Disputa del balón entre jugadores de Boca y Fluminense. Foto: Twitter de Conmebol.CompartirIcono de compartir noticia

04 de Noviembre de 2023

El equipo de América de esta temporada es el Fluminense de Río de Janeiro, que le ganó por dos tantos contra uno en tiempo adicionado en el mítico Maracaná, en el marco de un partido de alto nivel táctico y hermosos toques de dramatismo futbolístico.

Un primer tiempo con el Fluminense, local en la jornada pues la final única fue en Río de Janeiro, volcado a contar con el manejo del balón y la presión al rival argentino. Pese a eso, jugadas claras no tuvo y el equipo porteño contó con momentos de buenos toques para llegar al área rival. Pero jugadas claras, pocas en ambos lados.

Cavani fue protagonista en el minuto 16 pero su pase atrás no fue preciso. Y a los 35 minutos del primer tiempo, una gran pared por derecha, pase de Keno y el desmarque en el área de Germán Cano propiciaron que el toque de primera hacia el arco abra el marcador para que estalle el Maracaná.

Y como magia salió la zurda del colombiano Advíncula, quien camina sin peligro desde la derecha hacia el medio de la cancha para sacar un gran remate de zurda que se ubicó en el segundo palo del arquero.

El empate revitalizó a un típico partido finalista, cerrado. Barco y Cavani se fueron de la cancha para el ingreso de Benedetto y Langoni. Fluminense ingresó a tres jugadores: Marcelo, Ganso y Martinelli se fueron por Diego Barbosa, Vinícius Lima y John Kennedy. El final pudo entregar la victoria a cualquiera de los dos, Merentiel estuvo cerca del gol pero el partido terminó en empate y se fueron al alargue.

Kennedy lanzó “la bomba” a los 8 minutos del primer alargue pero solamente para irse con la expulsión del juez por el festejo, un abrazo con la hinchada que consumió demasiados minutos  y debió ingresar David Braz, por Keno.

Una jugada que comenzó como un jugador de Boca simulando un penal terminó con borbollón de jugadores y un llamado del VAR por un cachetazo de Fabra contra Nino, capitán del local. El uruguayo Sarachi ingresó a la cancha y ambos equipos se quedaron con 10 jugadores para el segundo alargue.

Para el segundo, Figal fue sustituido para que Boca encuentre una opción más en “la desesperada”, la intención de colocar pelotas al área más golpeada por el corazón que por el pie. El milagro rozó la línea final porque un zapatazo de Cano tras gran contragolpe quedó coqueteando con la emoción. Boca mostró rebeldía pero no fue suficiente.

Así que la Copa Libertadores, el trofeo sudamericano de mayor valor a nivel de clubes y el más mítico a nivel mundial, se quedará por primera vez en la historia en las vitrinas del conjunto carioca.

Boca Juniors: Romero; Advíncula, Figal, Valentini, Fabra; Medina, G. Fernández, E. Fernández, Barco; Cavani y Merentiel.

Fluminense: Fábio; Samuel Xavier, Nino, Felipe Melo, Marcelo; André, Martinelli, PH. Ganso, John Arias; Keno y Germán Cano.

m24.com.uy

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