Con la declaración de Carolina Ache en Fiscalía este miércoles 1 se confirma que “es el entorno del presidente el que se complota poco menos que para organizar una estafa, se arma una estrategia para ocultar pruebas sobre la entrega del pasaporte” en Dubái al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, señaló el director periodístico de M24, Nelson Cesin, en Nada Que Perder.

Cesin reseñó las tres apariciones conocidas hasta ahora de Lacalle en la preparación del ocultamiento de los chat entre Carolina Ache y Guillermo Maciel sobre la identidad de Sebastián Marset.

“Otra vez el presidente inmiscuido directamente en esta trama absolutamente impresentable”, lamentó el periodista, tras lo cual recordó la confianza que Lacalle otorgó a Alejandro Astesiano y describió hasta qué punto este se involucró con su ex custodio.

“El problema que tenemos acá es que el presidente no debería ser el primer fusible, ni siquiera el último, no nos deberíamos quedar sin presidente; pero el problema está en que cada vez aparece más comprometido en cada una de las informaciones que se dan; ese es un problema institucional gravísimo, gravísimo”, advirtió.

A continuación el periodista preguntó: “¿cómo se resuelve?”, y aludió a la opción manejada por algunas voces sobre “el juicio político”, aunque “no van a estar los votos, entonces pedirlo sería una especie de jugada para la tribuna por el lado de la oposición”; además implicaría una “gravedad institucional” durante “meses” de tramitación, así como “la desestabilización” que generaría.

“De las cosas más graves de esto es que la crisis institucional está instalada en la cúspide de la cabeza institucional, valga la redundancia; ¿solucionamos con la renuncia de un ministro? ¿Solucionamos con la renuncia de dos ministros? Sí, pueden ser señales, pero seguimos teniendo al presidente, ni más ni menos, al presidente sospechado de estar inmiscuido en estas tramas”.

Luego anotó que “es evidente que el presidente sabía de esto” dado que hay registro de “cuatro hechos donde el presidente está; pero además, en uno de ellos, el presidente aparece en la reunión; ¿aparece en una reunión que desconoce de que va, justamente, con dos subsecretarios y con su principal asesor? ¿Verdad que no? Eso ni siquiera en la escuela ocurre, me parece”, razonó.

Alertó a continuación que “acá justamente es el entorno del presidente el que se complota poco menos que para organizar una estafa, se arma una estrategia para ocultar pruebas sobre la entrega del pasaporte; pavada”, ironizó el periodista.

Más adelante apuntó que “la comprobación es nítida y es clara” de que en el núcleo del gobierno “sabían quién era Marset, lo que era Marset, y a través de todas estas maniobras quisieron ocultar que sabían”; después interrogó: “¿Por qué? ¿Qué intereses hubo atrás, que desconocemos, para que igual, a pesar de todos estos antecedentes comprobados, se le pidiera el pasaporte a Marset?”.

“Acá, casualidades para mí no hay, (…) no es posible todo este escándalo por nada”, apuntó el director periodístico de M24; y también alertó que “el problema es cómo salpica todo esto al resto, por eso es un daño mayor, a la política en general, a la política bien entendida, y también es un daño institucional”.

“Son las esquirlas más preocupantes que deja este episodio, aparte de la falta absoluta de moral, ética y todo lo demás de estos gobernantes que están metidos en estos episodios en concreto”.

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