La denuncia la realizó la exencargada de la Oficina Regional de Enlace de Inteligencia (RILO) de la Dirección Nacional de Aduanas. Pesa sobre el director nacional Jaime Borgiani, y otros funcionarios.
Los episodios que narra la funcionaria en la denuncia comenzaron a realizarse a partir del 2020: “malos tratos verbales, ninguneo continuo, difusión de rumores recurrentes, burlas de mi persona públicamente, humillaciones en reuniones, dudas constantes de mi capacidad profesional; acompañado de cambios constantes en mi trabajo, agregando tareas que me implicaban una mayor responsabilidad, aún fuera de los cometidos de mi cargo”.
Existen grabaciones en conversaciones con Jaime Borgiani y Diego Casella, algunos referidos a los hechos en cuestión “por comentarios de mis médicos tratantes en cuanto a las dificultades por falta de pruebas para determinar el acoso laboral y racial o un posible delito y más en mí caso que eran con altas autoridades, las mencionadas se realizaron todas en el ámbito público entre funcionarios públicos en el correr de nuestras tareas diarias”.
Uno de los denunciados le había contado en dos oportunidades que había soñado con ella teniendo sexo bajo unas palmeras pero que el acto se interrumpía porque aparecía su hijo.
Asimismo, la exencargada de RILO cuenta que en febrero de 2020 hubo un “mal manejo o filtración de información” de la unidad, le envía un mal a Borgiani, previa comunicación verbal con Casella, “solicitándole un cambio de procedimiento y mencionándole una posible fuga de información de las personas que tuvieron en su poder el mail, que habría revelado datos”.
Pero ante esta situación, dice la funcionaria, Borgiani” verbalmente dice que no es un caso de su administración, y que da la orden de que en adelante no existe ningún pase de información desde el Departamento RILO que muestre los contactos y los nombres de las personas que se intercambiaron”.
Además, la exencargada de RILO afirma en su denuncia que a raíz de la filtración “recibo una llamada de una periodista, consultándome esa situación, lo que me pone muy nerviosa sintiéndome totalmente desprotegida, ya que se trataba de un caso de crimen organizado en donde se habían filtrado datos”.
Según detalla El Observador, la información filtrada en aquel entonces está vinculada al caso del empresario Martín Mutio, acusado de trasladar 4.5 toneladas de cocaína desde el puerto de Montevideo hacia Hamburgo.
Entre marzo de 2020 y febrero de 2021, durante la pandemia, la funcionaria trabaja desde su hogar ya que es insulina dependiente, aunque los malos tratos no cesaron, afirma la denunciante.
En la denuncia detalla que luego de que Borgiani resolvió que dejara de ser la encargada de RILO, el 1 de febrero de 2021 la citó a una reunión donde le expresó: “Vos te pansas que hables con quien hables van a elegir en el MEF entre Jaime Borgiani o Natalia Oquendo una negrita contadora. ¿A quién van a elegir en el MEF? ¿Quién sos vos”.
La exfuncionaria cuenta también que como resultado de estas situaciones debió iniciar tratamiento psicológico y psiquiátrico. Relató que tuvo desmayos, de los cuales uno ocurrió en el ascensor de la Aduanas y otro funcionario exhibió el video de la cámara de seguridad a otros compañeros, aludiendo a su color de piel ‘la negra, está poseída”, ‘parece el exorcista’”, apuntó la denuncia.
“Fui Diagnosticada con Trastorno de Ansiedad Reactivo. Como consecuencia de lo vivido en la DNA, sufrí una notoria disminución de peso, insomnio, ansiedad, y angustia. Debí ser internada en el Sanatorio Psiquiátrico y Salud Mental Villa del Carmen, donde fui medicada y sometida a diversos tratamientos en pos de mi mejoría de salud”, cuenta la funcionaria entre otros detalles.
La exencargada de RILO debió pedir pase en comisión a INUMET, donde actualmente cumple funciones.
Edificio de la Dirección Nacional de Aduanas en el Puerto de Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
Fuente : m24.com.uy