El departamento de Homicidios trabaja en identificar a la víctima.Este lunes efectivos de la Seccional 3ª de Los Cerrillos localizaron el cuerpo de un hombre en un aljibe ubicado al fondo de la Escuela N°4, en el kilómetro 48 de la Ruta 47, próximo a Parador Tajes.Según informó la Jefatura Departamental de Policía, los oficiales de la seccional 3° de Canelones encontraron el cadáver próximo al mediodía.

El caso está en manos de C. Luján Gómez, fiscal departamental de Canelones, y la investigación está a cargo de policías del departamento de Homicidios y de la seccional 3°.Esta muerte trae inevitablemente a la memoria el crimen de Luis Ernesto González, cuyo cuerpo maniatado y ejecutado a tiros también fue hallado en un aljibe de Los Cerrillos.

En este caso participaron 6 jueces, uno de ellos asesinado y que estuvo precedido de una estafa contra la UTE por 8 millones de dólares y el incendio en el sistema computarizado del ente energético, presumiblemente para destruir la prueba de la estafa que nunca pudo ser investigada a fondo, seguramente debe tener escasos precedentes a nivel mundial.

Lo peor es la consecuencia judicial del gigantesco expediente, que mantiene nueve años procesado sin condena a uno de los tres sospechosos principales por presunto autor intelectual del secuestro y posterior asesinato de Luis Ernesto González.Un libro, en sí, no aporta nada que no fuera escrito en la prensa hasta el hartazgo. Pero constituye una exacta cronología de los hechos, que aún hoy siguen siendo increíbles.

En el fondo, el libro no aclara quién apretó el gatillo que le quitó la vida a González, cuyo cuerpo apareció el 30 de octubre en el interior de un aljibe en Los Cerrillos, departamento de Canelones. Pero surge con nitidez la presencia del poder superior de un grupo organizado, que además de ejercer presiones, jamás se dieron a conocer los nombres de sus integrantes, aunque surgieron muchas y notorias relaciones con personajes influyentes.

La síntesis, establece que los hechos se produjeron a lo largo del año 1993, cuando el doctor Luis Alberto Lacalle era el presidente del Uruguay, Volonté estaba al frente de la UTE, Ramírez era ministro del Interior y el doctor Ramón Díaz, presidente del Banco Central. Era el penúltimo año de gobierno blanco, ya que las elecciones se producirían a fines de 1994, datos que no dejan de ser importantes.

En febrero del 93 se intentó cometer el fraude millonario de la UTE mediante la transferencia de 8 millones de dólares a través del Banco Central a bancos de Nueva York y de los Emiratos Arabes, como si fueran pagos de insumos del ente. Ese dinero tenía que ir a parar a otra cuenta, mediante el simple cambio de un número en la clave.Se supo que Luis Ernesto González estuvo en la organización de ese fraude. La mafia le había entregado medio millón de dólares para las coimas a repartir en la UTE y en el Banco Central para que todo saliera bien. Pero González usó muy poco de ese dinero para pagar coimas y se quedó con la parte del león, lo que trajo como consecuencia que el fraude fracasara. Por eso, la mafia lo buscaba para ajustar cuentas.

Se intentó hacer una investigación, pero todo se «paró», por lo menos aparentemente.Como la investigación seguía en forma reservada, el 17 de agosto de 1993 se produjo el incendio en los últimos tres pisos de la UTE, donde funcionaba el centro computarizado del ente. A la semana siguiente, desapareció Luis Ernesto González. La denuncia fue presentada por su esposa Olga Sánchez.

Fue el 23, y el día 25 ya estaba detenido Washington De María por orden expresa del ministro Ramírez. El día 30 apareció su cuerpo en el aljibe. Tenía un balazo en la nuca, pero su cuerpo estaba pulcramente vestido con ropas distintas a las que vestía el día del secuestro y el cutis lucía como recién afeitado. Los forenses de ITF dictaminaron que no tenía más de 24 horas de muerto, lo que estaría probando que De María no pudo haberlo asesinado, ya que estaba preso desde el día 25.

Allí empezó el calvario para De María, «Perico» Bentancur y Carmona, los dos primeros, subcomisarios y el último, ex capitán del Ejército, el único que hoy está en libertad.Luego se confirmaría que el inspector Alexis González era el amante de Olga Sánchez y que una mujer llamada Mireya era la amante de Luis Ernesto González, el occiso. Cuadro perfecto para una película. Más aún, se supo que el abogado de Carmona era el mismo que defendía a Olga Sánchez, lo que quiere decir que la viuda estaba pagando al abogado defensor del cómplice del asesinato de su marido.

Los investigadores que estuvieron dirigiendo el caso desde el primer momento fueron el inspector Roger Biscardi, director de Investigaciones de la época, el comisario «Beto» Lemos, de Vigilancia y el cabo Milton Coito, varias veces procesado por numerosos delitos y últimamente mencionado como asesor del director de Aduanas, Víctor Lissidini, pese a que se le sospecha autor de no menos de doce crímenes.

Luego, el caso fue pasando de juez en juez, hasta totalizar seis. Primero fue la Dra. Miriam Mussi de Las Piedras; le siguió el Dr. Carlos Nario, la Dra. Cecilia Schroeder, el fallecido Dr. García, el Dr. Alberto Reyes y ahora la Dra. Aída Vera. Recordamos que la Dra. Cecilia Schroeder dictaminó la liberación de Carmona, De María y Bentancur, tras comprobar que éstos habían sido torturados por Lemos, Coito y Roger Biscardi. La jueza procesó entonces a Lemos y a Coito pero luego de su alejamiento, el fiscal Fernández Dovat cambió el plato. Entonces liberó a Lemos y volvió a encerrar a De María, Carmona y Bentancour. ¿Insólito? Tal vez no tanto, porque todo obedecería a presiones.

El libro no revela quién mató a González, puesto que no lo sabe ni la propia jueza que hoy tiene el expediente en sus manos. Pero lo que sí se sabe es que ante el pedido fiscal de otorgar 30 años de condena a De María por ser, aparentemente, el autor intelectual de aquel asesinato, la jueza tiene ahora que expedirse sobre el tema.

¿Habrá fallo? Lea el próximo libro. Sobre este mismo tema, los escritores Mario Delgado Aparaín y Tomás De Mattos tienen en preparación una novela que promete más revelaciones. *#Vale comentar que el director de esta página, Carlos Lemos, investigó en la época y escribió más de 500 páginas tipo sábana durante años en el diario El País. Allí está todo. Sólo hay que ir a la Biblioteca Nacional. A la cual seguramente fueron los destacados escritores.

Foto referencial

fuente : Causa Abierta Facebook

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