El dirigente del Partido Nacional en Salto, Gustavo Lapaz, ha generado un fuerte debate interno al exigir públicamente la renuncia de Alejandro Secco como presidente de la Comisión Departamental del partido. A través de un mensaje difundido en redes sociales, Lapaz expresó duras críticas hacia la gestión de Secco, acusándolo de falta de representatividad y señalando que su designación responde a decisiones tomadas «a dedo por un sector» del partido.
En su declaración, Lapaz subrayó que Secco no cuenta con el apoyo necesario para liderar al Partido Nacional en Salto. «El Sr. Secco no tiene ningún voto por la gente», manifestó, reflejando la creciente disconformidad que algunos sectores del partido han venido acumulando en torno al liderazgo del actual presidente. Además, el dirigente hizo un llamado urgente a la autocrítica interna y a convocar a la Comisión Departamental para redefinir el rumbo de la colectividad.
El mensaje de Lapaz llega en un momento clave para el Partido Nacional en Salto, que enfrenta retos significativos tanto a nivel departamental como nacional. La solicitud de su renuncia se enmarca en la búsqueda de una conducción más democrática, participativa y representativa que, según Lapaz, permita trabajar en conjunto con todos los sectores del partido. «Autocrítica ya», insistió el dirigente, dejando claro que considera fundamental un cambio inmediato en la dirección del partido.
Las declaraciones de Lapaz no solo apuntan a cuestionar la figura de Secco, sino también los métodos utilizados para seleccionar a los líderes en la interna partidaria. Estas críticas han abierto la puerta a un debate más amplio sobre los mecanismos democráticos dentro del Partido Nacional y sobre la necesidad de mayor transparencia en la toma de decisiones.
Hasta el momento, Alejandro Secco no ha emitido una respuesta oficial a estas declaraciones. Sin embargo, la presión ejercida por referentes como Lapaz podría forzar al presidente a pronunciarse en las próximas horas. La situación también pone en evidencia las divisiones internas que atraviesa el partido, donde las voces críticas parecen ganar cada vez más terreno.
El futuro de esta disputa interna dependerá, en gran medida, de la postura que adopten las bases partidarias y otros dirigentes locales. Mientras tanto, las miradas están puestas en los próximos movimientos de la Comisión Departamental y en la posibilidad de una reorganización interna que permita superar estas tensiones.
Este episodio representa un momento de inflexión para el Partido Nacional en Salto, que deberá decidir entre mantenerse en la actual conducción o dar paso a nuevos liderazgos que logren consolidar una mayor unidad y proyección política en el departamento.