El primer ministro Boris Johnson confirmó la muerte «de al menos un paciente» por la variente ómicron del Covid, entre los 3.132 casos identificados hasta la fecha en el Reino Unido.

El secretario de Salud Sajid Javid informó por su parte que se habían producido al menos diez hospitalizaciones en Inglaterra y que la variante se estaba extendiendo rápidamente.

«Tenemos que dejar de lado la idea de que estamos ante una versión más suave del virus y reconocer que su avance entre la población se está acelerando», advirtió Johnson durante su visita el lunes a un centro de vacunación en Paddington. «Lo mejor que podemos hacer es ponernos las vacunas del refuerzo».

Johnson anunció el domingo un impulso extra a la campaña para el tercer «pinchazo» del Covid que hasta el momento llega a más de 20 millones de británicos o al 35% de la población (el 89% ha recibido una y el 81% la doble dosis). El «premier» aspira a llegar a un millón de vacunaciones diarias con la meta de llegar a todos los mayores de 18 años antes del 2022.

Por primera vez desde el mes de mayo, el Gobierno británico decidió subir la alerta del Covid del nivel 3 al 4 (el máximo es el 5) por la propagación de la variante ómicron y ante el temor de que los casos diarios de Covid vuelvan a dispararse por encima de los 50.000 diarios. Los científicos del comité SAGE recomendaron nuevas restricciones por temor a que el número de hospitalizaciones diarias supere las 2.500 en enero y vuelvan a poner en una situación límite a los hospitales.

El Sistema Nacional de Salud (NHS) canceló la mayoría de las operaciones no urgentes en el mes de diciembre para volcarse en la campaña del «booster» o tercera vacuna de refuerzo. Hasta 750 soldados serán movilizados en las próximas tres semanas para acelerar la administración de vacunas.

Entretanto, Boris Johnson se enfrenta al caos político creado por el «Partygate» (el escándalo de las fiestas del Covid en las Navidades del 2020) y a la rebelión de al menos 60 diputados conservadores del ala dura contra las nuevas restricciones cuando sean votadas el martes en el Parlamento.

Aun así, y gracias a los votos del Partido Laborista, el «premier» sacará previsiblemente adelante el así llamado «Plan B», que entró realmente en vigor el lunes con la recomendación de «trabajar desde casa». Desde esta semana, las mascarillas son obligatorias en cines y teatros y el pasaporte Covid es necesario para poder entrar en discotecas y estadios de fútbol.

Johnson planea posiblemente ir más allá el 18 de diciembre con el así llamado «Plan C», que introduciría nuevas restricciones en los pubs y los restaurantes y podría suponer la cancelación de celebraciones masivas durante las fiestas navideñas en Inglaterra.

Gales y Escocia ya han anticipado que implantarán nuevas restricciones ante la Navidad por hacer frente al «tsunami del ómicron», en palabras de la ministra principal escocesa Nicola Sturgeon.

fuente : grupomultimedio.com

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