Parece que estuviéramos en un restaurante popular, esos donde los mozos desde muy cerca de la mesa, ya le pasan el pedido a la cocina ¡»marche una milanesa, que venga con fritas!» No esperan a llegar al mostrador y a grito pelado pasan la orden. En el gobierno nacional «marchan las renuncias» como plato preferido; deben salir buenas, porque a cada enchastre de un gobernante ya, desde la vereda del juzgado, sale grito pidiéndola.
Si no fuera institucional y democráticamente grave, daría risa. «El candidato a presidente le pidió esta mañana la renuncia al Partido Nacional, al intendente de Artigas», dijo palabras más palabras menos la presidenta del Honorable Directorio. «¡Qué bien -dijeron algunos- no se toleran los corruptos!». «Qué mamarracho- dijimos muchos- estaba visto que se venía el tirón de orejas, que no sirve para nada…».
Nadie quiere ofender la creencia política de nadie, ni está en juego en estas conductas. Lo que sí está en el banquillo de los acusados es la forma de administrar el Estado, creyendo que es patrimonio propio, que se hace y deshace. Sea del partido que fuere, ningún jerarca puede disponer de los bienes públicos en su provecho o de acuerdo con sus deseos con ignorancia de las normas. Eso no se arregla con una renuncia más o menos. Dentro de todo su histrionismo me quedo con el improvisado discurso de Luis Alberto Heber al pie del monumento a Herrera, en estos días, cuando más o menos gritó que le avergonzaba lo ocurrido. Juzgue al senador como quiera, pero por lo menos puso la cara, se hizo creíble.
El título pretende ser chistoso, en plena desgracia; van saliendo tantas renuncias de jerarcas blancos, que para variar van a tener que sacarlas con papas fritas…
Felizmente en este pequeño país hay grandes hombres y mujeres, más allá de sus pensamientos filosóficos o políticos. Es la única forma que existe para no aparecer, en la prensa internacional, solamente por motivos escandalosos. La BBC, en su edición digital en castellano, se ocupa de un uruguayo cuya acción es la contracara de las corrupciones, apropiaciones y ofensas al intelecto. Los ingleses se ocupan de «El físico que usó el viento para hacer de Uruguay un caso asombroso de energías limpias», alguien a quien modestamente he bautizado «el padre de la nueva matriz energética del país». La BBC News Mundo (para mi vanidad) otorga al Dr. Méndez la responsabilidad de haber planeado y ejecutado (por cuenta del gobierno uruguayo), el cambio radical de la producción de electricidad, poniendo a Uruguay con los países de punta mundial en la obtención de energías limpias. A lo que debe agregarse que Ramón Méndez, está hoy asesorando a gobiernos de todo el mundo, para hacer más limpia la generación eléctrica del planeta.
Gracias Ramón por el empeño y la obra, y gracias gobiernos del Frente Amplio, por no bajar los brazos para lograr el cambio de matriz. Soy testigo de que no fue fácil; muchos de quienes hoy gobiernan criticaron la inversión, los costos, los métodos, en definitiva todo, pero el gobierno frenteamplista y Méndez siguieron adelante.
¡Qué postales tan distintas! Por un lado la aberrante utilización de los bienes del Estado (de la población) para beneficiarse los mandamases de turno; por otro, remar contra viento y marea con fundamentos científicos, para proporcionar al país un status que se envidiaba a la idílica Dinamarca y hoy es nuestro.
Ni la nota de BBC News Mundo, ni la realidad energética que hoy vive Uruguay, pueden compararse con las obscenidades administrativas del intendente de Artigas (y las de otros jerarcas), pero la verdad de nuestra matriz energética, es como un aceite refrescante colocado suavemente sobre una quemadura.
Ojalá los habitantes comunes accedan a estas informaciones, o se las proporcionen quienes por ahora los ven como una fuente de votos para trepar.
No todos somos iguales, aunque a veces nos calcemos uniformes parecidos…
Ramón Fonticiella es Maestro, periodista, circunstancialmente y por decisión popular: edil, diputado, senador e intendente de Salto. Siempre militante
UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias