La Copa Sudamericana tiene nuevo dueño: es el Racing Club de Avellaneda, que derrotó en la final a Cruzeiro de Belo Horizonte por 3 a 1, para coronarse por primera vez como el mejor de este torneo y volver a ganar un título internacional tras 36 años. La final, disputada en el Estadio General Pablo Rojas “La Nueva Olla” de Asunción del Paraguay, tuvo un desenlace dramático e incluyó un gol del uruguayo Gastón Martirena.
El partido tuvo un arranque vertiginoso por parte del equipo argentino, que convirtió a los 3’ por intermedio de Martirena. Momentos después, el árbitro uruguayo Ostojich anuló el gol tras la confirmación vía VAR de una posición adelantada al inicio de la jugada. La instancia invalidada no afectó al equipo argentino, que encontró ahora sí el gol a los 15’ a través de Martirena: el ex Liverpool levantó un centro que se coló por detrás del arquero Cassio, que nada pudo hacer para evitar el 1 a 0. Cinco minutos después, Salas envío un pase al medio del área para Adrián Martínez, que empujó la pelota para marcar el 2 a 0. El equipo brasileño, golpeado, reaccionó con alguna ocasión aislada antes del final del primer tiempo, pero sin llegar a inquietar demasiado a su rival.
Cruzeiro salió a jugar la segunda parte con claras intenciones de plantarse en campo rival, y así fue que a los 52’ consiguió el gol del descuento cuando Kaio Jorge cabeceó y estuvo atento para capturar el rebote que dio Arias, rematando de zurda. De ahí en más Racing pudo aumentar de contragolpe pero desperdició chances, y cuando los últimos minutos eran de dominio brasileño, Roger Martínez sentenció la final en un contraataque a los 95’. El equipo campeón de Gustavo Costas formó con: Gabriel Arias, Gastón Martirena, Marco Di Cesare, Agustín García Basso, Gabriel Rojas, Juan Nardoni, Santiago Sosa, Agustín Almendra, Juan Fernando Quintero, Adrián Martínez y Maximiliano Salas.
El Telégrafo