“Cualquier país de América Latina quisiera recibir de manos de un gobierno de izquierda, el gobierno que recibió Lacalle Pou”, dijo Pereira.
Elección del FA del próximo 5 de diciembre y campaña para derogar los 135 artículos de la LUC ¿Cómo se conjugan estas dos instancias?
Hay que intentar hacerlo. Tenemos mojones importantes, por un lado la elección interna del FA, que elige a su presidencia pero también a todas sus autoridades, por otro lado el referéndum contra la LUC será marzo o abril, dependerá de cuando lo fije la Corte Electoral. Una debería emular a la otra, la campaña de la elección (FA) no tendría sentido, si durante la misma, nosotros los candidatos y quienes militan por nuestra candidatura y quienes militan por el FA, al mismo tiempo no actúan e interactúan con los vecinos para intentar construir una nueva mayoría, que de alguna manera signifique la derogación de 135 artículos de una ley que claramente es de mala calidad. Colocar argumentos de peso en cada una de nuestras actividades, intentar contribuir a que nuestros militantes estén en las mejores condiciones para hablar con los vecinos y vecinas, es una tarea central que tenemos todos los que convivimos dentro del FA y quienes conviven en las organizaciones sociales que han adherido a esta campaña.
La añoranza de los trabajadores uruguayos es que al final del periodo se gane lo mismo que en 2019, o sea media década perdida, con un gobierno sin rumbo y con una ley (LUC) que no nos guio a ninguna parte.
El Presidente Luis Lacalle Pou ha dicho que es una buena ley, que es un compromiso de campaña electoral y que desde que está vigente no ha tenido ningún efecto negativo ¿Qué responden a dichas afirmaciones?
Lo que nos deberíamos preguntar es si estamos mejor o peor desde que se aprobó la LUC y mi respuesta es que estamos peor de todo punto de vista, desde el punto de vista del trabajo, los salarios y también de lo que trajo aparejado la LUC. Por ejemplo: en la educación, hizo desaparecer el Consejo de Educación Primaria que tenía 100 años, centralizó las decisiones en la Dirección General que hace sinergia con el CODICEN y resuelve ¿Qué hemos encontrado de positivas en este cambio de gobernanza? Por ahora no he encontrado, cuando nos dicen si estamos mejor o peor, los maestros ganan 18 jornales menos, el Presupuesto es menor, lo que se gasta por alumno es menor, estamos peor, sí, estamos peor. Desde el punto de vista de la libertad si no hubieran sucedido todavía inconvenientes cualquiera que tenga una protesta por hacer y se coloca en una calle de Montevideo por temas de género, DDHH, sindicales, sí la fuerza policial decide que ese piquete lo tiene que disolver tiene la autoridad para hacerlo, ¿en nombre de qué, cuándo Uruguay estuvo cortado o cuando alguien no pudo llegar a su casa porque los cortes de la calle hicieran a la ciudad intransitable?, ¿o cuando la ciudad se volvió intransitable? Nunca jamás ocurrió. Cuando se crea un nuevo régimen de alquileres para personas que no tienen garantías, esto ya ocurría, lo único que para desalojar había otros cuidados sobre el inquilino. A esto el Dr. Juan Ceretta le llama “vivir en un refugio o en un campamento”. Es un régimen que ha sido muy poco utilizado porque nadie quiere ir a un refugio o a un campamento pero tiene forma de ley. Cuando se nos dice sobre la seguridad pública, si se leen las actas del Parlamento y se ve lo que dijeron los especialistas en el tema, la Fiscalía General de la Nación, el Instituto de Derecho Penal, el Dr. Germán Aller Grado 5 en Criminología, fue muy crítico y de alguna manera, alertaron al sistema político que este tipo de normas iba a construir cárceles imposibles de administrar. El informe del Comisionado Juan Miguel Petit, da cuenta de la situación de penuria que se vive en la mayor parte de las cárceles de Uruguay, por lo cual la posibilidad de recuperarse y salir mejores para poder reinsertarse, se transforma en prácticamente nula. Si hay informes de la OIT respecto a los piquetes, si hay informes de especialistas en seguridad y en educación contrarios a la LUC, entonces el Uruguay está peor que antes que se aprobará al LUC. Finalmente la diferencia se dirime entre quienes creemos que el Estado tiene que ser escudo protector y garante de derechos y servicios, y quienes creen en un Estado mínimo y que el mercado regule, y cuando el mercado regula hay 100.000 uruguayos pobres nuevos, y hay algunos uruguayos, un número mucho menor que esta, que depositaron 6.400 millones (de dólares estadounidenses) en los bancos uruguayos y extranjeros. Entonces Uruguay ¿está peor o mejor que en 2019? La añoranza de los trabajadores uruguayos, es que al final del periodo se gane lo mismo que en 2019, o sea media década perdida, con un gobierno sin rumbo y con una ley (LUC) que no nos guió hacia ninguna parte. Si preguntara ¿Cuáles son los beneficios de la ley? No encuentro ninguno.
