Por primera vez en lo que va este cuarto de siglo, el mundo experimenta un aumento simultáneo de la riqueza y la pobreza extremas: el 1 % más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde 2020 a nivel global (42 billones de dólares), casi el doble que el 99 % restante de la humanidad. Durante esta última década, los supermillonarios acumularon el 50 % de la nueva riqueza generada, y su fortuna crece a un ritmo de 2.700 millones de dólares al día, mientras más de 1.700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en condiciones de pobreza, en países en los que la inflación crece por encima de los salarios. 

En América Latina y el Caribe la riqueza de sus multimillonarios aumentó 21 por ciento, cinco veces más que el producto interno bruto de la región, que lo hizo en 3,9 por ciento, mientras que 12 millones de personas cayeron en la pobreza extrema debido a la crisis que desató la pandemia, al tiempo que 30 millonarios incrementaron inmensamente su fortuna. En cifras, la pandemia creó 400 mil personas en extrema pobreza por cada nuevo millonario que emergió de esta “crisis”. 

En este panorama se profundiza las desigualdades, hoy tenemos un mundo mucho más desigual de la pre pandemia, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre, según Naciones Unidas. Se estima que hoy, cerca de 690 millones de personas en el mundo padecen hambre, es decir, el 8,9% de la población mundial, representa un 16 % de las muertes totales y un 75 % de los fallecidos son menores de cinco meses. Esto supone un aumento de unos 10 millones de personas en un año y de unos 60 millones en cinco años.

El Uruguay no escapa a esta realidad mundial, en estos últimos años se ha visto como nunca el incremento de personas en situación de calle, de hurgadores en contenedores de basura, de personas que asisten a comedores y ollas populares. En un informe nacional de prevalencia de inseguridad alimentaria en hogares, realizado por INE, Mides y MSP, publicado en 2022, informo que, en promedio, la situación de inseguridad alimentaria moderada y grave en nuestro país es de 15%. Esta semana el Programa Integral Metropolitano de la Universidad de la República, presento una investigación sobre la situación en los barrios capitalinos de Bella Italia y Punta Rieles, donde, respecto a la inseguridad alimentaria y nutricional, la cifra es del 39,7 %. En esos barrios el 40 % recibió canasta de alimentos y el 29,3 de niños y adolescentes acudía a un comedor escolar, olla o merendero.

Bastaron tres años del gobierno multicolor, a cargo de blancos, colorados, cabildantes e independientes, para llevar a gran parte del pueblo uruguayo a sufrir las consecuencias de la falta de alimento en su mesa.

Para muchos no hay dos opciones, es cambiar este gobierno que aplica políticas económicas neoliberales, por que el que no cambia todo, no cambia nada.

Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU – Frente Amplio

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