonces salen desesperados a hacerlos. En 15 días sacan lo que no hicieron en un año”.

“A 10 días de terminar el sumario llega a mi casa un pedido de informes que Henderson elaboró en menos de 24 horas, informando de otra investigación en donde se me acusaba de que había una incongruencia entre las cirugías de UDA y las de ASSE. Como que yo estaba poniéndome cirugías de ASSE como de Facultad para ganar plata. Sucede que tenía todos los datos de las cirugías. Me pongo a analizar y veo que eso estaba mal. Le contesto por medio de mi abogada ‘esperemos que estos números que ustedes pusieron mal no hayan sido adrede y haya sido un error administrativo’. Porque los tipos me quisieron incriminar y estaban totalmente mal los números. Eso fue explicado correctamente y no supe más nada de eso hasta ahora”.

Es en ese contexto se da una conversación con el jefe del Área de Cirugía de ASSE, Gerardo Eguren, quien le reconoce que hay persecución. “Ustedes me están persiguiendo”, afirmó Salvatierra, recibiendo como respuesta. “Bueno, puede ser, sí”.

A dos días de vencer el plazo para el reintegro, el director del hospital de Paysandú, Gustavo Curbelo, “me llama para una reunión en ese departamento”.

El diálogo que se produce fue resumido por Salvatierra:

-Mirá, en lo que nosotros arreglemos acá esta tu futuro y te puedo arreglar una reunión con Henderson.

-¿Pero por qué no me llama él?

-No, porque vamos a negociar.

Es así que “me propone ir a Paysandú, pero con condiciones”.

Durante la reunión, que fue grabada por Salvatierra, con el gerente general de ASSE este le indica que está en condiciones de “cambiar el curso” del sumario y evitar que se inicie otro por las cirugías, pero “no tendría que estar más en Salto”.

“¿Usted me está diciendo que puede hacer esas dos cosas pero si me voy a Paysandú?”

“Sí, solamente si te vas a Paysandú”.

El profesional finalmente desistió de la idea de emigrar de Salto.

A los dos días le llega una sugerencia de la dirección del hospital de “no dejarme entrar y que vaya a las policlínicas barriales y a la ruralidad. A hacer pequeñas cirugías”.

Tras días de idas y venidas llega la orden por la que “me mandaban a las policlínicas de los barrios”.

Simultáneamente el diario Salto al día denunció “un complot para alejar a Salvatierra de ese departamento”. y denunciaba que la Gerencia General intentaba desacreditar al médico a través de uno de los denunciantes. La habrían dicho a esta persona que lo iba a llamar un medio importante para que diera su versión. “El denunciante antes mencionado brindó información y detalles en contra del Dr. Salvatierra de manera agresiva, todo en busca de que esto sea publicado en desmedro de la imagen del denunciado”, afirmó Salto al día.

Ante esas revelaciones, hubo un cambio y desde el hospital se intenta poner en práctica un sistema denominado “cirugías del día”, las que serían dadas a Salvatierra y así desmentir que tiene prohibido el ingreso. Se trata de pacientes que se van de alta el mismo día. “Es un invento porque hay que tener varios requisitos para armar eso y no es de un día para el otro. Es para decirle a la gente miren como Salvatierra sigue entrando a operar al hospital”, aseguró el médico.

Recordó que cuando se desarmó la UDA “despiden al doctor (Luis) Perrone, que era mi mano derecha ahí. Estaba contratado por comisión de Apoyo y lo despiden. Cuando FEMI reclama explicaciones sobre las razones del despido la respuesta de la Gerencia es que lo despiden por razones políticas. Ahora quienes ocupan esos cargos son los denunciantes y los testigos”.

“Ahora me impiden volver con el argumento de que ahí están los residentes. Yo pregunto, ¿si no hubo acoso laboral y además si ya estuve seis meses conviviendo con ellos ahí en el proceso previo al sumario?”, sostuvo.

MAQUILLANDO CIFRAS

Indicó que es en ese momento que se empieza a maquillar la lista de espera. “En enero estaban en unos 1.200 casos. Es imposible que haya 200 ahora”, sentenció.

“Lo que pretendo que la gente entiende que es imposible que haya 200 pacientes en lista de espera en Salto. Y tengo todos los argumentos para demostrar que volvieron a hacer lo mismo. Que Henderson demuestre que si había mil pacientes en enero es imposible que esa gente haya sido operada, y si no fue operada fue dada de baja y si lo hicieron deben demostrar que se les avisó”, sentenció el médico.

Explicó que se puede bajar de la lista de espera. “Uno tiene una hernia, se vencen los exámenes y hay que sacarlo de la lista, llamarlo y decirle que tiene que volver a sacarse sangre y ver al anestesista para estar pronto de nuevo para operarse e ingresar de nuevo a la lista. Eso no lo hacen”, subrayó.

“Que no le mientan más a la gente. Que no le mientan más”, exclamó.

Fuente : carasycaretas.com.uy

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