El 13 de enero se conmemora el “Día mundial contra la depresión” con el objetivo de sensibilizar y concientizar sobre esta patología vinculada a la salud mental, que afecta aproximadamente a 280 millones de personas en el mundo.
La depresión es la principal causa de discapacidad a nivel mundial y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad (Organización Mundial de la Salud, 2021). Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una de cada cuatro personas transita un trastorno de salud mental en alguna etapa de su vida, la depresión es uno de las más frecuentes y afecta a las personas en todo el curso de vida.
Subestimada en sus impactos, sub diagnosticada y con frecuencia también sub tratada, la depresión es un factor de riesgo mayor para el suicidio que en Uruguay afecta particularmente a los adolescentes y las personas mayores, y es la principal causa de muerte violenta por encima de los accidentes de tránsito y los homicidios.
Se trata de un problema mayor de salud pública por el impacto y la población afectada, por las repercusiones sobre las personas en el ámbito socio familiar y porque condiciona la evolución de otras enfermedades.
Los síntomas son diversos y frecuentemente pasan desapercibidos, lo que muchas veces dificulta un diagnóstico claro y oportuno y lleva a la persona a padecer esta sintomatología de forma prolongada, con las consiguientes consecuencias negativas para su salud.
Las características más habituales de los cuadros depresivos son la tristeza permanente, la falta de motivación, la pérdida de interés o placer en las actividades de la vida cotidiana, el aislamiento, las alteraciones del sueño, los cambios en el apetito o en el peso, la falta de concentración y la sensación de cansancio, un sentimiento de culpa excesiva, la falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio. En personas mayores con frecuencia puede presentarse sin tristeza, como quejas sobre la memoria, menor rendimiento cognitivo o pérdida de autonomía en actividades de la vida diaria que muchas veces se atribuyen erróneamente a la vejez.
Ante síntomas como los mencionados, es importante buscar información y ayuda psicológica y médica. Los equipos de salud deben estar atentos e integrar a su práctica clínica y rutinas la pesquisa de síntomas depresivos.
Un cuadro depresivo sin diagnosticar ni tratar de forma adecuada y oportuna, puede traer consecuencias complejas como la aparición de ideas suicidas y realización de intentos de autoeliminación.
La depresión no es un síntoma de debilidad ni parte del proceso de envejecimiento normal, sino un problema de salud mental multicausal, originado en factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Algunos factores de riesgo son la exposición a situaciones estresantes que incluyen la hospitalización o el ingreso a establecimientos de larga estadía, los problemas económicos o laborales, la pérdida o enfermedad de un ser querido, las rupturas sentimentales, las enfermedades que pueden provocar dolor crónico o intenso, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el ACV, enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer), la soledad no deseada, el aislamiento social, las adicciones y los antecedentes personales y/o familiares de cuadros depresivos.
La depresión es también un problema tratable. Debe realizarse un abordaje socio sanitario, con un enfoque integral, que requiere de atención psicológica y médica, así como de redes de apoyo y contención por parte del entorno cercano, afectivo, familiar y comunitario. La mayoría de las depresiones responden a un adecuado tratamiento.
En 2020 desde el Ministerio de Salud Pública (MSP), a través del programa de Atención en Salud Mental, se comenzó la implementación del Plan Nacional de Salud Mental 2020-2027. Entre las acciones que se vienen desarrollando se destaca la elaboración y puesta en funcionamiento durante el año 2023 de un curso de capacitación con alcance nacional, para la detección y abordaje de la depresión, los intentos de autoeliminación y la psicosis en el primer nivel de atención del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). Este curso fue elaborado por la División de Evaluación y Monitoreo del Personal de la Salud (DEMPESA) del MSP con apoyo de la OPS.
A su vez, en todos los prestadores de salud se desarrolla con éxito la meta asistencial que consiste en la aplicación de una escala de detección de depresión post parto en mujeres primerizas y la derivación para su atención en salud mental.
Este año 2024, se continuará con la ampliación del acceso a la psicoterapia dentro del SNIS y se bonificará el acceso a ciertos medicamentos antidepresivos para el abordaje frecuente de la depresión.
La evidencia ha demostrado que llevar hábitos de vida saludables como una alimentación balanceada, evitar el consumo excesivo de alcohol y otras drogas, realizar actividad física regularmente, concurrir a controles periódicos de salud y enfermedades crónicas y no fumar, así como participar en grupos de apoyo o en actividades comunitarias, deportivas y/o recreativas son acciones que contribuyen a la prevención de problemas de salud mental.
Línea de Prevención del Suicidio 0800 0767 o *0767
Línea de Apoyo Emocional 0800 1920
Línea Drogas *1020 / 23091020
Las líneas telefónicas de ayuda son atendidas por profesionales con experiencia y están disponibles las 24 horas, todos los días del año.