El ministro del Interior y el excanciller Bustillo dieron en el Parlamento versiones contradictorias en comparación con lo que ahora se sabe gracias a los audios de Carolina Ache. Incluso el herrerismo ve necesaria la salida de Heber.

Luis Alberto Heber durante su interpelación en Diputados.

¿Luis Lacalle Pou tomará medidas drásticas luego del escándalo por los audios revelados de Carolina Ache? Todo esto le explotó en la cara mientras él viajaba por los Estados Unidos y daba una charla en el Banco Interamericano de Desarrollo, sin hacer mención alguna al incendio en su administración.

Mientras, el sistema político exige respuestas tras las revelaciones de la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, sobre el otorgamiento del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset. Las tensiones políticas aumentan, y se especula sobre las medidas que el presidente podría tomar.

Las pruebas presentadas hasta el momento han tenido graves consecuencias, ya que llevaron a la destitución del hasta el miércoles canciller, Francisco Bustillo. Además, se está evaluando la posible implicación de otros responsables en este asunto.

Ache aseguró en Fiscalía que una gran cantidad de funcionarios del gobierno estuvieron presentes en una reunión en la que se le pidió a ella “perder” los chats en los que ella y Guillermo Maciel, del Ministerio del Interior, habla de la peligrosidad del narco Marset y de los riesgos de otorgarle un pasaporte.

La presión sobre el presidente Lacalle Pou es notable, y se extiende incluso a las filas nacionalistas, donde se espera una respuesta contundente. A su regreso a Uruguay, se espera que el presidente se pronuncie de manera inmediata y convoque al Consejo de Ministros el mismo día para anunciar posibles destituciones. La exigencia general es clara: la sociedad uruguaya espera una acción decisiva por parte del presidente frente a este escándalo.

Un senador nacionalista expresó: «Espero que el presidente llegue y hable. Va a tener que hablar». La situación política se vuelve cada vez más tensa, y las decisiones que tome el presidente Lacalle Pou tendrán un impacto significativo en el futuro político de Uruguay.

¿Debe renunciar Heber? Finalmente, el oficialismo se inclina por esta opción

En la coalición de gobierno, las expectativas son claras, incluso en las filas nacionalistas, donde se entiende que la exigencia es aún mayor. Tan pronto como el presidente de la República pise tierra en Montevideo tras su viaje, se espera que hable y tome medidas concretas. En el mismo día, se le insta a convocar al Consejo de Ministros y a anunciar destituciones. Un senador nacionalista expresó su preocupación en estos términos: «Espero que el presidente llegue y hable», y añadió con firmeza: «Va a tener que hacerlo».

Esta situación ha generado un creciente malestar en la bancada, que en voz baja critica el silencio oficial en medio de la crisis política. La mayoría de sus miembros exigen acciones inmediatas y específicas por parte de Lacalle Pou.

Advierten que, en las actuales circunstancias, no están en posición de respaldar la gestión del ministro del Interior, Luis Alberto Heber. Es más, algunos lo alertan de que no podrán defenderlo ante la próxima interpelación que el Frente Amplio ha propuesto en el Senado. Uno de los temas centrales de esta interpelación es precisamente el otorgamiento del pasaporte a Marset mientras este se encontraba detenido en Dubái con un pasaporte paraguayo falso.

En el partido oficialista, se considera en estos momentos que la renuncia de Heber sería la mejor solución. Más allá de las responsabilidades que pueda determinar la Justicia, se entiende que no hay margen para respaldar al secretario de Estado en esta situación.

La interpelación del Frente Amplio pondrá de manifiesto este malestar. Incluso dentro de su propio sector político, el Herrerismo, se considera necesaria su salida. Desde esta agrupación se enfatiza que Heber no estuvo involucrado en las conversaciones de Ache con Bustillo y el asesor presidencial Roberto Lafluf. Sin embargo, se reconoce que es el «responsable político» del ministerio y que su renuncia sería una «señal» hacia el sistema y la ciudadanía.

Fuente : lr21.com.uy

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