Esta semana, el Frente Amplio elaboro un documento de análisis, sobre la gestión del actual gobierno multicolor, en donde se lleva cuatro años de estancamiento y retroceso. Hoy, la gran mayoría del pueblo uruguayo vio decaer su calidad de vida por la caída real de sus ingresos, pero lamentablemente en estos últimos cuatro años los que acumularon riquezas, son los “malla de oro” del presidente, que amasaron fortunas, donde gran parte se fue a bancos extranjeros.
Del análisis de la realidad, el documento establece: “Aumentaron los precios de los productos de la canasta básica y los combustibles; en los hospitales faltan medicamentos; hay más gente viviendo en las calles; aumenta la pobreza, especialmente la pobreza infantil; los salarios y las jubilaciones bajaron durante cuatro años y el poder adquisitivo empeoró; para un amplio sector de la sociedad el acceso a la vivienda resulta inalcanzable, agravado por los casos de favorecimiento a personas cercanas a los gobernantes; perdemos soberanía con la entrega del Puerto; la política internacional no genera resultados comerciales ni diplomáticos; se profundizan los problemas de inseguridad; la transformación educativa fue un nombre rimbombante para encubrir un ajuste presupuestal que se tradujo en recorte de horas docentes y de inversión en nuevos edificios; se implementó bajo el nombre de reforma de la seguridad social un ajuste al gasto social que recae sobre las espaldas de trabajadoras y trabajadores que trabajarán más años y percibirán menos ingresos.”
En el 2019, cuando el Frente Amplio pierde el gobierno nacional, quien perdió fue realmente los trabajadores, los jubilados, los pensionistas, los pequeños y medianos comerciantes, los pequeños productores, perdimos en Educación, en Salud y en derechos sociales para los que menos tienen. Estos cuatro años de gobierno de coalición han mostrado la verdadera cara de la política neoliberal, la del ajuste hacia los trabajadores, el de meterle la mano en los bolsillos al pueblo. Todavía resuenan las promesas de Luis Lacalle Pou, en su discurso de campaña, donde prometía no subir las tarifas, no devaluar, no subir impuestos, por que afirmaba “que es muy fácil gobernar metiéndole las manos en los bolsillos de Juan Pueblo”, lo que hoy esta haciendo en la práctica.
Prometieron mejorar la seguridad y la inseguridad crece en todo el territorio nacional, recayendo más fuertemente sobre la población con menos ingresos. Afirman que bajaron los delitos, pero la realidad es que, desde el mensaje del Ministerio del Interior, se desestimulan las denuncias. Aumentaron las muertes dudosas y los homicidios. Se flexibilizaron los controles al lavado de dinero del narcotráfico y en la población se generó un estado de miedo por la influencia de bandas de narcos, que controlan, por ejemplo, en Montevideo, barrios enteros. Es indudable el retroceso en materia de convivencia que atraviesa nuestra sociedad.
Ya lo augurábamos en el 2019, si ganaba la derecha en Uruguay, habría enormes retrocesos democráticos, en derechos sobre todo de nuestro pueblo. Como ejemplo tenemos la promesa que hicieron de proteger a los más débiles, pero eliminaron los programas sociales de acompañamiento.
Han hecho fuerte énfasis solamente en trasferencias de dinero, tan criticadas en el pasado. En el mundo del trabajo apostaron a puestos laborales de baja calidad, por eso hay 100 mil personas más que ganan menos de 25 mil pesos.
En los hechos, hay un gran fracaso de este gobierno liderado por el Herrerismo, un fracaso anunciado y que lamentablemente sufre y sufrirá por otro año mas nuestro pueblo. Pero ante este fracaso se antepone un programa del Frente Amplio, que da respuesta a las mas urgentes necesidades que viven los uruguayos, por eso en octubre no hay dos opciones, es con el Frente Amplio.
Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU- Frente Amplio