Los recortes que viven en el día a día los funcionarios de ANTEL, más el hecho que la empresa no vende celular a quien esté en el clearing por cualquier comercio del país y escuchar las historias de los sufridos clientes, son el diario vivir de la empresa de las Telecomunicaciones. Esa realidad está muy lejos de los discursos grandilocuentes que dicen una cosa pero en los hechos es otra.
Por Daniel Roselli
No se nombran nuevos trabajadores y los cargos quedan vacíos, se aumentó el monto para subsidiar un celular, no se hacen recargas y en las sucursales del interior de Antel no hay teléfonos ni computadoras para los funcionarios. La señal en los hogares es cada vez más lenta y una frase común de hoy es “se cayó el sistema”. La empresa está siendo vaciada aunque los discursos y los espacios publicitarios digan otra cosa.
Se busca que ANTEL sea un filtro para los endeudamientos de los uruguayos en el ámbito privado y público en cualquier punto de país. Ello por supuesto que tendrá efectos en una menor clientela. A la hora de venderle un celular, se analiza si el ciudadano está en el clearing de morosos y si llega a aparecer el color rojo, no se le venden teléfonos.
Esta nota fue realizada la semana pasada e impresa en la versión impresa de EL ECO del sábad016 de octubre, mientras el presidente del directorio de ANTEL, ingeniero Gabriel Gurméndez visitaba el departamento de Colonia para inaugurar radiobases en las localidades de Cerro de las Armas y Tala de Miguelete y realizaba conferencias de prensa, en el diario vivir en las sucursales de ANTEL la realidad es muy distinta.
EL ECO realizó una recorrida y dialogó con funcionarios (que obviamente nos reservamos su identidad) y haciendo un punteo para mostrar la diaria, nos dijeron:
-Los compañeros contratados no fueron pasados a función pública como debía ser son alrededor de 200.
-Con el tema de la pandemia no cobramos facturas con efectivo, solo con débito, pero si el cliente va comprar un chip sí se lo vendemos y lo paga con efectivo.
– A cada rato los funcionarios reciben quejas porque las señales están “muy lentas” y se corta.
-No hacemos recargas de ningún tipo solo que sea un nuevo servicio.
-Se sacó el servicio de fax, los funcionarios tienen que enviar a los clientes a las redes de cobranza privada.
-A los funcionarios del interior los proveen de celulares cuando sobran los modelos en Montevideo y en el Este.
-Si se rompe una computadora no hay stock para sustituirla. Tampoco impresoras.
-Un cliente tiene que hacer un contrato de $ 1340 mínimo para que se le pueda subsidiar un celular. “Antes le subsidiábamos 3000 con un contrato de 930 x mes”.
– Los funcionarios señalaron a EL ECO que “ponemos la Cédula de identidad del cliente, y ahí nos sale una planilla donde si la Cédula está en rojo no se le puede vender ningún servicio, si está en verde se le financia hasta el 100% del equipo y si está en amarillo solo hasta $12000 es como que clasifican al cliente a nivel nacional, no solo la situación crediticia con Antel sino con todos los comercios adheridos al clearing, antes se controlaba solo si tenía deuda con Antel”
-Los clientes se quejan mucho del mal servicio de internet. La pregunta es ¿si el deterioro del servicio es accidental o intencional?
-La distribución de las facturas se pasaron al Correo. No hay cabinas con teléfonos públicos ni en Antel ni en la vía pública.
-Si por alguna razón hay que quedarse fuera de hora a los funcionarios no les pagan horas extras.
– Ahora contrataron una empresa de limpieza privada, cuando siempre la limpiadora era funcionaria de Antel.
-La empresa contratada de seguridad una vergüenza total para sus funcionarios. Les dan ropa usada (Uniforme) en muy malas condiciones, no tienen chaleco antibalas, tampoco pueden usar el arma, Antel debería supervisar o contratar empresas con más seriedad…
La gente y su realidad
En la recorrida que efectuó EL ECO por los escritorios de las sucursales de ANTEL, los funcionarios reciben situaciones muy difíciles, con clientes que tienen la necesidad de contar con el celular, sus servicios y por otro lado una realidad económica muy estrecha.
“La gente ha suprimido cantidad de servicios fijos y móviles porque no pueden pagar, se hacen refinanciaciones de deuda todo el tiempo y a 20 meses con sus respectivas multas y recargos…”, señalaron a EL ECO.
Y los escritorios de atención al público se vuelven verdaderos sillones terapeutas, “la gente tiene mucha necesidad de hablar, está muy angustiada y ve un futuro muy negro, falta trabajo, nos piden a nosotros, escuchamos historias increíbles, hay gente con familias grandes o que tienen voluntad de pago, pero sin trabajo seguro es imposible…”
“También escuchás que te dicen: esos comen en las ollas populares y no quieren trabajar… Pero habrá que ponerse en lugar de esa gente, no sé si es tan cómodo… al menos yo no cambio dejar de trabajar para ir a comer a las ollas, y no es por desmerecerlas, todo los contrario, solo que todo es muy complejo, la situación es muy compleja”.
Y cerrando el círculo, “vemos mucha gurisada que va pasada de drogas a querer comprar celulares a sola firma. Lo necesitan y no saben dónde están parados”.
Fuente : elecodigital.com.uy