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domingo 22 diciembre 2024
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IVA Personalizado. ¿Quiénes ganan y quiénes pierden?

Proponen un IVA universal del 21% con devolución electrónica para aliviar el pago al 30% más pobre, aumentando la recaudación.

Un documento publicado en 2022 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) analiza los beneficios de reformar el régimen tributario de Uruguay para instalar un IVA personalizado.

Este trabajo fue elaborado por los economistas Alberto Barreix, Martín Bes, Oscar Fonseca, María Fonteñez, Dalmiro Morán, Emilio Pineda y Jerónimo Roca.

En uno de los escenarios simulados, propone una tasa universal de IVA de 21%, lo que aumentaría la recaudación y permitiría mediante un mecanismo de devolución electrónica aliviar el pago del impuesto para el 30% más pobre de la sociedad.

Actualmente en Uruguay el IVA tiene una tasa básica del 22%, una tasa mínima de 10% para productores de primera necesidad como medicamentos, transporte terrestre y otros. Y hay productos y servicios de primera necesidad como leche, alquileres, cargo básico de electricidad y agua, gasolina, entre otros, que están exonerados del pago de IVA.

Más de la mitad del consumo de los hogares, precisamente el 57%, está gravado a la tasa general del IVA del 22%; el 24,8% está exonerado y el 18,2% restante está gravado a la tasa mínima del impuesto que es 10%.

Cuando se arma la estructura del consumo por decil, el trabajo concluye que quienes se benefician con un mayor porcentaje de las exoneraciones son los hogares de más altos ingresos, dada su mayor participación en el consumo de los bienes y servicios exonerados. El 40% de más bajos ingresos se beneficia con el 32,7% de las exoneraciones mientras que el 20% de mayores ingresos se beneficia con el 26% de ellas.

La propuesta de un IVA personalizado consta de tres elementos. El primero es la ampliación de la base imponible. El segundo elemento de la propuesta es tender a una tasa única de IVA. El tercero es la implementación de una transferencia que compense a los deciles de menores ingresos por el aumento de la imposición consecuencia de la generalización de la base y/o la uniformización de la tasa. Este último punto requiere determinar el monto del alivio por otorgarse identificar a los beneficiarios del mismo.

Según los autores la propuesta aumenta la recaudación del IVA, una parte de la cual se transfiere a la población más pobre para compensarla y la restante financia la provisión de bienes públicos de calidad. “La generalización de la base y/o la uniformización de la tasa facilitan la administración del impuesto, y la determinación del monto de la transferencia a realizar a los deciles más pobres responde a un criterio objetivo y no resulta invasiva con respecto a las decisiones de consumo de los individuo”, sostienen.

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