Me acuerdo que cuando presenté el proyecto de prohibición de pirotecnia sonora en la Junta Departamental, no todos fueron aplausos, también recibí críticas, hasta me increparon y me llamaron de no ser orgánico. Muchos no se atreven a presentar proyectos que generen una transformación por miedo a críticas negativas a lo que yo le llamo «resistencia al cambio».
Ese miedo de mi parte nunca estuvo porque siempre supe que estás transformaciones sociales y culturales, pueden mejorar la calidad de vidas de personas y animales. Si una vida se salva o mejora su condición en este mundo gracias a nuestro planteo, podemos decir que tuvo éxito.
Me llama la atención y me alegra que luego de la aprobación muchos de quienes me criticaron hasta increparon hoy se embanderan con esta causa y hasta se lo ve con muchas ganas de seguir trabajando en el proyecto. Habla bien de nuestros compañeros quienes han salido de esa zona de confort o resistencia al cambio para estar en sintonía con los cambios que necesita nuestra sociedad.
A través del voto popular llegamos a la Junta Departamental a ser ediles, cargos electivos y honorarios, para presentar proyectos, legislar en pos de un mejor departamento. No nos votaron para titubear, sino para ser rebeldes ante un sistema político que ve los problemas pero no se ocupa de los mismos. La rebeldía puede ser un don maravilloso. Es la rebeldía la que dispara la creatividad, la exploración, el progreso y las revoluciones.
Edil del Frente Amplio Santiago Vlaeminck
