La senadora Liliam Kechichian (Frente Amplio) cuestionó que el Ministerio de Ambiente asumió que continuará utilizando el mercurio para la potabilización del agua hasta 2025, cuando pudo haber hecho un cambio sustantivo este año. Remarcó que las consecuencias del mercurio para la salud son “desgarradoras y nefastas”.

Kechichian se refirió al convenio internacional de Minamata (Japón 2013), una iniciativa global para proteger la salud humana de los efectos negativos del mercurio.

Destacó que Uruguay “fue fundamental en el proceso de negociación de este tratado, en el que los países se comprometieron a eliminar el mercurio en la producción de cloro hacia el 2025”.

La legisladora se refirió a un valor muy importante que es el respeto por el Derecho Internacional, por los acuerdos y los intereses comunes entre las naciones. En tal sentido, dijo que existe un ejemplo que parecería despegarse de esa línea.

Dijo que ello ocurre en un momento en que la salud volvió a ocupar un lugar preponderante en la agenda de los estados y los gobiernos.

Recordó que se trata de una iniciativa global surgida del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en respuesta a “la necesidad de proteger la salud humana y el ambiente de los efectos adversos del mercurio”.

Potabilización del agua

La legisladora frenteamplista manifestó que las consecuencias del mercurio para la salud son desgarradoras, nefastas. “Estamos mucho más expuestos de lo que querríamos, aunque no nos demos cuenta. Este elemento se utiliza en procesos fundamentales para nuestra vida, por ejemplo, para la producción del cloro que se emplea en la potabilización del agua”.

Por tal motivo remarcó que el acuerdo es de singular importancia en materia de regulación ambiental y, por tanto, “Uruguay lo ratificó en el Parlamento, por medio de la Ley 19.267, en setiembre de 2014, y entró en vigor en vigor el 16 de agosto de 2017”.

“Uruguay actuó con decisión y con coraje para lograr este acuerdo, y por eso quiero destacar el rol preponderante y significativo que tuvimos en el proceso de negociación. Uruguay fue un actor fundamental en la negociación de este acuerdo, ratificado por más de 140 países”, destacó Kechichian.

El texto del tratado establece que los países firmantes se comprometen a eliminar el mercurio de los procesos de producción de cloro hacia 2025.

Sin embargo, Uruguay redobló la apuesta y estableció un período más corto para lograrlo, comprometiéndose a eliminar el mercurio en la producción de cloro en 2021.

“Hoy me veo obligada a traer a colación este tema porque parecería que nos hubiéramos olvidado de lo importante que es este compromiso, de lo importante que es actuar de forma consistente y coherente, más aún cuando la salud y el ambiente están en juego”, alertó la legisladora.

Cuestionó que Uruguay, “en un gran contrasentido con lo hecho hasta el momento, ha resuelto levantar el compromiso asumido para 2021 y postergar el proceso de eliminación del mercurio en la producción de cloro hasta 2025”.

“Estamos asumiendo que continuaremos utilizando el mercurio para la potabilización del agua que bebemos y usamos a diario hasta 2025, cuando pudimos haber hecho un cambio sustantivo ahora”, lamentó Kechichián.

Remarcó que el Parlamento no puede estar omiso.

Fuente : lr21.com.uy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *