Al día de hoy, más de 100 personas fallecieron por las inundaciones en el sur de Brasil: 136 más están desaparecidas y más de 370 resultaron heridas. Los ríos se desbordaron por intensas lluvias caídas durante varios días consecutivos, desplazando a más de 1.5 millones más.
Los datos actuales indican que al menos 107 personas han perdido la vida, 374 están heridas y 136 permanecen desaparecidas tras las intensas lluvias que provocaron el desbordamiento de los ríos en el estado de Rio Grande do Sul (sur). Estas cifras, proporcionadas por la Defensa Civil, reflejan el impacto significativo de este desastre natural en la región.
Más de un millón y medio de personas se han visto afectadas por esta tragedia, con más de 164.000 evacuadas y más de 60.000 viviendas dañadas. Tanto expertos como el gobierno brasileño están relacionando estas inundaciones con el cambio climático, subrayando la urgencia de abordar los desafíos ambientales que enfrenta la región.
Además de las pérdidas humanas y materiales, las inundaciones han tenido un impacto devastador en la economía de Rio Grande do Sul, un estado conocido por su actividad agropecuaria. El gobernador Eduardo Leite ha mencionado la necesidad de un «plan Marshall» de reconstrucción para enfrentar esta crisis de proporciones históricas.
En respuesta a esta situación, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva convocó a sus ministros en Brasilia para discutir estrategias y anunció un paquete de ayuda de aproximadamente 10.000 millones de dólares para la reconstrucción. Este plan incluye la entrega de créditos para apoyar a trabajadores, empresas y municipios afectados, en un esfuerzo por mitigar los impactos a largo plazo de esta catástrofe.
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, ha comprometido una importante suma de recursos financieros para respaldar estas labores de reconstrucción. Sin embargo, tanto el presidente Lula como el gobernador Leite han destacado la complejidad y la magnitud de los desafíos que enfrentan, enfatizando la importancia de una respuesta coordinada y efectiva para garantizar la recuperación de la región.
Mientras tanto, los equipos de rescate continúan trabajando arduamente para buscar a personas atrapadas y proporcionar ayuda humanitaria a quienes han perdido todo en esta tragedia. La solidaridad y el apoyo tanto a nivel nacional como internacional son fundamentales en momentos como estos, donde la comunidad se une para enfrentar adversidades y trabajar hacia la reconstrucción y la recuperación.
Fuente : LR21