Cuando las cosas salen mal se le adjudica a la Pandemia, cuando las cosas salen bien dicen la Pandemia no tiene nada que ver. En seguridad, el delito bajó en América Latina el mismo porcentaje que en Uruguay, cuando van a dar los datos de seguridad aseguran que no tiene que ver con la Pandemia. Cuando dan los datos de las políticas sociales aseguran que tiene que ver con la Pandemia.
De todo lo que señalas ¿cuánto es responsabilidad de la Pandemia y cuanto de la Ley de Urgente Consideración, problemas económicos, sociales, de empleo, no necesariamente son provocados por una ley o sí lo son?
Cuando las cosas salen mal se le adjudica a la Pandemia, cuando las cosas salen bien dicen la Pandemia no tiene nada que ver. En seguridad, el delito bajó en América Latina el mismo porcentaje que en Uruguay, cuando van a dar los datos de seguridad aseguran que no tiene que ver con la Pandemia. Cuando dan los datos de las políticas sociales aseguran que tiene que ver con la Pandemia. Muchos de ellos tendrán que ver con la Pandemia. La pregunta es ¿Uruguay tomó todas las políticas sociales compensatorias? Hubo un informe del Instituto de Economía que indicaba que si no se invertían 500 millones de dólares, 100.000 uruguayos iban a caer por debajo de la línea de la pobreza, por el contrario los ahorró (el gobierno), final de la película 100.000 nuevos uruguayos pobres. Estas son decisiones políticas, que no tienen que ver con la Pandemia, que tenía que ver sí con endeudarse, no hay deuda peor que tener 35.000 niños por debajo de la línea de la pobreza. Al que le tocó tener el rumbo de la política del país es al gobierno nacional y parecería que tenemos un gobierno sin rumbo.
En la red social Twitter, la Ministra de la Corte Electoral Analía Piñeyrúa aseguró que los que están en contra de los 135 artículos utilizan argumentos mentirosos, luego borró lo que escribió ¿Cómo se vio desde el FA?
No hablo en nombre del FA, doy mi opinión, ella (Analía Piñeyrúa) está claramente limitada a hacer estos comentarios, pero lo segundo ¿Cuáles son las mentiras? ¿Cuál es la mentira que se dijo? En el tema de alquileres decimos “en pocos días se puede desalojar a una persona” ¿Cuál es la mentira de esto? Ninguna mentira, hay un nuevo régimen de alquileres para los que no tienen garantía, en pocos días lo pueden desalojar por mal pagador y en un mes por buen pagador, si consigue otro inquilino que pague mejor. Esto da una inestabilidad para el hogar increíble ¿Cuál es la mentira? Además (ella) está limitada, si empezamos a violentar las normas democráticas que nos rigen, ¿adónde vamos? Los profesores que pusieron un pañuelo con un No a la reforma, en relación a lo que acaba de hacer la Ministra de la Corte (Electoral) “es un juego de niños”.
Lo primero es tratar que el FA se transforme en la voz de la gente. Si eso lo logramos construir estaremos en condiciones de reconquistar no solo el gobierno en 2024, sino tener una izquierda que tenga un proyecto para dentro de 30 años como se pensó en los años ’70.
Volviendo a la elección del FA ¿Dónde estarán tus acentos, como te vas a mover en el territorio?
Lo primero es tratar que el FA se transforme en la voz de la gente y para hacerlo al menos en la gente que cree en el desarrollo productivo, el desarrollo social, la justicia social en sí misma, el desarrollo democrático, claramente para ser la voz de la gente hay que escuchar a la gente. Esto supone escuchar a los comités de base, a los militantes territoriales, a la academia, a la ciencia, a la cultura, a la comunicación y empezar a construir un diálogo con la sociedad, que nos permita transformarnos en la voz de la gente, si nos transformamos en la voz de la gente probablemente el FA tenga un enorme chance de reconquistar el gobierno. Y para eso hay que pensar la izquierda de los próximos 30 años. Si escuchamos estas voces, estaremos en condiciones de construir un frente más frente y más amplio, que sea capaz de escuchar las nuevas sensibilidades de la sociedad, la nueva agenda que hay dentro de los uruguayos y las uruguayas, al mismo tiempo como desarrollarnos productivamente. La ciencia al servicio del desarrollo productivo, la ciencia social al servicio del desarrollo de las personas y finalmente, la cultura como aglutinador de sensibilidades que nos permita disputar la hegemonía cultural de la nación. No es solo ir al teatro o al cine, sino el sentido común de qué queremos ser como país. Si queremos ser un país más justo, con mejor distribución de la riqueza, con una mejor calidad de vida para los que menos tienen, darles a los pobres lo que les pertenece. Si eso lo logramos construir estaremos en condiciones de reconquistar no solo el gobierno en 2024, sino tener una izquierda que tenga un proyecto para dentro de 30 años como se pensó en los años ’70.
