Como he aprendido a lo largo de mi trayectoria en la Congregación salesiana a través del programa Magone de la Obra Social Don Bosco y también mi experiencia en la Asociación Cristiana de Jóvenes en Salto trabajar con jóvenes es una responsabilidad y una oportunidad. He tenido el privilegio de acompañar a adolescentes en situaciones difíciles, ayudándolos a construir un camino lleno de posibilidades. Este aprendizaje me ha marcado profundamente, y me ha convencido de que Uruguay necesita un compromiso real para garantizar que cada joven pueda encontrar su lugar en la sociedad, independientemente de las circunstancias en las que haya nacido. Y eso es central, debo remarcarlo, la trayectoria de un joven debe construirse, como una nueva vida, tratando de alivianar el camino y de llenarlo de oportunidades. Creo que todos como sociedad quedamos horrorizados cada vez que escuchamos de un asesinato de un niño, de un joven, o de que esos niños y adolescentes están implicados en crimenes.
Hay que atender y cambiar esa realidad. Desde el Frente Amplio, proponemos un plan claro y concreto para asegurar que los jóvenes tengan acceso a las herramientas que necesitan para prosperar. La educación debe ser la principal herramienta de transformación. Pero no se trata solo de formar profesionales para el mercado laboral; debemos formar personas capaces de enfrentar los desafíos del siglo XXI con un fuerte sentido de la responsabilidad social, del respeto a la diversidad y del compromiso con el país.
Educación y Trabajo: Dos Pilares Fundamentales
Uno de los mayores desafíos para los jóvenes hoy es la falta de oportunidades laborales y de acceso a una educación de calidad. Es imperativo que el Estado garantice no solo la universalidad en la educación, sino también que esta esté alineada con las necesidades del mercado laboral actual. Para ello, necesitamos un sistema educativo flexible y adaptado a los tiempos que corren, que combine formación académica con capacitación técnica en oficios y habilidades digitales. Hay que dar el salto hacia la universalización de la enseñanza secundaria dual, que combine trabajo, formación digital (enseñanza a distancia) y enseñanza presencial, y con ese combinado de acciones alcancemos una real jornada completa dedicada a la formación de los jóvenes hasta Bachillerato incluido.
En Salto y en muchas otras partes del país, he sido testigo de cómo los jóvenes que tienen acceso a programas de formación técnica, a pasantías y a empleos de calidad pueden cambiar sus vidas. El Frente Amplio está comprometido con la creación de centros de formación técnica en todo el país, donde los jóvenes no solo aprendan un oficio, sino que también reciban el acompañamiento necesario para poder integrarse al mercado laboral con éxito.
Sabemos que el acceso a estas oportunidades no puede depender del lugar en el que uno vive. Por eso, es fundamental que estos centros estén distribuidos en todas las regiones, especialmente en el interior del país, para que ningún joven quede excluido. Además, proponemos programas de incentivos fiscales para que las empresas locales ofrezcan pasantías y contrataciones a jóvenes, ayudando así a crear ese primer puente hacia el empleo formal.
La Importancia de las Referencias y el Acompañamiento
Sin embargo, no podemos hablar de oportunidades sin hablar de referencias sociales. Los jóvenes necesitan modelos a seguir, personas que les muestren que es posible salir adelante. Cuando trabajaba en la Obra Social Don Bosco, vi de primera mano el poder transformador de un acompañamiento constante. Estos jóvenes no solo necesitan acceso a la educación o al trabajo, necesitan sentir que pertenecen, que cuentan con una red de apoyo que los empodere y que los inspire.
Por eso, dentro del Programa de Gobierno del Frente Amplio, también proponemos la creación de redes de mentores donde los jóvenes puedan recibir el apoyo de profesionales que los guíen, tanto en sus estudios como en su inserción laboral. Estas redes no solo ayudarán a los jóvenes a transitar el difícil paso de la educación al empleo, sino que también fortalecerán el tejido social y generarán una sociedad más solidaria y cohesionada.
Un Enfoque en la Formación Integral
Es fundamental que nuestros jóvenes no solo se formen como trabajadores, sino también como ciudadanos conscientes. Por eso, proponemos incluir en los programas educativos módulos de educación cívica, derechos humanos y participación ciudadana, que permitan a los jóvenes entender su rol en la sociedad y les den las herramientas para ser agentes de cambio.
En este sentido, la profesionalización y humanización de la Policía que plantea el Frente Amplio es un paso importante para asegurar que las políticas de seguridad también estén alineadas con los valores de respeto y promoción de los derechos humanos. Nuestros jóvenes deben sentir que las instituciones están a su servicio, protegiéndolos y garantizando sus derechos, no persiguiéndolos. El Ceibal y la UTEC, ya constituidos en el territorio, así como la gran infraestructura de ANEP tienen un importante rol a cumplir.
Construyamos el Futuro que Nuestros Jóvenes Merecen
Los desafíos son grandes, pero también lo son las oportunidades. Como país, debemos comprometernos a asegurar que cada joven tenga acceso a las herramientas que necesita para construir su propio futuro. El Frente Amplio tiene un plan sólido y propositivo que pone a los jóvenes en el centro de las políticas públicas, asegurando que reciban una educación de calidad, que tengan acceso a empleos dignos y que cuenten con el apoyo necesario para superar cualquier obstáculo.
Estoy convencido de que, si trabajamos juntos, podemos construir un país donde los jóvenes no solo sueñen con un futuro mejor, sino que tengan las herramientas para hacerlo realidad. Ese es mi compromiso, y el del Frente Amplio, con los jóvenes de hoy y con las generaciones que vendrán.
Álvaro Lima – Diputado por Salto