Unidad 243 de Bomberos Voluntarios de Salto.Tres mujeres y 11 hombres de entre 24 y 67 años trabajan hoy en la Unidad 243 de Salto, que se formó hace dos años. Hay un electricista, conductores profesionales, enfermeros, un comisario mayor retirado de la policía, un ingeniero electrónico, un tornero, y dos profesores de educación física.Entrenan sábados de todo el año y hacen maniobras prácticas; también teóricas cada tres meses, o rescate acuático y descenso en altura.

En la semana se organizan para cumplir las guardias de turno, que son unas cuatro horas semanales pero que requiere una disponibilidad de contacto las 24 horas. Uno de los voluntarios contó que incluso algunos tienen herramientas en sus propios vehículos, para ir como particular a una emergencia.

Estos bomberos voluntarios estan a la orden del Jefe de Destacamento para todo tipo de siniestro, ya sea inundaciones, vientos fuertes, tormentas, incendios forestales, incendios de estructura, rescates o para lo que sea que el Jefe los cite estan a la orden.Para realizar su tarea cuentan con un camion ABT Mercedes Benz 1114 del año 1987 que iba a ser destinado a chatarra, pero que los bomberos voluntarios refaccionaron con $ 100 mil de sus propios bolsillos.

En paralelo, está el destacamento de la Dirección Nacional de Bomberos, que cuenta con más de 20 personas, más allá de que comparten las instalaciones con la Unidad 243.En Uruguay existen también bomberos voluntarios en Paysandú, Fray Bentos y Young, que colaboran con el destacamento oficial de cada departamento. De todas maneras, el voluntariado depende de la Dirección Nacional de Bomberos.

Con tres meses de preparación en la Unidad 243, una persona ya puede empezar a hacer sus primeras armas en el voluntariado de bomberos, aunque luego la capacitación es constante.Durante los incendios forestales que se desarrollaron en zonas de Paysandu y Río Negro los bomberos voluntarios de la denominada Unidad 243, se desplazaron desde Salto para sumarse a los efectivos de los destacamentos de toda la región en el combate al gran incendio.

Participaron en todas las tareas de sofocación, tanto con manguera, con chicote, con mochila de agua y lo hicieron con su unidad propia, el camión 243 (del que tomaron el nombre Unidad 243). El espíritu de Bomberos Voluntarios es ese, estar a la orden para el pueblo y la sociedad sin recibir nada a cambio.

Fuente : Hermanos en armas en la paz y en la guerra Facebook

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