Con el interior, hay que entender que cada departamento, incluso cada localidad tiene su particularidad y una sensibilidad con la que hay que sintonizar, esto no es para comunicar mejor, de última nuestro problema no son tanto de comunicación, nuestro problema es que hemos hecho mucha cosa para la gente, pero no la hemos hecho con la gente.
¿Las mayores debilidades del FA están en el interior del país, y volver a tener empatía con las capas medias?
La alianza trabajadores – intelectuales fue muy importante en la base social y en la política. Que el FA pueda tener diálogo con la clase obrera, con los intelectuales, con los académicos es central, no solo para recuperar votos, sino para tener usinas de conocimiento. El FA se construye como un partido de ideas potentes, a partir de sumar conocimientos que vienen del movimiento obrero, de pequeños empresarios, de pequeños productores, de la intelectualidad, de la ciencia, y los transforma en un programa que finalmente es un programa transformador. Ese diálogo, independientemente de los votos, hay que tenerlo porque necesitamos tener una propuesta integral que abarque al conjunto de la sociedad. Por eso insisto en ser la voz de la gente, es necesario hacerlo, como es necesario hacerlo con los que viven en los contextos críticos, necesitamos saber cuál es la sensibilidad, los problemas que tienen, cuáles son sus esperanzas de corto y mediano plazo y escuchar ese sector de la sociedad es fundamental. Y con el interior, hay que entender que cada departamento, incluso cada localidad tiene su particularidad y una sensibilidad con la que hay que sintonizar, esto no es para comunicar mejor, de última nuestro problema no son tanto de comunicación, nuestro problema es que hemos hecho mucha cosa para la gente, pero no la hemos hecho con la gente. Hacerlo con la gente implica una forma de hacer política participativa, donde la gente tenga un rol primordial en la construcción de la política pública, si lo tiene, esa política pública es propia. De alguna manera, recuperar lo que el FA hizo al principio de su gobierno. Que la gente estuviera incluida dentro de la gestión de gobierno es fundamental para el futuro del FA.
¿Cuánto el FA apostó que el consumo y la mejora económica fuera el centro de su fortaleza? Una vez que ese consumo y esa fortaleza económica disminuye genera malestar social muy fuerte en el ciudadano común ¿Cuanto se debe seguir apostando a esa construcción cultural?
Mejorar la calidad de la vida y que la gente tenga un ingreso que le permita vivir dignamente, pero al mismo tiempo hay que poder dialogar con la gente en qué sociedad queremos vivir, en que planeta queremos vivir, que cuidado queremos tener. El FA hizo reformas estructurales muy profundas, la reforma del Sistema Integrado de Salud, hoy no nos acordamos pero los trabajadores públicos pagaban su mutualista y la de sus hijos, hoy aportan una parte de su salario y solidariamente pagamos los que ganan más, los que ganan menos, donde todos estamos abarcados. Antes tenía que pedir una tarjeta de pobre, esos cambios son estructurales. En el sistema tributario, hubo un cambio estructural, mirás la matriz energética y hubo un cambio estructural, si mirás el gasto por alumno en la educación se duplicó, si vez que cada niño tiene una computadora, y que a los jubilados se les implementó el Plan Ibiripitá, que empezó un Sistema Nacional de Cuidados, son reformas estructurales que piensan en una sociedad de mayor inclusión, al mismo tiempo, si nos gana la lógica solo de medir los resultados solo en términos económicos nos puede pasar de perder una elección a pesar de haber logrado todas estas conquistas. Si ves el spot que ahora hizo Uruguay XXI, ves todas las transformaciones de Uruguay, hechas por los gobiernos del FA que el gobierno del PN lo utiliza para que la gente venga a invertir a Uruguay, porque Uruguay es un país que da garantías jurídicas. Ese comercial que hizo Uruguay XXI, si fuera un spot de campaña del FA sería una campaña muy buena. Lejos de ser una década perdida la última década, fue una década ganada. Luego ¿ese progreso fue sintetizado por la sociedad uruguaya? No, de hecho en la autocrítica que hace el Congreso del FA, coloca estos temas como temas que hay que revisar. Si hay que revisarlos, es revisar para hacerlos mejor y construir una sociedad con estos valores que planteo, supone una discusión de la hegemonía cultural, no es solo cuestión de vivir mejor, sino vivir mejor colectivamente y volver a la lógica de la solidaridad, de la condescendencia, y del amor por el compañero, por el vecino, por el que trabaja al lado, es una cuestión fundamental para tener una sociedad más integrada.
