Desde que asumí mi responsabilidad como diputado, he tenido claro que mi deber es con la gente, con quienes me confiaron su voto y depositaron en mí la esperanza de un futuro mejor. Es por eso que hoy no puedo quedarme en silencio ante la vergonzosa y descarada falta de honradez que ha demostrado el gobierno nacional, en complicidad con los representantes del Partido Nacional y Colorado en Salto, en la administración de los fondos destinados a Salto Grande.

En los últimos meses, hemos sido testigos de una cadena de decisiones que solo pueden calificarse de escandalosas. Esta semana, para colmo de remates, el gobierno aprobó una partida adicional de $700 millones para Salto Grande, sin ningún tipo de justificación clara y sin estar siquiera presupuestada en los rubros de UTE. Este monto se suma a los $744 millones que ya se habían transferido a comienzos de año, y a los $200 millones que anualmente se destinan a este complejo. Mientras tanto, ¿qué pasa con las necesidades más urgentes de nuestra gente? ¿Dónde están las inversiones en salud, en seguridad, en educación? Es evidente que para el gobierno, las prioridades están muy mal definidas.

Lo que más indigna es la opacidad con la que se manejan estos fondos. No estamos hablando solo de cantidades millonarias que parecen evaporarse sin dejar rastro, sino de un sistema que favorece a unos pocos privilegiados, vinculados estrechamente al Partido Nacional. Ni que hablar de los escándalos de la “Fundación A Ganar”, con fuertes lazos con figuras clave del PN, que ha recibido contratos y licitaciones por más de 10 millones de dólares en los últimos años. ¿Es esto lo que el gobierno entiende por desarrollo regional? ¿Es así como se supone que debemos manejar los recursos públicos?

No puedo ni voy a quedarme callado ante esta realidad. Es mi deber, como representante del pueblo de Salto, condenar estas prácticas que solo generan desconfianza y frustración en la gente. La honradez no es una palabra vacía, es un principio fundamental que debe guiar cada acción de quienes tenemos la responsabilidad de administrar lo que es de todos.

Por eso, propongo, y lo digo con total convicción, que la primera medida del próximo gobierno debe ser una auditoría total a Salto Grande. No podemos seguir permitiendo que los recursos de nuestro pueblo sean utilizados para beneficio de unos pocos. Es hora de que se haga justicia, de que se rindan cuentas, y de que se recupere la confianza en nuestras instituciones.

El Partido Nacional y el Partido Colorado han demostrado, una y otra vez, que su prioridad no es la gente, sino sus propios intereses. No voy a permitir que se siga jugando con el futuro de Salto. No voy a permitir que se sigan haciendo negocios a espaldas de quienes más lo necesitan. Mi compromiso es y seguirá siendo con la transparencia, con la justicia, y con cada uno de ustedes que, como yo, está cansado de ver cómo se va y se va el dinero en Salto Grande, mientras nuestras necesidades más básicas siguen sin ser atendidas.

La honradez y la cercanía no son solo valores que defiendo en palabras, son principios que guían mi actuar y que seguiré defendiendo, cueste lo que cueste. Porque Salto merece más, y porque juntos, vamos a recuperar lo que nos pertenece.

Álvaro Lima – Representante Nacional

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