Varios comerciantes consultados del centro comercial de Concordia, dijeron que se extraña la presencia de los compradores uruguayos y que los argentinos han reducido notablemente sus compras por la suba de los productos.
La peatonal casi vacía. Los uruguayos no vienen y los argentinos «no tienen plata».
De catástrofe comercial, es la del comercio de Concordia, tras las consultas de EL SOL-Tele5 a varios de ellos asentados en la Peatonal y sus alrededores, esto dijeron a un cronista:
«Teníamos una gran cantidad de compradores uruguayos que han desaparecido «de la noche a la mañana», tras la devaluación y el aumento de los precios de los combustibles y la inflación argentina, si a esto le sumas el aumento de los precios, la gente pregunta, pero no compra y solo lo hacen en aquellos productos de primera necesidad.»
«Es increíble, dijo otro, antes no nos daban las manos para atender a tanta gente y ahora nos estamos mirando entre nosotros, no entra nadie -aseguró- y los que entran salen despavoridos cuando se les dice el precio de la mercadería, de hecho, ni siquiera hemos aumentado lo que nos sugieren los mayoristas porque si lo hacemos no vendemos ni un alfiler», dijo otro.
La catástrofe se amplia al sector gastronómico y hotelero, en el primero, los que habían aprovechado el boom uruguayo, hicieron sus buenas ganancias, pero para atender a esta extraordinaria cantidad de comensales uruguayos, tomaron gente y ahora, se encuentran con demasiado personal para las ventas que están realizando, «es terrible, creí que se iba a arreglar», dijo un conocido dirigente gastronómico que aparte formó un partido político opositor al gobierno anterior y de apoyo incondicional del que está en el gobierno, «hasta ahora, pasamos de estar REQUETEBIEN a BIEN, de BIEN a más o menos y ahora está en SITUACION PREOCUPANTE.»
¿ Que significa ésto ?
«Bueno, no queremos echar personal porque cuesta capacitarlos, pero si tenemos gente para atender 100 mesas en un día y solo se ocupan 10 a lo sumo 20, tenemos una capacidad ociosa muy grande, que es imposible para cualquier gastronómico, sostener, así que no nos quedará más que despedir gente.»
¿ El futuro ?
«A corto plazo, dijo el gastronómico, no veo solución, pues la inflación sigue ascendiendo a niveles increibles, tanto que se habla de un 20 % para enero y hoy los combustibles volvieron a subir, así que esto aumenta los costos y nos deja con precios que la gente no está dispuesta a pagar».
Comer en un restaurant económico significa un costo de $ 6.000.- por persona, como mínimo, y en un restó de un poco mayor categoría puede alcanzar a los $ 10.000.- como mínimo y si se agregan vinos de calidad y postre puede llegar tranquilamente a los $ 15.000.- a $ 18.000.- por persona. «Imagine, dijo el empresario, si vienen cuatro personas a comer y tienen que traer más de 50 mil pesos, estamos como en Venezuela.»
Para comer «bien» en un restaurant, la factura puede subir de 50.000 para cuatro personas, estos precios han «corrido» a la gente.
La hotelería:
Una breve consulta telefónica, arrojó un resultado sorprendente «esta temporada está perdida» y en las preguntas del por qué, los empresarios han contestado que «cuando todos los años en verano estábamos a un 60 a 80 % de ocupación, hoy estamos entre un 10 a lo sumo un 20 % los fines de semana», ahora apenas se mueve la aguja los fines de semana de carnaval, que repunta entre un 5 a un 10 % más, pero jamás tuvimos una ocupación tan baja» contestaron a coro los hoteleros.
Ayudas del Gobierno y gestiones de los gremios empresariales
Al responder sobre la ayuda que podrían recibir del gobierno, las fuentes dijeron que «las nuevas autoridades se están acomodando en sus cargos, no se ven -en lo inmediato- algún tipo de ayuda para paliar la situación y los gremios empresariales lo que están haciendo es, al igual que ustedes, monitorear la situación para acudir a solicitar algún apoyo que sirva para mantener fuentes de trabajo, pero hasta ahora no hay nada».
De tal manera que -hasta ahora- el recambio institucional y las consecuentes medidas económicas tomadas no son para nada favorables a los comerciantes y empresarios de estos rubros en Concordia, pero, un mensaje surgió de casi todos los consultados: «La esperanza es lo último que se pierde, vamos a ver cómo funcionan estas medidas…»
Fuente : Diario El Sol