Si bien la radiactividad es utilizada en muchos aspectos beneficiosos para la humanidad, también está vinculada con accidentes trágicos y horrores como las bombas atómicas.

Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Universitario Regional del Este, de la localidad uruguaya de Rocha, analizó la radiactividad de las arenas negras del balnerario de Valizas y su resultado generó sorpresa y preocupación entre los pobladores: se hallaron minerales con átomos radiactivos.

Si bien la radiactividad es utilizada en muchos aspectos beneficiosos para la humanidad, también está vinculada con accidentes trágicos y horrores como las bombas atómicas. Sin embargo, y aunque no se sepa, los humanos conviven a diario con la radiactividad de origen natural ya que está presente en el suelo, los rayos cósmicos y hasta en el gas.

El estudio que lleva la firma de Ana Lía Noguera, Heinkel Bentos Pereira y Laura Fornaro, del Departamento de Desarrollo Tecnológico y del Grupo de Desarrollo de Materiales y Estudios Ambientales de la Universidad de la República, se basó específicamente en la medición de radionucleidos naturales en las arenas negras de la playa de Valizas, en la costa uruguaya.

“Dentro de la composición de las arenas negras hay minerales pesados, y junto a esos minerales pesados hay algunos que tienen en su estructura incorporados átomos radioactivos, en concreto uranio-238, torio-232 y potasio-40, y por lo tanto, de todos los productos de desintegración de esos radionucleidos naturales”, explicó Ana Lía Noguera a un medio local.

Especialmente, el análisis se enfocó en medir la cantidad de torio-232 (es un elemento químico que se encuentra en estado natural en los minerales) y el resultado fue sorprendente: la evaluación mostró niveles de torio 232 por encima del promedio mundial.

Si bien eso lo sabíamos, lo que no sabíamos era qué concentración de esos radionucleidos naturales había en esa zona y cómo eso podría influir en las poblaciones, no de los seres humanos, que por lo general somos bastante antropocentristas, sino en un ámbito más grande”, relató la investigadora.

A pesar de éste índice, los especialistas aclararon que los riesgos para la salud son bajos, incluso para los residentes permanentes. De igual forma, el estudio generó inquietud ya que Rocha presenta los niveles más altos de incidencia y mortalidad por cáncer del país.

En este sentido, los científicos destacaron que no se encontró evidencia de que la radiactividad de las arenas negras esté relacionada con las altas tasas de cáncer en la zona. De igual forma, y ante el temor que generó el resultado del estudio, los investigadores del Centro Regional del Este adelantaron que continuarán con la exploración multidisciplinaria para obtener una visión más completa de la situación y así tener una idea acabada de su magnitud.

¿Cómo afecta a los pobladores y a los turistas?

“Para público en general, lo que recomiendan los organismos internacionales es que la sumatoria de todas las exposiciones no supere determinados valores. Por lo regular, sostienen que la suma de las radiaciones a las que podemos exponernos es de 2,4 milisieverts al año”, detalló la investigadora uruguaya.

Al evaluar el índice de riesgo radiológico basándose en personas que estuvieran en Valizas y anduvieran 20% de su tiempo el aire libre, reportan que la dosis a la que se expondrían es de 92,7 microsieverts al año. En el caso del cálculo más real, estimando el tiempo pasado al aire libre de la mitad del día, la exposición sería de 232 microsieverts al año. En este caso la media mundial por año, se estima sólo con base en estar 20% del tiempo al aire libre, y es menor que la registrada en Valizas: 70 microsieverts al año.

¿Esto es mucho o poco? El nivel seguro de radiación al que podemos exponernos en un año, porque es el promedio mundial, es de 2,4 milisieverts. En Barra de Valizas, este estudio encontró que una persona que vive todo el año en ese balneario y está la mitad del tiempo al aire libre sobre estas arenas negras, tendría una exposición anual de 0,231 milisieverts sólo por esa actividad radiactiva del suelo. En el caso de sólo pasar un quinto del tiempo al aire libre, eso baja a 0,092 milisieverts al año. Estos niveles estarían muy por debajo del riesgo.

Para el caso de quienes veranean en Valizas, la exposición implicaría 0,0254 milisieverts y para quienes pasen una quincena 0,0064 milisieverts.

De todas formas, este cálculo es sólo la radiación del suelo. “En este trabajo simplemente estamos evaluando la irradiación externa, pero tenemos muchísimas fuentes. Adentro de los hogares también estamos expuestos a radiación, porque otros materiales pueden tenerla, lo que respiramos también, los alimentos que consumimos. Todo tiene poco pero va sumando, por lo que debemos sumar cada una de esas cosas para después evaluar el global”, sostuvo Noguera.

Fuente : Causa Abierta

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