Un estudio reciente liderado por el University College London (UCL) ha revelado el impacto significativo del tabaquismo en la longevidad, destacando que cada cigarrillo podría reducir la vida de una mujer en 22 minutos y la de un hombre en 17 minutos.
Los hallazgos, publicados en el Journal of Addiction, superan las estimaciones previas que situaban la pérdida en aproximadamente 11 minutos por cigarrillo.
La investigación, encargada por el Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido, analizó datos actualizados sobre la salud poblacional y confirmó que el daño causado por el tabaquismo es acumulativo. Según los científicos, abandonar este hábito incluso por períodos breves puede tener beneficios significativos en la esperanza de vida.
Por ejemplo, dejar de fumar desde el 1 de enero hasta el 8 de enero podría salvar un día completo de vida, mientras que una abstinencia mantenida hasta agosto podría representar un mes adicional.
Sarah Jackson, investigadora principal del Grupo de Investigación sobre Alcohol y Tabaco de UCL, destacó que “cuanto antes una persona deje de fumar, más tiempo y calidad de vida podrá recuperar”. Asimismo, subrayó que los fumadores enfrentan una brecha promedio de una década en la salud frente a los no fumadores.
El estudio también evidenció que fumar acelera la aparición de enfermedades crónicas como cáncer, afecciones cardiovasculares y problemas respiratorios, lo que acorta los años saludables de mediana edad. Según Jackson, un fumador de 60 años presenta un perfil de salud comparable al de un no fumador de 70 años.
Por otro lado, se enfatizó que no existe un nivel seguro de consumo de tabaco. Incluso quienes fuman un solo cigarrillo al día enfrentan un riesgo de enfermedad cardiovascular solo un 50% menor que quienes fuman un paquete completo diariamente.
Investigaciones anteriores publicadas en la National Library of Medicine estimaron que un hombre que fuma regularmente desde los 17 hasta los 71 años podría consumir más de 311.000 cigarrillos a lo largo de su vida.
Estos resultados refuerzan la urgencia de las campañas para combatir el tabaquismo y los esfuerzos por sensibilizar sobre sus riesgos para la salud.
