Este sábado por la tarde el presidente Luis Lacalle Pou y el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, coincidieron en una misma actividad: la beatificación de Jacinto Vera en el Estadio Centenario.
Tras la salida de la ministra de Vivienda Irene Moreira la relación entre el mandatario y senador está en corto circuito y pese a estar a pocos metros uno del otro en el evento no hubo saludos ni intercambio de ningún tipo.
Manini llegó primero, lo hizo acompañado de otras dos personas y se sentó junto al diputado blanco Rodrigo Goñi con quien conversó en muy buen tono durante toda la ceremonia.
El presidente llegó sobre algunos minutos antes de que se iniciara la misa acompañado de el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y el prosecretario, Rodrigo Ferrés. Se sentó junto a la vicepresidenta Beatriz Argimón, que había llegado un rato antes.
No hubo saludo ni intercambio con Manini en ningún momento. Si bien estaban a varios metros de distancia la visual de un punto a otro era clara.
El presidente declinó hacer declaraciones y estuvo atento a toda la ceremonia que transcurrió con una lluvia intermitente.
Cuando ya se retiraba el mandatario del estadio y se encontraba sacando fotos con algunas de las personas que se lo solicitaron, coincidieron con Manini -que también iba de salida- casi de frente y a escasa distancia, pero ninguno levantó la vista. Manini siguió su camino de salida del lugar.
Consultado sobre su presencia y lo ocurrido el viernes con la renuncia de Moreira, Manini se limitó a responder: «Hoy no es día para hablar de política, sino de Jacinto Vera».
Este lunes se reunirá la mesa política de Cabildo Abierto y definirá si continúa en la coalición de gobierno.
Causa Abierta