Un nuevo capítulo de descontrol y despilfarro ha sido desvelado en la Administración de las Obras Sanitarias del Estado (OSE). La Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) ha lanzado una bomba mediática con una resolución, a la que accedió Crónicas del Este, que acusa a OSE de desviaciones financieras escandalosas, que ponen en jaque la estabilidad económica de la empresa y su compromiso con la transparencia.
En la nota 021/C/24 dirigida al presidente de OSE, el Ingeniero Raúl Montero Gustá, la OPP revela que la empresa estatal, que debía terminar el año 2024 con un superávit global de 1.553.666 miles de pesos, ahora proyecta un desastroso déficit de 1.115 millones de pesos. ¿Cómo se llegó a este abismo financiero? La respuesta es una combinación de caída en los ingresos y un aumento insostenible en los gastos.
¡COMPRAS DESMEDIDAS Y GASTOS DESCONTROLADOS!
Según la OPP, el verdadero agujero negro se encuentra en la compra de bienes y servicios, que ha sobrepasado en más de 2.000 millones de pesos lo previsto. Esta cifra astronómica, que no se condice con los promedios históricos ni con lo acordado, ha erosionado el superávit de cuenta corriente y ha dejado a OSE tambaleando al borde del abismo financiero.
¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?
Las alarmas no sólo suenan por el incremento en los gastos, sino también porque estos gastos «no cumplen con lo acordado con esta Oficina para el año en curso ni con lo informado al Parlamento por la empresa en el año 2023». En pocas palabras, OSE no sólo está gastando de manera descontrolada, sino que también está incumpliendo sus compromisos con el órgano supervisor y con los legisladores del país.
El informe de la OPP también es contundente al señalar que estos gastos desmedidos «no son sostenibles con los ingresos proyectados para 2024». Las proyecciones muestran una reducción de ingresos que, combinada con los gastos desenfrenados, pinta un panorama desolador para las finanzas de OSE. La falta de sostenibilidad financiera es un golpe duro para una empresa que debería estar dedicada a garantizar servicios sanitarios eficientes y accesibles.
¿Cómo es posible que una empresa estatal haya caído en tal descontrol? ¿Qué medidas se tomarán para rectificar esta situación? ¿Habrá responsables que rindan cuentas por este descalabro financiero?
El Ingeniero Raúl Montero y su equipo se encuentran ahora en el ojo del huracán, con la urgente necesidad de explicar cómo y por qué se han permitido estos desvíos. Mientras tanto, la OPP ha dejado claro que este tipo de manejo financiero es inaceptable y que tomará las medidas necesarias para asegurar que los fondos públicos sean utilizados de manera eficiente y responsable.
Fuente : Crónicas del Este