El reglamento de evaluación que impuso la transformación educativa y las orientaciones que se han dado confunden y en muchas ocasiones van en contra de los procesos educativos».
La reforma y la transformación educativa del gobierno «no atiende las necesidades de la educación», sino que sumerge al docente en la tarea de decodificar el contenido de documentos inconexos que no resisten su confrontación con el análisis pedagógico didáctico.
En medio de un caos generalizado, comienza a regir un reglamento de evaluación, con la premura de aplicarse bajo presión en la entrega del carné, sin mediar los procesos necesarios para la transición. Siendo estas indicaciones contradictorias sobre cómo evaluar.
Los docentes han creado indicadores de evaluación específicos a las realidades de cada centro educativo, con base en un análisis integral de la realidad de las diferentes comunidades.
Las orientaciones que se han dado confunden y en muchas ocasiones van en contra de los procesos educativos de los y las estudiantes. Una vez más es notoria la embestida y el ataque a la integralidad de la Educación Pública, desconociendo, desestimando la realidad y los acuerdos institucionales realizados en territorio.

EDITORIAL LISTA 828 ENFA

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