Vamos a ver el producto que tenía Uruguay 2004 y cual tiene en 2019 cuando entrega el gobierno. En términos de Producto Bruto Interno, veamos cual era el salario en 2004 y cual es en 2019, veamos la cantidad de trabajo que había en 2005 y con cuanto se entregó en 2019. Veamos cual era la circunstancia de los locales escolares y liceales en 2005 y cual era en 2019.
¿Cuánto desde el gobierno del FA se pecó de soberbia? La izquierda como los paladines de lo mejor de la sociedad uruguaya, la gente lo cuestionaba, se empieza a ver que en los gobiernos del FA había irregularidades, elementos de corrupción, administraciones de bienes públicos que representaron pérdidas millonarias. Desilusión en el electorado que depositó la confianza en el gobierno de izquierda ¿esto es identificado?
Fue parte de la autocrítica, errores evidentemente hubo, de alguna manera fueron juzgados, no sé si denominarlos soberbia, si fue así no tendría problema de corregir aquellas actitudes que nos hicieron perder sintonía con la sociedad. Vamos a ver el producto que tenía Uruguay 2004 y cual tiene en 2019 cuando entrega el gobierno. En términos de Producto Bruto Interno, veamos cual era el salario en 2004 y cual es en 2019, veamos la cantidad de trabajo que había en 2005 y con cuanto se entregó en 2019. Veamos cual era la circunstancia de los locales escolares y liceales en 2005 y cual era en 2019.
El anhelo hoy es tener el mismo salario que se tenía en 2019, año en que se cambió el gobierno. Va a haber media década perdida en términos de ingresos económicos sobre todo de asalariados, de jubilados, de aquellos que vivimos de salarios fijos.
¿Y por qué perdieron la elección?
En cierta medida por la falta de sintonía. La gente ya hoy añora vivir como en 2019, la gente quiere que las cosas valgan como valían en 2019, la gente no quiere haber perdido los 18 jornales que perdió durante un año, las maestras, las profesoras, la gente empieza analizar como un retroceso. El anhelo hoy es tener el mismo salario que se tenía en 2019, año en que se cambió el gobierno. Va a haber media década perdida en términos de ingresos económicos sobre todo de asalariados, de jubilados, de aquellos que vivimos de salarios fijos. Esto lo va midiendo el pueblo uruguayo también.
¿Vos decís que la gente se equivocó cuando cambió al FA?
No, la gente no se equivoca, los partidos tienen la obligación no solo de hacer para la gente sino de hacerlo con la gente, pero cualquier país de América Latina quisiera recibir de manos de un gobierno de izquierda, el gobierno que recibió Lacalle Pou.
En caso de ganar ¿Cómo imaginas esa presidencia?
De puertas abiertas. Si insisto con ser la voz de la gente, es porque vamos a tratar de dar la mayor parte de nuestro tiempo en que la gente ingrese a nuestros locales, se conformen nuevos comités de base donde no los hay, fortalecer los que hoy están y que los jóvenes ingresen masivamente a la militancia y para eso hay que generar las condiciones, escuchar a los feminismos, a las organizaciones vinculadas a la vivienda, a FUCVAM, escuchar a los trabajadores, a los pequeños y medianos empresarios, a los pequeños y medianos productores y a los empresarios en general, para empezar a tener una lógica de ida y vuelta con la sociedad, para que si nos toca reconquistar el gobierno, no solo tengamos un programa sino un partido en condiciones de ser conexión con la sociedad. Creo que allí debe haber existido de los principales problemas. Toda la comunicación no puede quedar en manos del gobierno, tiene que haber partidos accionando y conversando con los vecinos y también conocer cuáles son los problemas para transmitirlos. El gobierno tiene que escuchar al partido por el cual llegó al gobierno.
Fuente : lr21.com.uy