Según la demanda, la investigación dejó al descubierto que en el policía mintió en su declaración ante la Justicia.
En las próximas horas, se presentará una demanda contra el Ministerio del Interior, por lo que entienden fue una “ejecución salvaje” de un funcionario policial durante una persecución.
El documento que será presentado ante la Justicia explica que, “el pasado día 5 de junio de 2019, el ahora fallecido resultó alevosamente muerto mediante un disparo de arma de fuego en la nuca, proveniente de un funcionario policial en el ejercicio de su función”.
“Este brutal hecho criminal, luego de la investigación desarrollada por Fiscalía de Homicidios, (…) culminó con la confesión de los hechos por parte del funcionario policial, y la consiguiente formalización y condena del Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal de 45º Turno”.
Según supo Montevideo Portal, al funcionario policial, identificado con las iniciales M. A. B. P “se le imputó la comisión de un delito de homicidio, en calidad de autor, a título de dolo directo”. Se le impuso una pena de cinco años de penitenciaría por el crimen.
Montevideo Portal intentó saber más del incidente, y supo en base a fuentes de Fiscalía, que el fatal desenlace ocurrió el 5 de junio de 2019. “El ahora fallecido, de 32 años y con antecedentes penales, abordó un ómnibus de la línea 100 de la empresa Cutcsa. Todo lo que lo que sucedió arriba del ómnibus quedó grabado”, indicaron las fuentes.
El texto de la demanda señala que “el conductor del ómnibus en su declaración ante la autoridad policial dijo que el sujeto lo había amenazado exhibiéndole un arma de fuego”. “Analizadas las imágenes de las cámaras del vehículo (que registraron la totalidad de los hechos de autos) se advierte que en ningún momento exhibe un arma de fuego. Se dijo por parte del conductor que habían intentado cometer una rapiña, pero las cámaras del ómnibus arrojan que el joven se limitó a quedarse parado a su lado durante largo tiempo, conversando”, narra el texto.
El trabajador “dijo también que no quería pagar el boleto, hecho que las cámaras demuestran que terminó haciendo. Es cierto que demoró, pero luego de un tiempo lo hizo. (…) Muchas de las cosas que dijo el chofer del ómnibus, terminaron no siendo ciertas”, advierte la demanda.
“Lo único que sí quedó claro es que, en cierto momento, el chofer le entrega parte de la recaudación y él se baja del vehículo. A la postre se supo se encontraba bajo los efectos de la cocaína”.
Con parte de la recaudación del ómnibus, el joven bajó en Acrópolis y Tesino. Allí se cruzó con el policía, que patrullaba la zona en moto. En ese momento se inició la persecución.
En su declaración, el policía dijo que el delincuente estaba armado, e incluso que le había disparado tres veces, que por ese motivo lo persiguió. Aclaró que disparó de frente y porque en ese momento, el sujeto trataba de extraer algo de entre sus ropas. Agregó que, no obstante, procuró causarle el menor daño posible al disparar.
La investigación dejó al descubierto que el hombre no tenía ningún arma. “Ello se demostró de varias maneras. Primero, con las cámaras internas del ómnibus, en las cuales se aprecia que no lleva ningún arma, luego, con las resultancias de la escena del hecho. No se encontró arma alguna ni entre sus ropas, ni en los alrededores, ni a lo largo del trayecto que recorrió mientras duró la persecución. Y, por último, la prueba más fehaciente de todas quizás, el informe del Laboratorio Químico de Policía Científica (Informe No. 387-19), del cual surge que no se encontraron cationes positivos de antimonio, bario ni plomo en sus manos, residuos que se extraen usualmente de las muestras de quien dispara un arma de fuego”, dijo el abogado a cargo de la demanda, Pablo Lamela.
“La autopsia arrojó que el policía, cobardemente, le disparó por la espalda. Le pegó un balazo en la nuca y terminó con su vida. Prueba de ello es que la herida de bala mortal se sitúa exactamente en la columna cervical”, indicó el abogado en la demanda.
A su vez, se hace referencia al audio de una llamada que ingresó al 911. Fue el propio policía que llamó para informar de la persecución. “La comunicación nunca se cortó y en cierto momento se le escucha decir que tiene acorralado al rapiñero e inmediatamente grita, ‘quédate quieto que te parto como un queso, gil’, seguido de dos disparos.
Según supo Montevideo Portal, el policía tenía otra investigación en curso y fue condenado el 16 de setiembre de 2019 por la comisión de reiterados delitos de abuso sexual, reiterados delitos de abuso sexual especialmente agravados por la relación intrafamiliar con menores de edad, reiterados delitos de atentado violento al pudor y reiterados delitos de violencia doméstica agravada, todos ellos en régimen de reiteración real.
Montevideo Portal