Delgado es gobierno, habla de hacer cosas que podría haber hecho o empezado y no empezó ninguna, cuestionó el sociólogo Juan Labat
El exdirector de Evaluación y Monitoreo del Mides, Juan Pablo Labat, se refirió en INFO 24 al presidente Luis Lacalle centrándose “en su relación” con el presidenciable del Partido Colorado (PC), Andrés “Ojeda, en tanto es una relación que da que hablar”.
Labat señaló que esa es “una relación que está construida, libretada, cuidadosamente libretada; acá vemos de vuelta la mano de (el publicista del gobierno, Roberto) Lafluf para permanecer en prensa, para robar algunos minutos de televisión, ganar algunos espacios de prensa escrita” y también “espacios” de comunicación “radial”.
Se trata de “una confluencia de personas que tienen en común los músculos y la pasta de campeón, pero que, después de eso, no podemos distinguir mucho otro propósito que, bueno, sí, la construcción de largo plazo de un frente rosado”, reconoció.
En lo inmediato, hacia las elecciones del domingo 27 de octubre, la de Lacalle y Ojeda es “una relación que no maximiza el rendimiento del Partido Nacional (PN); el gran abandonado es (Álvaro) Delgado, de una manera o de otra, que se debilita aún más su figura pública”.
En el medio “está esta idea de que cualquier cosa que se asocie con el presidente, que tiene una buena imagen pública, puede ganar credibilidad, ganar aceptación; es una de esas jugadas de riesgo que se hacen y que no se sabemos mucho cuál puede ser el resultado”.
“Tampoco sabemos hasta dónde va a llegar esa relación, porque no se da con un referente del PC consolidado, ni como colorado ni como referente; ahí se abre un espacio de incertidumbre”, analizó.
Simultáneamente, “hay una diferencia importante y hay un nuevo punto de inflexión en la estrategia del PN, que ahora despliega a un Delgado de nuevo volviendo a la idea de estadista”, apuntó Labat.
Identificó “dos papeles claros acá: el de (Valeria) Ripoll, de tirar barro, ensuciar la cancha, agredir al otro; y el papel de Delgado, que si bien siempre fue una persona de una impronta bastante fuerte y de confrontación, era mucho más estilizado, más de alta política”.
Con esa distribución de funciones “aparece un Delgado en una mesa presentando una conferencia de prensa en una actividad con un conjunto de compañías, entre las cuales algunas están decorando el escenario porque no fueron protagonistas en la discusión”, graficó.
El sociólogo describía así la presentación de medidas de gobierno del candidato oficialista blanco: “entraron quienes son estudiosos o trabajan en asuntos de políticas sociales haciendo un conjunto de propuestas, pero no participó Ripoll en forma específica”, registró.
A continuación, interpretó que “toda esta presentación que hace Delgado (…) es una clara respuesta al plan de gobierno presentado por el Frente Amplio” e indicó: “la propuesta del plan no es mala”.
“Podríamos extraerla perfectamente del plan de gobierno del Frente Amplio con algunos matices (…) pero parte de un problema sustantivo: quien está hablando es gobierno, quien está hablando de hacer un conjunto de cosas, prácticamente podría haberlas hecho casi todas, haberlas empezado casi todas y no empezó ninguna”.
Fuente : Causa Abierta