A sus 66 años, Stone no solo es un ícono de Hollywood, sino también un símbolo de fortaleza, reinvención y esperanza.
Sharon Stone se animó a compartir uno de los episodios más difíciles de su vida: el derrame cerebral que sufrió hace 23 años y que casi termina con su carrera y su vida. “Me dieron un 1% de posibilidades de sobrevivir”, recordó la actriz.
La hemorragia cerebral, causada por la ruptura de una arteria, la dejó al borde de la muerte. Durante su hospitalización, enfrentó un pronóstico incierto.
«Leí en una revista que tendríamos que esperar 30 días para saber si iba a vivir o morir», confesó en una reciente entrevista con la BBC.
Al regresar a casa, tuvo que aprender nuevamente a caminar, hablar y realizar actividades básicas.
Pero este no fue el único desafío que la vida le presentó.
Stone también enfrentó problemas financieros y una dura batalla legal por la custodia de su hijo adoptivo, Roan.
A pesar de todo, la actriz de 66 años asegura que ha salido fortalecida de estas experiencias.
“Ha pasado tanto tiempo y todo salió OK… todos llegamos a la orilla”, dijo, reflexionando sobre su resiliencia.
“No lo sabes, pero lo vas a lograr”. Ese sería el mensaje que le daría a su yo más joven, una frase que dice haberse tatuado simbólicamente en el interior de los párpados.
Tras recuperarse, Stone transformó su vida y se volcó en el activismo. Su labor filantrópica en la lucha contra el VIH y el sida le valió en 2013 el Premio de la Cumbre Nobel de la Paz. Más recientemente, comenzó un nuevo capítulo como pintora, exhibiendo sus obras en galerías de todo el mundo.
“Pintar es muy envolvente, simplemente maravilloso”, explicó sobre su nueva pasión, que descubrió durante la pandemia. Sus cuadros, grandes y audaces, reflejan su espíritu transformador.
Sharon Stone asegura que la resiliencia está en elegir la alegría, incluso en los momentos más oscuros. «Te caíste. Levántate. Alguien te empujó al suelo. Ahora quieren ayudarte a levantarte. Déjalos», aconseja.
Causa Abierta
