Por Aníbal Falco
Apenas unos segundos habían pasado de la hora 20:30 cuando terminó la veda electoral y la explosión festiva fue total. Fue ese el momento donde se confirmó que Yamandú Orsi será el próximo presidente de la República y que el Frente Amplio recuperó el gobierno nacional después de cinco años.
A diferencia de lo que había ocurrido en octubre, la actitud de los principales dirigentes de la coalición de izquierda era diferente. Las encuestas habían anunciado una paridad, en algunos casos de menos de 15.000 votos, aunque siempre a favor de Orsi.
No obstante, la sensación que reinaba entre los principales dirigentes de la oposición era “rara” sobre la hora 19:30, una hora antes que se confirmara la victoria, confesó a Montevideo Portal el intendente de Canelones, Marcelo Metediera, quien justamente asumió el cargo tras la renuncia de Orsi para lanzarse a la carrera presidencial.
Así las cosas, mientras los militantes iban acercándose a la rambla, donde estaba el escenario dispuesto a pocos metros del NH Columbia, entre los principales dirigentes frenteamplistas manejaban la misma sensación: una tensa calma.
La mayoría manifestaba un mismo sentir. Había confianza en la victoria, pero la contención era notoria.
El Frente Amplio creía que podía ganar la elección, pero a diferencia de lo que había ocurrido en la primera vuelta de octubre, sus principales dirigentes no se querían pasar de “sobreexpectativa”.
“Muchos nervios”. Así lo resumió a Montevideo Portal el secretario general de la Intendencia de Canelones, Francisco Legnani, minutos antes de las 20:00.
No obstante, apenas pocos minutos después, los primeros resultados comenzaron a manejarse en el búnker del Frente Amplio.
La suma de la proyección que daba la Usina de Percepción Ciudadana —aunque aún no oficialmente—, más la que manejaba el comando procesador de escrutinios de la fuerza política, daban un margen de 3% en la diferencia entre Orsi y Delgado.
A partir de ese momento, de esa coincidencia, se produjo el desenlace más esperado. El humor pasó de la tensión a un silencioso optimismo, que no se decía, pero se divisaba en los gestos de los rostros de algunos dirigentes.
Había alivio, no porque no se creyera en la victoria, sino más bien porque hay poca cosa más desgastante que la tensión de lo pendiente y el estrés de lo no alcanzado.
Por ese momento ya había números que daban una ventaja indescontable, pero fue sobre la hora 20:30 que explotaron en festejos los militantes que habían llegado a la rambla apenas se conocieron los resultados de las principales encuestadoras. Ni un minuto más, ni uno menos. Fue a las 20:30.
Mientras tanto, momentos después comenzaron a bajar a las puertas del NH Columbia los principales dirigentes frenteamplistas. Esta vez, eufóricos, fundidos en abrazos y en una emoción incontenible.
La vicepresidenta del Frente Amplio, Verónica Piñeiro, lagrimeando, pide un instante antes de una primera reflexión. “Dame un segundo, por favor, que quiero hablar con mi madre”, dice a Montevideo Portal.
Después, busca resumir el proceso político de los últimos cinco años. “Corona un proceso largo que llevó adelante el Frente Amplio a partir de 2019. Hubo una autocrítica con la que logramos aprender como fuerza política. Hubo una política y un liderazgo político que nos permitió recomponernos luego de la derrota electoral, acción que no es típica de los partidos de izquierda. Se corona el trabajo realizado por toda la militancia organizada de compañeros y compañeras para poner al Frente Amplio de nuevo en el gobierno. Con Yamandú electo presidente y Carolina vicepresidenta”, dice la dirigente.
Luego de haber recibido el llamado del primer mandatario, Luis Lacalle Pou, y de su competidor, Álvaro Delgado, finalmente el presidente electo se dejó ver en el NH Columbia.
Después de bajar del sexto piso, desde donde siguió junto a su comando y su compañera de fórmula los resultados electorales, el exintendente de Canelones apareció por primera vez minutos antes de las 22:00, mientras sonaba 840 de Rodrigo por los parlantes del acto frenteamplista.
Con brazos alzados, festejos y aplausos, saludos, Orsi y Cosse demoraron más de unos minutos en terminar de bajar los poco más de 20 escalones que separaban la planta baja del primer piso del hotel.
El candidato, ahora presidente electo, se mostró unos segundos ante la prensa para de inmediato dirigirse al escenario sabiendo que el estrés de lo pendiente ya era cosa del pasado y el objetivo trazado por el Frente Amplio de volver al poder después de cinco años se había cumplido.
“¡Sabremos cumplir!”, finalizó Cosse su discurso replicando parte del slogan de campaña antes de darle paso a Orsi para que se dirigiera a los miles de frenteamplistas que por tercera o cuarta vez en la noche cantaban “presidente, presidente, presidente”.
“Y a pesar de la lluvia, está aclarando el horizonte”, comenzó el presidente que asumirá el próximo 1° de marzo de 2025.
Así, al igual que hace 15 años, la lluvia sobre la rambla montevideana «bendecía» a un nuevo presidente frenteamplista.
En la noche del 29de noviembre de 20009, en el mismo hotel NH Columbia, Tabaré Vázquez se fundía en un abrazo con José Mujica, a quien el 1o de marzo siguiente le entregaría la banda presidencial.
Al igual que anoche, una intensa lluvia de primavera se descargó sobre los militantes que festejaban ante el búnker de la fuerza izquierdista.
Causa Abierta