MONTEVIDEO (Uypress)- La última medición de la consultora Cifra explica la variación de la intención de voto para el 27 de octubre comparándola con la de 2019: muestra, partido por partido, las retenciones y fugas de votos.
Según informa diario El Observador, el 91% de los electores que votaron al Frente Amplio en 2019, dicen que volverán a votar por el partido de coalición de izquierda este último domingo de octubre. Un 1% apoyará al Partido Nacional, una misma cifra al Partido Colorado, lo mismo a otra colectividad de la coalición de gobierno (Cabildo Abierto o Partido Independiente), y el restante 6% está aún en duda.
En el caso del Partido Nacional, su retención es del 57%. Tiene una fuga de 14% de votos hacia el Frente Amplio. Otro 16% que declara irse al Partido Colorado. El 2% dice que votará esta vez a Cabildo Abierto o Partido Independiente. Mientras que el restante 11% sigue indeciso.
Los colorados mantienen al 65% de sus votantes de 2019. El 12% de quienes votaron por el Partido Colorado en el pasado ciclo, ahora apoyarán al Frente Amplio. El 11% acompañará a los blancos. El 5% a otro partido de la coalición de gobierno. Y el 7% está aún en duda.
De quienes votaron a otro partido de la coalición, el 18% está indeciso sobre su voto. El 15% esta vez irá por el Frente Amplio. El 11% por el Partido Nacional. El 16% por el Partido Colorado. Y el 40% lo retienen cabildantes o Partido Independiente. Como la intención de voto de estos partidos es muy pequeña (incluso está en duda su ingreso al Senado), la muestra no permite una mayor apertura de datos.
Lo que sí se observa es que el partido de izquierda es quien retiene mejor a sus votantes. La fuga hacia los partidos del otro bloque es marginal (solo el 3%). Los colorados logran una mejor fidelidad que los blancos, aunque al igual que los otros partidos de la coalición multicolor tiene una merma no despreciable de votos hacia el Frente Amplio.
«El costo de gobernar»
En parte esto se explica por el fenómeno que los politólogos llaman «el costo de gobernar». Durante el último siglo, solo uno de cada diez votantes (en promedio) cambió de voto de una elección a la siguiente (volatilidad). Y el Frente Amplio llegó por primera vez al gobierno cuando, justamente, más se incrementó esa volatilidad.
La diferencia ahora es que en Uruguay existen dos bloques políticos tan marcados que ese costo de gobernar (y una pequeña volatilidad que eso genere) supone la alternancia de gobierno.
Otros estudios, a su vez, muestran que el cambio en las preferencias electorales no está solo vinculado al costo de gobernar, sino que pesa hasta el sexo.
Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS
UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias