El porcentaje de crecimiento cero lo dio a EL ECO el dirigente del Sindicato de Peones de Estancia (Sipes), César Rodríguez.
En una charla mantenida con el dirigente sindical de los peones de estancia que es oriundo de Tacuarembó, Rodríguez señaló que “lamentablemente tenemos que hacer un balance muy negativo. Acaba de terminar la décima ronda de negociación colectiva del Consejo de Salarios y lo que arroja como resultado, es cero crecimiento salarial para los trabajadores rurales”.
Y luego indicó que “lo que hubo son ajustes por inflación y devolución de pérdida salarial y eso son los magros porcentajes que han modificado el laudo del trabajadores rurales sin un crecimiento para la economía de las familias asalariadas”.
En este sentido, señaló que “es una situación bastante contradictoria ya que es un sector al que le ha ido muy bien en estos ejercicios”. Y recordó que “nosotros en una plataforma reivindicativa habíamos planteado incluso que se podía hablar del porcentaje del 4 por ciento por productividad porque es un sector muy pujante, pero la patronal demostró una falta total de voluntad para analizar estos pedidos”.
Las condiciones de la negociación: no pagar las horas extras
El representante de los peones de estancias, también afirmó que los representantes de los estancieros “incluso condicionan toda la negociación si los trabajadores no consideramos cambiar las horas extras trabajadas por tiempo libre, lo que constituye un retroceso en los avances de la normativa que regulan los derechos del trabajador rural, en lugar de pagarles extras quieren darnos tiempo libre”.
Esto aparentemente ya se realiza ilegalmente en algunos establecimientos de la rama de la lechería, contó, “y nosotros como comitiva de negociación estuvimos totalmente en contra y nos opusimos a este planteo porque significa un condicionamiento a toda la propuesta de negociación que estaba sobre la mesa”.
¿Qué fue lo que pasó?
Esa realidad llevó a que el Ministerio de Trabajo “tuviera que laudar con un decreto únicamente salarial que no contempla ninguna condición de trabajo y que hace que los trabajadores tengan un ajuste del 2,94% a partir del 1º de julio de este año retroactivo constituido por salarios perdidos y ajustes por inflación. Económicamente la ecuación es esa”, remarcó.
Las pérdidas de los peones
En cuatro años, desde 2019, los trabajadores han tenido pérdidas en el poder de compra y “lo que va a pasar al término de este laudo que se acaba de firmar, es que no se va a llegar a equiparar los guarismos de poder de compra de 2019”.
“Acá la pérdida es muy clara: Quien lleva el perjuicio a la economía familiar somos los trabajadores, en un escenario donde la expectativa del sector agropecuario para los próximos años es de muy buen crecimiento”.
Para Rodríguez esa realidad deja en evidencia la falta de voluntad política de las Cámaras Empresariales para realizar modificaciones que permitan establecer derechos y justicia social para los trabajadores, “además de la flexibilización de las ocho horas es un hecho bastante grave también y es que las patronales hablan sin ningún escrúpulo con un Poder Ejecutivo complaciente. Pretenden que los cambios en la organización del trabajo se vean en forma unilateral, sin la participación de las organizaciones sindicales. Esto también es un retroceso a las libertades y derechos conquistados mediante la imposición” dijo.
Ni el apero
La ronda terminó con una propuesta del Ejecutivo que votaron las empresas con el voto en contra de los trabajadores “en esta negociación el gobierno ha estado muy contemplativo ante la imposición de las empresariales para que los trabajadores flexibilizáramos y tuviéramos en cuenta este tema de las horas extras pero además hay reivindicaciones históricas como el apero en ganadería. Es decir que el recado lo continúa pagando el trabajador, las empresas no se hacen cargo y son costos que tienen que ver con una herramienta de trabajo, un elemento de seguridad que la empresa debería proveer al trabajador. Es impensable que a un trabajador del citrus se lo tome y se le pida que tenga útiles escolares y un bolsón para juntar la fruta” señaló como ejemplo.
Este convenio es por dos años, se acaba de firmar desde el 1 de julio “son dos años hacia adelante, con ajustes muy magros de un 2,4% por cada semestre y no constituye crecimiento para hacer una distribución un poco más justa y adecuada a la realidad del sector” remarcó.
A cielo abierto
“El otro tema que es bastante grave y que hace el balance negativo es lo que tiene que ver con la pérdida de vidas humanas en el trabajo” señaló. “Nosotros hicimos un relevamiento de accidentalidad de los últimos tres años y de noviembre de 2020 a noviembre de 2023 hay 26 trabajadores fallecidos, muchas pérdida de vidas trabajando a cielo abierto ante las inclemencias de clima adverso”, explicó. “Hoy para los responsables de los establecimientos queda librado a su libertad responsable cortar el trabajo cuando hay inclemencias del tiempo y no está ligado tampoco a las alertas meteorológicas de Inumet. Queda a criterio del responsable de la empresa, pero no lo vincula a las previsiones meteorológicas como alertas amarillas y naranjas”, dijo.
Fuente : elecodigital.com.uy