El intendente de Salto se trazó un objetivo concreto con su precandidatura y dice que lo logrará. Pese a estar último en las encuestas, valora los resultados obtenidos y afirma que el balance es positivo.
En entrevista con El País, Lima devela el porqué de su postulación, describe sus preocupaciones y los desafíos que, a su juicio,tiene por delante una izquierda ante un “factible” triunfo en octubre, pide sumar miradas desde el interior y defiende el plebiscito contra la ley jubilatoria.
-¿Cuál es el mayor objetivo de su precandidatura?
-Posicionar al interior del país, que tiene sus cosas distintas a las de la zona metropolitana. No digo que sea seguro, pero es factible que los uruguayos le den al Frente Amplio una nueva oportunidad de ser gobierno. Entendemos que, en ese contexto, debe haber una mirada que represente al interior.
-¿Le costó hacerse conocer a nivel nacional?
-Sí. Por lo menos hasta 2021, cuando me integré a la Liga Federal y, después, cuando se forma el Encuentro Federal Artiguista, toda mi actividad política desde 1999 había sido en Salto. Incluso siendo diputado por Salto, mi trabajo se concentró en cuestiones y problemáticas del departamento. Lo único que se sabía de mí era que había sido reelecto intendente y que era uno de los tres precandidatos del Frente Amplio. Después de eso, poco y nada. El punto de partida era muy difícil.
-¿Y qué balance hace hoy?
-Para el poco tiempo que hubo, positivo. En 2021 participamos en la elección interna del Frente Amplio. Hacía pocos meses había anunciado mi aspiración de generar un espacio nacional. Se presentaron 18 listas y logramos el quinto lugar, a 70 votos del Partido Socialista, un partido centenario.
-¿Esperaba un nivel más amplio de apoyo al que le dan las encuestas, o aspiraba a esto?
-Las últimas dos encuestas de diciembre nos dan 5 y 6% en la interna. En febrero, cuando arrancamos, no marcábamos. No es poco terminar el año con estos guarismos. No tenemos muchos recursos, pero sí mucha voluntad y ganas.
-¿A qué resultado aspira en junio?
-Tenemos un objetivo final, pero no sé si decirlo es bueno o malo. Ojalá se cumpla.
-¿El objetivo es lograr el tercer lugar en la interna?
-El objetivo es tener una buena interna y lograr presencia en los 19 departamentos del país. Lo importante es que el Frente Amplio sea el partido más votado en junio.
-¿Es un hecho que Yamandú Orsi y Carolina Cosse definan la interna?
-Son dos candidatos muy fuertes. El Frente Amplio tiene una particularidad: los cuatro tenemos experiencia de gestión. Ninguno es un paracaidista. Obvio que no es lo mismo ser intendente de Salto que de Montevideo o de Canelones. Está claro que la base de la que partís no es la misma. Pero todos sabíamos cuáles iban a ser las dificultades. Más sencillo hubiera sido quedarnos en casa, pero así no iríamos a cambiar las realidades que no nos gustan y no nos conforman. Nosotros podemos llegar a lugares a los que otros no pueden llegar. El Frente Amplio ha entendido que todos somos necesarios, y que todos podemos aportar lo nuestro. Considero que fue positivo que todas las candidaturas se votaran en conjunto. En otras oportunidades, se votaron una a una, lo que hizo que algunas salieran con más adhesión que otras.
-Si eso hubiera sucedido en el reciente congreso, ¿qué cree que hubiera pasado con su precandidatura, hubiera tenido menos apoyo?
-No sé qué hubiera pasado.
-¿Por qué decidió firmar por el plebiscito que propone una reforma de la seguridad social a través de la Constitución?
-El Frente Amplio siempre ha defendido las causas justas. Todo el Frente Amplio considera que la reforma que implementó este gobierno no es una buena reforma. La diferencia está en los procedimientos. Eso llevó a que el Frente Amplio diera libertad de acción. Y basado en esa libertad de acción, es que decidí firmar.
-¿Y por qué no apostar al diálogo social?
-Esa es la visión que algunos tienen, que yo respeto pero que no comparto. Si se pueden impulsar y utilizar hoy otras herramientas, y si hay alguna posibilidad de lograr ahora esos mismos objetivos, ¿por qué dejarlas pasar? Si se puede lograr a través de la recolección de firmas, me pregunto por qué dejar pasar el tiempo. Es buena cosa tratar de mejorar la calidad de vida de la gente; en este caso en particular, de casi dos millones de uruguayos.
-Para lograr el plebiscito se necesita recolectar, en el tiempo que resta hasta el 27 de abril, 270 mil firmas. El balance que se divulgó en diciembre indicó que se llevan 66 mil. ¿Cree que es posible lograr ese objetivo?
-Sí. Estamos en plena campaña. Si se mantiene el promedio, vamos a llegar. Así como hubo otros temas fundamentales en los que la población decidió, estaría bueno que en esto sea el pueblo uruguayo el que decida.
-¿Por qué es tan necesaria esa mirada del interior, que usted menciona y tanto defiende?
-Hay un hecho significativo: en 2019 el Frente Amplio perdió casi 200 mil votos. Y buena parte de ellos fueron al norte del río Santa Lucía. No digo que sea lo único a atender, pero sí que se precisa una mirada desde el interior. Tiene que ver también con algo que existe desde hace muchos años, que es éxodo permanente desde el interior a los centros urbanos. Los resultados del último censo reflejan que solo el 4% de los uruguayos siguen viviendo en ámbitos rurales. Como ejemplo está el caso de Paso de las Piedras de Arerunguá, en Salto, muy cerca del límite con Tacuarembó. Son 15 viviendas de Mevir, de las que ocho están vacías. Ese vaciamiento no es positivo para nadie. Finalmente, existen profundas asimetrías en cuanto a las inversiones para el desarrollo del país. Si uno ve el mapa, el norte es la región con mayor pobreza, pero es la región que menos inversiones recibe.
-¿Ha cambiado la mirada del Frente Amplio hacia el interior en los últimos tiempos?
-Fernando Pereira le ha dado otro dinamismo. También es cierto que depende de nosotros, del aporte militante de cada uno. Eso debe ir de la mano de una mayor movilización por parte del Frente Amplio.
-Su gestión al frente de la Intendencia de Salto le ha valido algunas críticas. La última por haber contratado al que se menciona como su jefe de campaña, Ruben Villaverde.
-Salto siempre ha tenido representantes ante el Congreso de Intendentes. Villaverde vive en Montevideo, lo cual para nosotros es una ventaja. Conoce lo que es la gestión de un gobierno nacional, porque fue parte de él. También tiene contactos políticos. Necesitamos a alguien como él. Es un cargo de confianza. El presupuesto votado por la Junta Departamental prevé en su estructura diez directores y 15 coordinadores, y Villaverde será uno de ellos. Se trata de una figura importante en el Encuentro Federal Artiguista. Los que tenemos responsabilidades de gestión también tenemos responsabilidades políticas. En mi caso, soy intendente y precandidato. Lo mismo sucede con varios directores en estructuras nacionales o departamentales. Ese doble rol de ser militante y también ser responsable de la gestión es una de las características que tiene nuestro equipo.
El País