PorDiogo Dantas, O Globo
— Río de Janeiro
Después de 90 minutos de mucha pelea y poco fútbol, Brasil fue eliminado en penales por Uruguay, en cuartos de final de la Copa América, y regresó temprano a casa.
Sin Vinicius Junior, sancionado, la selección brasileña empató sin goles con los uruguayos en el tiempo reglamentario, en Las Vegas. En cargas alternas, 4 a 2 para Uruguay.
Éder Militão y Douglas Luiz fueron desperdiciados para Brasil. A su vez, anotaron Andreas Pereira y Martinelli. En Uruguay lo hicieron Valverde, Bentancur, Arrascaeta y Ugarte. Giménez perdió.
Incluso después de tener un jugador más, Brasil tuvo 20 minutos para matar el partido en el tiempo reglamentario, pero no tenía la competencia para hacerlo. Ahora, Uruguay se enfrentará a Colombia, que ganó 5-0 en Panamá, en la semifinal del miércoles. El otro choque, el martes, será entre Argentina y Canadá.
Brasil llegó invicto a cuartos de final, después de siete partidos con Dorival Júnior desde que asumió el mando del equipo, pero no mostró gran entusiasmo en la Copa América. El equipo venció a Paraguay, pero empató con Costa Rica y Colombia y terminó segundo en el Grupo D.
Cómo fue el juego
La rivalidad agudizada por el mejor momento de Uruguay frente a Brasil propició un primer tiempo marcado por una demostración de más virilidad que talento.
Hubo competencia por el espacio, fuertes entradas, intentos de conexión directa y poca inspiración. El juego más vertical de Brasil no funcionó al principio. Con el balón presionado, hubo muchos pases equivocados y poco control sobre el campo contrario.
Sin Vinicius Junior, sancionado, Endrick comenzó su primera aparición como titular con la selección intimidado por la defensa uruguaya, más tirado en el suelo que de pie. Rodrygo, abierto por la izquierda, tampoco apareció.
Además de la mayor fuerza en el marcaje en su campo, Uruguay adelantó a los delanteros para asfixiar a Brasil, sobre todo con De La Cruz. Y se impuso en la disputa por el balón en el medio, aunque con más faltas.
En este escenario, Brasil no tenía juego con los laterales, los mediocampistas jugaban mucho de espaldas y los atacantes no lograban atrapar el balón por delante.
La construcción más sostenida del juego fue inicialmente por parte de Uruguay, con Pelistri realizando buenos ataques por la espalda de Arana. Con Darwin Núñez como referente, este tipo de juegos tenían más sentido para el equipo de Bielsa que para el de Dorival Junior.
Oportunidades perdidas
Uruguay se asustó con un cabezazo de Darwin Núñez, que Militão desvió casi en su propia portería. También fue por un fallo de la defensa uruguaya que Brasil enfrentó peligro, pero Endrick tardó en rematar.
A los 34 minutos, casi un gol para cada lado. En un centro, Ñunez falló de cabeza, libre, tras un error de Militão. En el contragolpe posterior, Raphinha se lanzó, entró en el área, pero remató presionado, deteniéndose en el portero.
Hasta entonces, el lateral derecho de Brasil era el más agudo. Aun así, sin construcción ni posesión de balón. En la feroz disputa, Paquetá fue otro que no logró mostrar su calidad. Fue golpeado, es cierto, pero también golpeó, y fue el único con tarjeta amarilla en la primera parte.
En la primera mitad, algo física, Brasil logró ser más rápido por momentos. Como el balón que Raphinha, una vez más, aprovechó y desvió el balón ante la parada del portero Rochet.
Fue grande la voluntad de ambos equipos de repetir el mismo tipo de juego en la segunda parte. Y ahora, además del juego feo por la virilidad, también se desorganizó por el cansancio físico. Era solo un espacio para aparecer y la falta la cometió el equipo contrario.
El detalle que pudo ser decisivo en el partido fue la expulsión de Nández en el minuto 28 del segundo tiempo, por una dura falta sobre Rodrygo, tras revisión del VAR. Con uno menos, Bielsa apostó por un Uruguay más profundo, con Arrascaeta en lugar de Darwin Núñez, y Varela en lugar de Pellistri.
Fue el momento en que Brasil finalmente logró quedarse con el balón. Dorival respondió a los cambios con la entrada de Savinho, Andreas Pereira y Douglas Luiz, eliminando a Paquetá, João Gomes y Raphinha. Poco después, Martinelli y Evanilson ocuparon el lugar de Rodrygo y Bruno Guimarães. De todos modos, sin dos centrocampistas originales, el equipo se soltó en los minutos finales. Sin embargo, no produjo resultados y el equipo de Dorival Júnior fue eliminado en los penaltis.
Fuente : O Globo