Daniel Fernández, ex presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) y asesor del Directorio de la gremial, dijo que si bien el contrabando no se ha quedado en la zona fronteriza del pais, sino que alcanza a Montevideo y afecta a los comercios de la zona que ahora se están recuperando como pasó en la crisis de 2001.

A pocas semanas de que Uruguay abra nuevamente sus fronteras para el ingreso de extranjeros, Fernández sostuvo que la medida será un desafío para el sector «en especial en los departamentos de frontera, aunque el contrabando también llega y se ve en Montevideo».

En diálogo con La Mañana, el especialista advirtió que el sector gastronómico “ha sido sacudido y semiquebrado” por la pandemia y “muchos de ellos no van a poder continuar, otros están abiertos porque han sido beneficiados por medida fiscales o el seguro de paro rotativo, pero se han ido endeudando y posiblemente tampoco podrán seguir”.

En cambio, para los almacenes, fruterías o autoservicios, la situación fue distinta ya que el confinamiento colaboró a que las personas compraran en los negocios de cercanía. «Tan es así que las grandes superficies han sufrido estas crisis y los autoservicios barriales se han visto beneficiados.

Fernández explicó que este fenómeno no es nuevo, dado que “nos pasó en 2001 con aquella crisis terminal en la que se dio el florecimiento de los autoservicios barriales”.

En tanto, el ex titular de Cambadu señaló que existe preocupación en la próxima apertura de fronteras, debido a que no existen medidas que el Estado pueda tomar para combatir las diferencias de precio con Argentina.

«El Estado intenta bajar el aporte patronal” entre otras medidas que “no pasan de un 4% o 5% de las cargas”, aunque en el mostrador “el usuario común va a seguir pagando 80” en Uruguay cuando en el país vecino paga 10.

Además, puntualizó que paralelamente a ello “casi el 60% del comercio de alimentación está en la ilegalidad y a ese no le llega el descuento jubilatorio, de ganancias ni nada de lo que haga el Estado. Por lo tanto, es muy difícil luchar contra el contrabando cuando también es un problema social: está el que vive del contrabando y doña María que compra lo que necesita para la semana o para el día”.

Para el actual asesor de Cambadu las medidas del Poder Ejecutivo son «muy tenues”, especialmente cuando el comercio “recién está recuperándose e intentando salir de una pandemia”.

Fuente : m24.com.uy

Almacén de barrio. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

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