Doce años después de que ocurriera el abuso, la víctima inició una causa en la Justicia que prescribió por el viejo Código Penal.
Después de haber compartido su relato sobre la violación en grupo de la que fue víctima a los 15 años, el pasado 4 de enero de 2023 Milagros dio su testimonio al Canal 2 de San Carlos. En diálogo con el periodista Kevin Rodríguez, la trabajadora social explicó cómo se animó a denunciar la situación por la que sufrió depresión y estrés postraumático y por qué elegía mediatizar su historia en aquel momento.
El pasado 25 de octubre, Milagros se suicidó. Colectivos feministas de Maldonado harán este viernes 1° de noviembre una sentada colectiva frente a la comisaría para pedir justicia. Será a las 18:00 horas, en “silencio”.
El caso
Milagros se animó a hacer la denuncia pública sobre su violación 12 años después, tras sentirse “apoyada” por una testigo clave cercana a los cinco varones que denunció. En el momento del supuesto delito eran menores de edad, excepto uno.
“Nunca me había animado a afrontar [la situación]. No había tenido la fuerza que se necesita para poder hacer la denuncia. En ese momento, las herramientas no eran las mismas con las que contamos hoy en día”, había dicho la mujer al noticiero de San Carlos.
En 2022, Milagros denunció penalmente la situación ante la fiscalía de la mujer, en Montevideo, donde vivía. Pero sintió “una gran decepción”: le dieron pocas esperanzas, aunque sostuvo que tenía pruebas, testigos e incluso cómplices. De todos modos, el expediente fue derivado a Maldonado, donde se produjo el hecho.
Sin embargo, el caso se cerró ese mismo año porque el delito había prescripto, ya que la situación había ocurrido bajo la legislación del viejo Código Penal. Fuentes de la causa dijeron a Montevideo Portal que la Justicia “no hizo nada” y aseguran que no se investigó el caso.
De todos modos, Milagros insistió en ir por la vía judicial. “Yo voy por ese camino porque me parece que lo que a mí me sucedió no prescribió”, había dicho.
La víctima llegó a la Justicia después de que una persona “cercana” a los agresores a los que denunció la apoyara. “A partir de eso pensé que estaba sintiendo el apoyo que no sentí hace 12 años”, dijo Milagros, y recordó que “mucha gente lo supo en su momento y, en parte, fue cómplice”.
Con el apoyo de la persona cercana a los denunciados, volvieron también sus “traumas de los 15 años”. Milagros sufrió depresión y estrés postraumático: los trató con terapia, un “proceso de sanación” que le dio la “fuerza” para verbalizar la situación, y también para “evitar que esto siga sucediendo”.
En concreto, el relato de la víctima en 2022 señalaba que hacía 12 años había sido invitada por un amigo y compañero de inglés a la casa de otro joven, en el edificio Parquemar R de Punta del Este. Cuando llegó a la reunión junto con una amiga, había cuatro varones. Todos, menos uno, asistían al mismo liceo en Maldonado.
Una vez en el lugar, a Milagros le ofrecieron alcohol, algo que la “shockeó”. Tomó un “trago de una bebida fuerte”, pero no recordaba “haber tomado tanta cantidad como para quedar en el estado” en el que quedó. Fue al baño, mareada, y uno de los jóvenes entró.
“Lo siguiente que recuerdo son flashes, recuerdos de imágenes, de estar desnuda tirada en un baño, de que manipularan mi cuerpo como querían, de que me trataran como si fuese un muñeco. Hicieron conmigo lo que quisieron, y a eso no le pongo duda”, dijo la joven.
La situación quedó registrada con fotos y videos que los agresores denunciados por Milagros después difundieron sin su consentimiento. “Esa noche no solo fui violada: fui ultrajada, me arrebataron mi inocencia, me cosificaron y me expusieron como si fuese un trofeo”, expresó.
Asimismo, la joven aseguró que “la maldad trascendió mucho más allá de lo que fue la violación en sí”. “Algo que es realmente triste y desgarrador para una, lo tomaron como un chiste y se rieron muchos años después de eso, lo difundieron a una cantidad de gente que sé que si lo está viendo se va a acordar de mi caso porque sé que llegó a muchas personas, tanto los videos y las fotos como del ‘chisme’”, relató a un canal de televisión local.
Milagros no habló antes del tema porque no sintió la “confianza” de contárselo a nadie. Sin embargo, “sufrió mucho”, en silencio. En 2023, después de viralizar su relato, la víctima contó que había tenido intentos de autoeliminación.
“Yo sufrí mucho, pero sé que por ahí no es el camino. Sé que hay otras formas, que se puede contar con el apoyo y se puede denunciar de otras formas. La salida no es el suicidio”, había dicho Milagros.
Ella, que se recibió como trabajadora social, sostuvo que entendía “la depresión por la que pasa una víctima de violencia doméstica” y sabía “que muchas víctimas después terminan en suicidio porque no sienten el apoyo que deberían de sentir en el momento en el que sucede”.
La vuelta a la Justicia
Según consignó La Diaria, hace tres meses Milagros había vuelto a consultar a conocidos, amigos y organizaciones feministas sobre asesoramiento legal. Personas cercanas a la víctima señalaron al medio que a principios de agosto la joven había dicho que “quería reabrir el caso, que había hecho muchos años de terapia, pero que necesitaba algún tipo de justicia para estar en paz”. Y pidió ayuda a una amiga que conoció en una maestría del Centro Universitario Regional Este y la ayudó a buscar contactos para seguir con la causa.
En esa búsqueda, la víctima y sus amigas encontraron un abogado de Maldonado que recibió los documentos judiciales del caso, pero no lo tomó porque no se volvieron a comunicar con él.
Feminismo Uruguay indicó en sus redes sociales que uno de los denunciados negó los hechos y cuestionó el relato de la víctima después de haberse quitado la vida. Desde que la causa se mediatizó, ninguno hizo declaraciones públicas, aunque desde el entorno sostienen que el relato de la víctima no coincide con su versión.
La historia de Milagros volvió a hacerse viral en redes sociales por colectivos feministas que reclaman justicia.
Fuente ; Causa Abierta